Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

15 de julio de 2013

Efectos colaterales del seminario de Ansolabehere

Qué genial es el libro de Fermín Rodriguez, Un desierto para la nación: La escritura del vacío. Lo compré en mayo, de mala gana, tratando de entusiasmarme con el seminario de literatura argentina del siglo XIX que tanto rechazo me causa. Y acá estoy: Terminado el seminario, que fue genial aunque sigo odiando a Alberdi, Sarmiento y la gauchesca, leyendo este texto que combina tan maravillosamente el recorrido por los autores canónicos con las crítica de novelas y cuentos relacionados con ideas geniales que me despiertas otras ideas geniales (o no tanto) para mis trabajos académicos (del seminario y también del final que preparo hace tres años de Argentina II) y para mi escritura novelar. Tengo los márgenes todos escritos con iluminaciones (no-iluminadas) y fragmentos de frases para "Paulita y la tía Inés".
(Y recién voy por la página 116 de sus 400 y pico. Espero absorta el resorte que, dentro de mí misma, me tire de cabeza en mi propia novela abandonada y retomada tantas veces)

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