Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

31 de agosto de 2011

Signifying y Talk too me


Averbach explica a Gates, su texto "El mono que significa": significar en black vernaculare no significa significar. Maravilloso: Nuevas categorías literarias negras para leer la literatura negra.
Signifying es lo que hace el mono de Esu, Esu mismo en el mito panafricano que sobrevivió al midle passagen (casi espico ya): derrotar, dejar en ridículo al poderoso (al león) a travésde bromas pesadas, trucos, con el lenguaje.
Uno de los ejemplos fue el locutor negro que terminaba sus programas diciendo algo como: "No maten, no roben, no signifyng".
Veamos entonces:




(2008)
El próximo 14 de marzo se estrena en nuestras salas “Talk to Me”, una película inspirada en la historia de Ralph Waldo “Petey” Greene Jr., un ex convicto que se convirtió en una reconocida celebridad radiofónica durante los años sesenta.

A mediados de la década del ’60, la música soul se combina con un activo movimiento de conciencia social en los Estados Unidos. “Petey” Green, recién salido de la cárcel bajo palabra, luego de cumplir buena parte de su condena por robo a mano armada, consigue un trabajo en la radio local, donde, con el apoyo de su novia Vernell y su amigo y productor Dewey Hughes, se convertirá en uno de los más importantes animadores radiales de su tiempo, al fomentar el debate racial en una emisora que era propiedad de hombres blancos.

El elenco está conformado por Don Cheadle (Ralph Waldo “Petey” Greene), Chiwetel Ejiofor (Dewey Hughes), Taraji P. Henson (Vernell Watson), Mike Epps (Milo Hughes) y Martin Sheen (E. G. Sonderling). La película fue dirigida por Kasi Lemmons (“Eve’s Bayou”), y cuenta con un guión original de Michael Genet y Rick Famuyiwa.

“Talk to Me” fue recibida con buenas críticas, alcanzando el 80% de críticas positivas en el sitio RottenTomatoes.com, que recolecta las opiniones de diversos críticos de cine. Lo que muchos de ellos criticaron fue que la película no se mantiene fiel a la vida y carrera de “Petey” Greene, al inventar muchas cosas que no sucedieron y situar la acción en lugares incorrectos.

24 de agosto de 2011

Bellesi en Puán

La cátedra de Teoría y Análisis Literario A y B anuncia que este viernes 26 visitará la Facultad la poeta Diana Bellesi, quien dialogará con los estudiantes y leerá sus textos, e invita a asistir a todos los que quieran escucharla. La cita es en el aula Boquitas de 19 a 21.

21 de agosto de 2011

No fui pero anoto datos

PROGRAMA DEL CONGRESO INTERNACIONAL DE LITERATURA AGOSTO 2011
de Poesía de Rosario, el Viernes, 05 de agosto de 2011, 12:43

PROGRAMA DEL CONGRESO INTERNACIONAL

DE LITERATURA

AGOSTO 2011

SALÓN MADAME LYNCH



LUNES 8 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00: ‘Josefina Plá, creadora paraguaya.’



Presidentas de mesa: Lourdes Espínola (Universidad Del Norte, Paraguay) y Ester de Izaguirre (ILCH-SADE, Argentina).



- Daiane Pereira Rodrigues (Universidade Federal do Paraná, Brasil): ‘Josefina Plá: cuatro momentos de poesía.’

- Miguel Ángel Fernández (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay): ‘Interculturalidad y transculturalidad en la literatura y el arte de Josefina Plá.’

- Ester de Izaguirre (ILCH-SADE, Argentina): ‘Recital poético sobre la obra de Josefina Plá.’

10:00-10:30: Debate.



10:30-11:00 RECESO



SEGUNDA SESIÓN

11:00-12:00: Conferencia plenaria de apertura.



Presidente de mesa: Alberto Julián Pérez (Texas Tech University, Estados Unidos).

- Lady Rojas Benavente (Concordia University, Canada): ‘Mujeres tex-timoniantes de la conquista europea en Semillas de los Dioses Perú legendario (2000) de Lucia Fox y La isla bajo el mar (2009) de Isabel Allende.’





12:00-14:00 ALMUERZO











TERCERA SESIÓN



14:00-15:00: Panel: ‘Género en la narrativa y poesía paraguayas.’

Presidenta de mesa: Maribel Barreto de Ramírez (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay).

- Lourdes Talavera (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay): “Género en la narrativa política de los años 70 y 80 en Paraguay.”

- Lourdes Espínola (Universidad del Norte, Paraguay): “La obra poética femenina paraguaya y su trayecto simbólico desde la perspectiva de géneros.”



15:00-15:30: Debate.



15:30-16:00 RECESO







CUARTA SESIÓN



16:00-16:40: ‘Modalidades y temas de la literatura infanto-juvenil paraguaya.’



Teresa Méndez-Faith (Saint Anselm College, Estados Unidos), Presidenta de mesa.



- Lourdes Ríos González (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Fabián el brutito de Remansito. La pobreza paraguaya vista a través de los ojos de un niño.’

- Betsy Partyka (Ohio University, Estados Unidos): ‘La evolución de la literatura infantil hasta el siglo XXI.’

- Maribel Barreto de Ramírez (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Recurrencia temática en la literatura infanto-juvenil.’

16:40-17:00: Debate.



17:00-17:30: Presentación del libro de Edith Canseco (ILCH, Argentina): Un mundo distinto. Cuentos Infantiles. A cargo de Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina).

17:30-18:00: Debate.











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MARTES 9 DE AGOSTO



9:00-9:40: Conferencia Plenaria: Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Luis Ruffinelli, dramaturgo paraguayo, 1889-1973.’



9:40-10:00:

Panel de debate: Ana María Imíscoz (actriz paraguaya), Gloria España (actriz paraguaya), Roberto Céspedes (sociólogo paraguayo), y José Luis Simón (Universidad del Norte, Paraguay).



10:00 a 10:30 RECESO



SEGUNDA SESIÓN

10:30 a 11:30: ‘La literatura paraguaya, de ayer a hoy.’

Presidentes de mesa: Emilio Pérez Chaves (Ministerio de Defensa Nacional y Universidad del Norte, Paraguay) y Mónica Bustos (escritora paraguaya, Premio Augusto Roa Bastos).



- Victorio Suárez (Universidad Nacional de Asunción, Asunción): “Proceso histórico de la literatura Paraguaya.”

- Irina Ráfols (Universidad del Norte y Editorial El Lector, Paraguay): “El Post Boom y la literatura Paraguaya.”

- Lita Pérez Cáceres (Universidad del Norte y Editorial Intercontinental, Paraguay): “De los personajes femeninos en la novelística de Casaccia a las mujeres de El invierno de Gunter.”



11:30 a 12:00: Debate



12:30 a 14:00 ALMUERZO





TERCERA SESIÓN



14:00 a 15:30: Presentación de la película, ‘El invierno de Gunter,’ de Galia Jiménez (cineasta paraguaya) por Jorge Pérez Paiva (Universidad del Norte, Paraguay).



15:30-16:00: debate: ‘El invierno de Gunter, de la novela a la película.’ Presidentes de Mesa: Irina Ráfols y Sergio Marcos (Universidad del Norte, Paraguay).

Con Lita Pérez Cáceres y Galia Jiménez.



16:30-17:00 RECESO





CUARTA SESIÓN



17:00-18:00: Solemne investidura de la Dra. Teresa Méndez-Faith como Profesora de Honor en Letras de la Universidad del Norte. Presentación: Rector de la Universidad, Prof. Dr. Juan Manuel Marcos.



‘Traducir El Invierno de Gunter. Panel de traductores.’



Presidenta de Mesa: Teresa Méndez Faith (Saint Anselm College, Estados Unidos).



Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay), Tracy Lewis (State University of New York, Oswego, Estados Unidos) y Daiane Pereira Rodrigues (Universidade Federal do Paraná, Brasil).

18:00 – 18:15: Debate.



18:15-19:00: Conferencias plenarias:



Presidentes de mesa: Graciela Bucci (ILCH-SADE, Argentina) y Tracy Lewis (State University of New York, Oswego, Estados Unidos).



18:15: Juan Manuel Marcos (Universidad del Norte, Paraguay): ‘El Postboom en tres novelas: Encaje secreto (2002), de Lita Pérez Cáceres; Alcaesto (2009), de Irina Ráfols; y La princesa triste del Mercado Cuatro (2010), de Rubén Sapena Brugada.’



19:00: S. E. Don Federico Franco, Vicepresidente de la República del Paraguay: ‘Vísperas de la Independencia.’



19:40-20:00: Debate





MIÉRCOLES 10 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00: ‘Historia y historiografía de América Latina.’



Presidentes de mesa: Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay) y Olinda Massaré de Kostianovski (Presidenta, Academia Paraguaya de la Historia).



- Ricardo Saez (Université de Rennes, Francia): ‘La controversia antes de la Controversia en España entre Las Casas y Sepúlveda.’

- Gustavo Alberto Bordón Toledo (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Pancha Garmendia y Antígona Vélez. Poder y resistencia en el Paraguay de Francisco Solano López.’

- Alfredo Ahumada (East Stroudsburg University of Pennsylvania, Estados Unidos): ‘Balance del primer centenario. Páginas olvidadas sobre las letras paraguayas.’

10:00-10:30: Debate.





10:30-11:00 RECESO



SEGUNDA SESIÓN



11:00-11:40: Conferencia Plenaria: Presidentas de mesa: Lita Pérez Cáceres e Irina Ráfols (Universidad del Norte, Paraguay).



Miguel Ángel Fernández (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay): ‘Caras de la modernidad en la literatura paraguaya.’





11:40 a 12:00: Debate.



12:00-14:00 ALMUERZO



TERCERA SESIÓN



14:00-15:30: Panel en homenaje a Renée Ferrer: Presidenta de mesa: Renée Ferrer (escritora paraguaya)

‘La obra de Renée Ferrer.’



- Maribel Barreto de Ramírez (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay): ‘El abuso de poder hacia la mujer en las novelas paraguayas del Siglo XXI.’

- Osvaldo González Real (escritor paraguayo): ‘La poesía cósmica de Renée Ferrer.’

- Otilia Cortez (State University of New York at Oswego, USA): ‘La poesía de Renée Ferrer y Juan Manuel Marcos.’

- Ester González Palacios (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay): “La narrativa de Renée Ferrer: mujer: victima y transgresora del poder”



15:30-16:00: Debate sobre la poesía y la narrativa de Renée Ferrer



16:00-16:30 RECESO





CUARTA SESIÓN



16:30-17:00: Homenaje a René Ferrer. Presidenta de Mesa: Betsy Partyka (Ohio University, Estados Unidos)



Presentación por Tracy Lewis (State University of New York at Oswego, USA) de su traducción al inglés del libro de Renée Ferrer, Desde el encendido corazón del monte.



17:00-17:30: Homenaje poético a Renée Ferrer. Teatralización de poemas y cuentos de la autora por Ana Imízcoz (actriz) y Gloria España (actriz).



17:30-18:00: Debate sobre la obra infantil de René Ferrer







JUEVES 11 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN



9:00-9:40: ‘La imagen femenina en la obra de Mario Vargas Llosa.’



Presidenta de mesa: Daiane Pereira Rodrigues (Universidade Federal do Paraná, Brasil).



- José Ángel Vargas Vargas (Universidad de Costa Rica, Costa Rica): ‘El sociograma de las mujeres en tres obras dramáticas de Mario Vargas Llosa: La Señorita de Tacna, Kathie y el hipopótamo, y La Chunga.’

- Gustavo Ramón Carvajal (Universidad de La Salle, Bogota, Colombia): ‘La máscara de la seducción femenina en dos narraciones de Mario Vargas Llosa.’



9:40-10:00: Debate.





10:00-10:30 RECESO









SEGUNDA SESIÓN



10:30-11:30: ‘Personajes femeninos en la literatura y el cine latinoamericanos.’ Presidenta de mesa: Juana Arancibia (Instituto Literario y Cultural Hispánico, California, Estados Unidos).



- Diana Marcela Peña Reátiga (Universidad Industrial de Santander, Colombia): ‘Ilustración y libertad en el personaje de Genoveva Alcocer en la obra de Germán Espinosa.’

- Sonia Mereles Olivera (Sweet Briar College, Estados Unidos): ‘Cántico Cósmico de Ernesto Cardenal.’

- Natacha Mara Mell (SADE-Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda, Argentina): ‘La mirada femenina en el cine argentino.’



11:30-12:00: Debate.



12:00-14:00 ALMUERZO



TERCERA SESIÓN



14:00-15:00: ‘Historia e Literatura en América Latina.’



Presidente de mesa: Rubén Bareiro Saguier (Universidad del Norte, Paraguay, Premio Nacional de Literatura).

- Julián Pérez (Texas Tech University, Estados Unidos): ‘Ernesto Sábato: Sobre héroes y tumbas en su política.’

-Crespo Buiturón y Marcela Gladys (Universidad de Buenos Aires, Argentina): ‘En busca de los orígenes: Árbol de familia de María Rosa Lojo. La utopía de la identidad personal y nacional.’

-Walter Derbiz (Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina): ‘Testamentos, voluntad normativa de los padres respecto de sus hijos y tensiones en las prácticas de una familia de la elite porteña en la segunda mitad del siglo XIX.’



15:00-15:30: Debate.



15:30-16:00 RECESO



CUARTA SESIÓN



16:00-16:40: ‘Escritura de mujeres.’ Presidentas de mesa: Gaby Vallejo Canedo (Academia Boliviana de la Lengua Española) y Rosa Tezanos-Pinto (Indiana University-Purdue University, Estados Unidos).



- Graciela Bucci (ILCH-SADE, Argentina): ‘Multiplicidad de voces en Delmira Agustini. Una poeta transgresora de su tiempo histórico.’

- Berta Bilbao-Richter (ILCH, Argentina): ‘La escritura de mujeres de ayer a la luz del presente. Río de las congojas de Libertad Demitrópulos.’

- Cristina Pizarro (ILCH, Grupo ALEGRIA, Argentina): ‘Transfiguración de la infancia y erotismo en La flor de lis de Marosa Di Giorgio.’



17:00-17:40: Conferencia Plenaria: Presidente de mesa: Rubén Sapena Brugada (Universidad del Norte, Paraguay).



-Luis Alberto Ambroggio (Academia Norteamericana de la Lengua, Estados Unidos): ‘Voces femeninas de la poesía escrita en español en los Estados Unidos.’





17:40-18:00: Debate.

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Segunda Parte:





PROGRAMA DEL CONGRESO INTERNACIONAL

SALÓN 2





LUNES 8 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00: Presentación de libros.



- Lady Rojas Benavente (Concordia University, Canadá): Sus huellas son letras: escritoras hispano-canadienses, sus críticos y traductores en el 2010. Presentación a cargo de la editora.

- Carlos Villalobos Villalobos (Universidad de Costa Rica, Costa Rica): Insectidumbre. Presentación a cargo de José Ángel Vargas Vargas (Universidad de Costa Rica, Costa Rica)

- Liria Guedes (ILCH-SADE, Argentina): El amante invisible. Presentación a cargo de la autora.



10:00-10:30: Debate.





12:00-14:00 ALMUERZO



TERCERA SESIÓN



14:00-15:30: Presentación de libros.

Presidente de mesa: José Ángel Vargas (Universidad de Costa Rica, Costa Rica).



- Luis Alberto Ambroggio (Academia Norteamericana de la Lengua Española): La arqueología del viento/The Winds’Archeology. Edición bilingüe. Presentación a cargo de Adriana Corda (Universidad de Tucumán, Argentina).

- Publicaciones de la Academia Norteamericana de la Lengua Española: Gabriela Mistral y los Estados Unidos y Al pie de la Casa Blanca. Poetas hispanos de Washington, D.C. Presentación a cargo de Luis Alberto Ambroggio (Academia Norteamericana de la Lengua Española).

- Lady Rojas Benavente (Concordia University, Canada): Voces negras de las Américas. Un diálogo contemporáneo/Vozes negras das Américas. Um diálogo contemporáneo. Presentación a cargo de la autora.





15:30-16:00 RECESO





CUARTA SESIÓN



16:00-17:30: ‘Panel de escritores.’



Presidentas de mesa: Renée Ferrer (Paraguay), y Gaby Vallejo Gaby Vallejo Canedo (Academia Boliviana de la Lengua Española).

- Renée Ferrer (Paraguay), Ester de Izaguirre (Argentina), Luis Alberto Ambroggio (Estados Unidos), Rubén Bareiro Saguier (Paraguay), Lourdes Espínola (Paraguay).



17:30-18:00: Debate.

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MARTES 9 DE AGOSTO





9:00-10:00: Presentación de libros.



Presidenta de mesa: Betsy Partika (Ohio University, Estados Unidos)



- Marta Cristina Salvador (ILCH, Argentina): Mi piel, tu piel. Presentación a cargo de Cecilia Glanzmann (ILCH, Argentina).

- Marina Fagundes Coello (ILCH/SADE, Argentina): Poemas de luz y sombra y Vestigios do silencio. Presentación a cargo de Graciela Bucci (ILCH, Argentina).

- Ana María de Benedictis (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina): De rodillas por siempre. Presentación a cargo de Mabel Fontau (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina).

- Mabel Fontau (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina): Espacios sin tiempo. Presentación a cargo de Darcy Tortonese (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina).



10:00 a 10:30 RECESO



SEGUNDA SESIÓN

10:30 a 11:30: ‘Personajes femeninos en la literatura latinoamericana.’

Presidente de mesa: Alberto Julián Pérez (Texas Tech University, Estados Unidos).



- Nélida Norris (ILCH, Argentina): ‘Ficción y realidad en dos novelas de Teresa de la Parra.’

- Queli Pariente (ILCH, USA): Presentación de PowerPoint: ‘Cuadratura del círculo: Trinidad femenina en la plástica sabatiana.’



11:30 a 12:00: Debate



12:30 a 14:00 ALMUERZO







MIÉRCOLES 9 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00: ‘Homenaje a Juana Arancibia.’



Presentación a cargo de Graciela Bucci (Argentina, Bertha Bilbao-Richter (Argentina), Cecilia Glanzmann (Argentina) y Cristina Pizarro (Argentina).



10:00-10:30: Debate.





10:30-11:00 RECESO



SEGUNDA SESIÓN



11:00-11:30: Proyección del cortometraje de Graciela Bucci (ILCH-SADE, Argentina), ‘Si decir basta.’ Presentación a cargo de Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina).

Presidente de mesa: Jorge Pérez Paiva (UniNorte, Paraguay).



11:30 a 12:00: Debate.



12:00-14:00 ALMUERZO



TERCERA SESIÓN



14:00-15:30: Presentación de libros.



Presidenta de mesa: Graciela Bucci (ILCH).

- María Isabel Gélvez (Universidad Nacional de la Patagonia, Argentina): Chubut nos habla: Selección de voces. Antología. Presentación a cargo de la autora.

- Sonia Ema Jones (Universidad Nacional de la Patagonia, Argentina): Chubut nos habla: Selección de voces. Antología. Presentación a cargo de la autora.

- Lady Rojas Benavente (Concordia University, Canada): Canto poético a capella: Escritoras peruanas de 1900 a 1960. Presentación a cargo de Rosa Tezanos-Pinto (Indiana University-Purdue University, USA).

- Gladys Abilar (Gente de Letras/SADE, Argentina): Las lágrimas de Tánato. Novela. Presentación a cargo de Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina).



15:30-16:00: Debate.



16:00-16:30 RECESO



CUARTA SESIÓN



16:30-17:30: Presentación de libros.



Presidenta de mesa: Marta Cristina Salvador (ILCH, Argentina).



- Elena Garzón (ILCH, Argentina): De tiempo iluminado. Poesía.; Entre dos aguas. Cuentos. Presentación a cargo de la autora.

- Nuri Escorza Balasch (ILCH, Asociación Americana para la Poesía, USA): Permanecer. Poemario. Presentación a cargo de la autora.

- Sonia Mereles Olivera (Sweet Briar College, Estados Unidos): Puros cuentos. Presentación a cargo de la autora.

- Amanda Patarca (ILCH, USA): El convite la mora. Novela; y El convite de Lola Mora. Drama. Presentación a cargo de Celia Coppa (ILCH, USA).



17:30-18:00: Debate.





JUEVES 11 DE AGOSTO





PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00: ‘El cuerpo escritor.’



Presidenta de mesa: Cristina Pizarro (ILCH, Grupo ALEGRIA, Argentina):



- Sandra Araya Rojas (Universidad de Chile, Chile): ‘El poder invisible en Rey Planta de Manuela Infante: monólogo de un sujeto desplazado del cuerpo.’

- María Ángeles Moltó (Universidad de Castilla-La Mancha, España): ‘El recuerdo como narrativa: infancia, cuerpo y prohibiciones.’

- David Fernando Torres Lizarazu (Argentina): ‘La muerte como liberación de la subyugación de la mujer en De gozos y desvelos de Roberto Burgos Cantor.’



10:00-10:30: Debate.



10:30-11:00 RECESO





SEGUNDA SESIÓN



11:00-12:00: ‘Voces femeninas.’



Presidenta de mesa: Otilia Cortez (University of New York, Oswego, Estados Unidos).



- Micaela Fernández Darriba (Foeminas, Xénero, Argentina): ‘El anhelo de una habitación propia.’

- Carlos Manuel Villalobos (Universidad de Costa Rica, Costa Rica): ‘Contra el nombre del padre: la crítica literaria feminista en Centroamérica.’

- Valeria Badano (Argentina): ‘Escritoras: cuando la voz se hace pública.’



11:30-12:00: Debate.



12:00-14:00 ALMUERZO





TERCERA SESIÓN



14:00-15:00: ‘Realidad y ficción en la escritura femenina latinoamericana.’



Presidenta de mesa: Micaela Fernández Darriba (Foeminas, Xénero, Argentina).

- Rosa Tezanos Pinto (Indiana University, Estados Unidos): ‘Los universos de Blanca Varela y la inmolación de la palabra.’

- Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina): ‘El regreso del Joven Príncipe, de Alejandro Guillermo Roemmers. Implicancias pedagógicas.’

- Luis César Guedes Arroyo y Bertha Bilbao-Richter (ILCH- SADE, Argentina): ‘Aspectos de la obra de Estrella Arroyo de Guedes.’





15:00-15:30: Debate.



15:30-16:00 RECESO



CUARTA SESIÓN



16:00-16:40: ‘Psicología femenina.’



Presidenta de mesa: Rosa Tezanos Pinto (Indiana University, Estados Unidos).



- Luis Guedes (ILCH, Argentina): ‘La crisis del amor y la psicología de la sexualidad femenina.’

- Marta Cristina Salvador (ILCH, Argentina): ‘Alfonsina Storni, una mujer para admirar.’

16:40-17:00: Debate.



























Tercera Parte:





PROGRAMA DEL CONGRESO INTERNACIONAL



AUDITORIO DEL AMBA’Y - SALÓN 1





VIERNES 12 DE AGOSTO



PRIMERA SESIÓN





9:00-10:00: ‘Creación Femenina y el Cuerpo Escritor.’





Presidenta de Mesa: Mabel Fontau (ILCH).



- Berta Bilbao Richter (ILCH, Argentina): ‘Exploraciones Literarias de Juana

Arancibia.’



- Marta Cristina Salvador (ILCH, Argentina): ‘Alfonsina Storni, una mujer

para admirar. Vida y Obra.’



- Luis Guedes (ILCH, Argentina): ‘La crisis del amor y la psicología de la

sexualidad femenina.’



10:00-10:30: Debate.



10:30-11:00 RECESO



SEGUNDA SESIÓN



11:00-12:00: ‘Presentación de libros alrededor de la obra de Cecilia Glanzmann.’



- Cristina Pizarro (ILCH, Grupo A.L.E.G.R.I.A., Argentina): Obra Poética.

Presentación a cargo de Cecilia Glanzmann (ILCH-SADE, Gente de Letras,

Argentina).

- Cecilia Glanzmann (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina): Aprendiz de Pájaro. Presentación a cargo de Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina).



- Cecilia Glanzmann (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina): Juglares del Silencio-Patagonia. Presentación a cargo de la autora.

- Carlos Flores (ILCH, Argentina): Dos poemas musicalizados.



12:00-14:00 ALMUERZO



TARDE LIBRE: VISITA TURÍSTICA



TERCERA SESIÓN



17:00-18:00: Entrega de los Premios del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California.



Presidenta de mesa: Rosa Tezanos-Pinto (Indiana University-Purdue University at Indianapolis, Estados Unidos).



Premios presentados por Juana Alcira Arancibia, Presidenta del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California.



- Rubén Bareiro Saguier (Universidad del Norte, Paraguay). Presentación a

cargo de Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay).

- Gaby Vallejo (Academia Boliviana de la Lengua Española, Bolivia). Presentación a cargo de Lady Rojas Benavente (Concordia University, Canadá).

- Juan Manuel Marcos (Universidad del Norte, Paraguay). Presentación a

cargo de Teresa Méndez-Faith (Saint-Anselm College, Estados Unidos).



20:30: Ballet Contemporáneo por la Compañía de Ballet de la Universidad del Norte, Teatro José Asunción Flores del Banco Central del Paraguay.







Cuarta Parte:





PROGRAMA DEL CONGRESO INTERNACIONAL



AULA MAGNA DE LA FACULTAD DE POSTGRADO





VIERNES 12 DE AGOSTO





PRIMERA SESIÓN



9:00-10:00:



Presidente de Mesa: Carlos Villalobos Villalobos (Universidad de Costa

Rica).

- Berta Bilbao-Richter (ILCH, Argentina): ‘Conversación con Edna Pozzi,

Autora del Libro El Ruido del Viento (Novela).’



10:00-10:30: Debate.



10:30-11:00 RECESO





SEGUNDA SESIÓN



11:00-12:00: ‘Presentación de Libros.’



Presidenta de Mesa: Liria Gueres (ILCH).



- Nélida Norris (Ilch): Semblanzas Críticas de la Literatura Iberoamericana.

Presentación a cargo de Graciela Bucci (ILCH, Argentina) y Bertha Bilbao-Richter (ILCH, Argentina).

- Julio Cesar Forcat (ILCH): La Diosa Fálica. Presentación a cargo de Guillermo Ibañez (ILCH, Argentina).

- Olga Ferrari (ILCH, Argentina): Se vende o Se alquila. Cuentos. Presentación a cargo de Darcy Tortonese (ILCH-SADE, Gente de Letras, Argentina).

- Amanda Patarca (ILCH, Argentina): El altar de los Perfumes. Poemas. Presentación a cargo de Elena Garzón (ILCH, Argentina).







12:00-14:00 ALMUERZO









TERCERA SESIÓN



14:15 -15:30: ‘Literatura del Paraguay: la juventud como protagonista y autora.’



Presidentes de mesa: Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay) y Miguel Ángel Fernández (Universidad Nacional de Asunción, Paraguay)..



- Santino Balbuena (Universidad del Norte, Paraguay): ‘La alienación moderna del hombre.’

- Lucinda Barrientos (Universidad del Norte, Paraguay): ‘El arte de escribir obras como introducción al encuentro, descubrimiento y conocimiento.’

- Claudia Espínola (Universidad del Norte, Paraguay): ‘La mujer paraguaya en la literatura actual.’

- José Miguel Paredes Gómez-Sanjurjo (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Acordes cotidianos. Mario Benedetti.’

- Patricia Pineda (Universidad del Norte, Paraguay): ‘El aporte literario de Irina Ráfols y Lita Pérez Cáceres.’

- Irma Ramírez (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Lo religioso y lo profano en la obra de Sor Inés de la Cruz.’

- Patricia Silvero (Universidad del Norte, Paraguay): ‘El ruido del silencio.’



15:30 -16:00: Debate.



16:00-16:40: ‘La tragedia de Ycúa Bolaños vista por escritores.’



Presidente de mesa: Rubén Bareiro Saguier (Universidad del Norte, Paraguay):

- Alain Saint-Saëns (Universidad del Norte, Paraguay): ‘Sobre la escritura del poema Ycúa Bolaños.’

- Gabriel Cárdenas Rojas (Universidad Columbia, Paraguay): ‘El cuento El amor en llamas.’

Esa es mi profe

Carta de Márgara Averbach a Revista Ñ a propósito del artículo que copio abajo:


Carta publicada en Ñ, sábado 20, agosto, 2011

Quiero discutir las ideas del artículo “El negocio de pertenecer a la tribu”. No hay duda de que lo que expresa el artículo es una racionalización del rechazo que sienten ciertas partes de la sociedad estadounidense frente a la lucha de las minorías étnico-raciales por sus propios derechos, incluyendo el de conservar sus culturas y visiones del mundo. No es cierto que “es el mercado el motor de la reconstrucción de etnicidades debilitadas y dispersas”; al contrario, el mercado es el enemigo de esas construcciones. Desde la llegada de los europeos al continente americano esas etnicidades (que estaban en su propia tierra, no hay que olvidarlo) se defendieron de diferentes maneras frente a visiones del mundo absolutamente contrarias a la propia y sobre todo, invasoras. Una de esas maneras se llama “apropiación inversa”: apropiarse de herramientas, armas, lenguaje de los invasores y usarlas para los fines de los invadidos. Lo que Joy Harjo y Gloria Bird (dos grandes escritoras amerindias) llaman “reinventar el idioma de los enemigos”.
Las comunidades amerindias son las más pobres en los Estados Unidos, las que tienen menos expectativa de vida y menos ingresos. Los famosos casinos no cambiaron eso. Fueron una forma (que se consiguió con lucha) que se dio a comunidades condenadas a tierras totalmente inservibles (hasta que encontraron petróleo en algunas, claro, y entonces quisieron invadirlas de nuevo) para salir adelante de alguna forma. Los casinos cambiaron parte de la cultura amerindia y eso se relata desde dentro en novelas como El bingo de Louise Erdrich. Pero aquí hay un problema y es que la idea de que habría una “indianidad auténtica” que debería rechazar todo lo tecnológico (como se dice a comienzos del capítulo) es un punto de vista absolutamente blanco. La identidad amerindia es flexible y cambiante, no está congelada en el tiempo como la imaginan los conservadores blancos. Tiene capacidad para adaptarse a los tiempos, como debe hacer toda cultura viva.
¿Un ejemplo de primera mano? El año pasado, fui a un congreso sobre literatura amerindia estadounidense en el casino de una reservación de los indios pueblo cerca de Nuevo México. Hablé con los empleados del hotel (todos de la comunidad) y con los dirigentes y escritores que habían venido al congreso. Lo que me explicó Simon Ortiz, uno de los grandes poetas ácoma pueblo, fue que entre los pueblos, el dinero del casino no se destina a consumos individuales sino a comprar tierra común para las reservaciones. Es decir, se usa dentro de la visión del mundo pueblo, en la que lo esencial es la relación de la comunidad con lo no humano, con el planeta todo. El artículo invisibiliza por completo la fuerza extraordinaria del movimiento amerindio en los Estados Unidos y la forma, nuevamente extraordinaria, en que esas culturas defienden al planeta con visiones del mundo en las que el ser humano es pariente (no dueño) de la Tierra. El hecho de que son, como ha dicho E. Galeano, “la conciencia de la humanidad” entera.


Márgara Averbach






El negocio de pertenecer a la tribu


Las perspectivas comerciales que abre el mercado posibilitan en ocasiones la reconstrucción de etnicidades debilitadas, afirma un ensayo recientemente publicado en castellano. ¿Qué hay detrás del “estilo étnico-chic”?


Por PABLO STEFANONI

Somos indígenas de la posmodernidad, queremos tractores e Internet”, dijo una vez el líder aymara Felipe Quispe, quien se ganó el respeto de los bolivianos a fuerza de bloqueos y cercos a La Paz en los primeros años 2000, al estilo de los que Tupak Katari realizó en 1781 y por los cuales terminó descuartizado. Evo Morales suele repetir que su sueño es que sus “hermanos campesinos” pastoreen sus llamas hablando por celular. Por eso no debería llamar la atención que la consigna del “vivir bien” ( suma qamaña ) o “buen vivir” ( sumaj kawsay ) que hoy intenta constituir un programa poscapitalista desde lo indígena se enfrente a una serie de tensiones, ambigüedades y ambivalencias. Una de las dificultades es que cuestiones como el vínculo indígenas-naturaleza o indígenas-comunidad deja de ser evidente cuando muchos indígenas, hoy, son urbanos y/o migrantes. Otra, quizá más estructural, es que el capitalismo –especialmente en su etapa neoliberal– ha logrado absorber muchas de las reivindicaciones étnico culturales. Una de las vías fue el multiculturalismo (en Bolivia el primer vicepresidente aymara, Víctor Hugo Cárdenas, llegó al gobierno en el auge del neoliberalismo: 1993-1997); otra es, sin duda, el mercado.

La primera es más conocida, autores como Frederic Jameson o Slavoj Zizek entre muchos otros, han escrito sobre los vínculos entre neoliberalismo, debilitamiento del Estado y multiculturalismo. La segunda está a menudo menos explorada de manera sistemática, al menos en los textos que circulan en América Latina. Por eso el libro Etnicidad S.A., de los antropólogos sudafricanos John y Jean Comaroff recientemente editado en español contribuye a llenar este vacío y a posibilitar un diálogo entre las visiones que prevalecen en nuestra región con lo que ocurre por ejemplo en EE.UU. Allí una parte de los indígenas se ha integrado de manera eficaz y perdurable con el “capitalismo de casino” mediante un sistema de autonomías soberanas que les permite no pagar impuestos federales y monopolizar gran parte del negocio del juego de azar.

Que los montos que manejan muchas tribus no son despreciables lo deja en claro una contundente declaración del vicejefe de la tribu seminole, Max Osceola, en 2006: “Nuestros antepasados vendieron Manhattan por baratijas. Hoy, con la adquisición del Hard Rock Cafe, recuperaremos Manhattan hamburguesa por hamburguesa”. Vestidos con atuendos típicos los indios seminole anunciaron la compra de la emblemática cadena de hoteles, cafés y casinos por... 965 millones de dólares. Pero no obstante esta imagen tan alejada de los estereotipos creados por las series de televisión estadounidense, el proceso de transformación de la etnicidad en empresa –eje de Etnicidad S.A. –está bastante alejado de la abundancia generalizada y equitativa: mientras algunas tribus participan de las grandes ligas de inversores otras quedaron rezagadas a las reservas, entre el alcholismo y la pobreza.

Según un estudio de la consultora Pricewaterhouse Coopers difundido en la prensa, en 2006 los casinos de las tribus nativas ingresaron 25.100 millones de dólares, lo que hizo palidecer los 6.000 millones que obtuvieron el conjunto de casinos que operan en Las Vegas. Según los datos oficiales de la Comisión Nacional del Juego Indio, el volumen de negocio conseguido en 2006 duplicaba el logrado tan sólo cinco años antes, en 2001. Sobre este tema, John y Jean Comaroff se permiten un comentario ácido: “Para nosotros la ironía no radica tanto en que estos pueblos no veían contradicción alguna entre cultura y capitalismo como en el hecho de que sí la hayan visto tantos antropólogos alguna vez”. Otros “indios” usaron la autonomía soberana con otros fines: los navajos, por ejemplo, firmaron acuerdos con Cuba de nación a nación para venderle maíz Navajo Pride; mientras que el grupo Agua Caliente de indios cahuilla entró, en 2002, en una serie de demandas y contrademandas con la Comisión de Prácticas Políticas Imparciales de California por no haber declarado contribuciones políticas por más de ocho millones de dólares.

Pero quizás uno de los hallazgos del libro de los Comaroff es mostrar cómo a veces, contra la intuición corriente, es el mercado –las perspectivas comerciales que abre– el motor de la reconstrucción de etnicidades debilitadas e identitariamente dispersas. Obviamente, a menudo esta etnicidad reconstituida responde más a ciertos factores globales (incluyendo estéticas adaptadas al mundo global que un medio llamó “estilo étnico-chic”) que a simples retornos a los orígenes.

Como señala la pareja Comaroff, el espíritu de empresa está presente incluso para poner en acto la otredad. De hecho, los originarios a menudo son tan otros como los extranjeros frente a sus propias prácticas ancestrales reconstituidas. Un anciano tsuana (sudafricano) expresaba sin ambigüedades el pasaje de la supervivencia cultural a la supervivencia por medio de la cultura: “Si no tenemos nada nuestro que vender, ¿entonces no tenemos cultura?”.

Con todo, la transformación de la etnicidad en empresa genera un problema adicional. Si en la actualidad la identidad étnica suele considerarse un tema de autoidentificación (así es por ejemplo en el censo boliviano), ello se complica cuando hay centenares de millones en juego. Poder o no formar parte de un consorcio de etnoaccionistas requiere, sin duda, criterios más objetivos. Por ello algunas empresas –como DNA Tribes, Ethnoancestry, GeneTree– se dedican a testear, por módicas sumas, la “mezcla racial” de una persona. En 2002, la firma DNA Print Genomics logró –mediante el test AncestrybyDNA 2.0– que un hombre de Utah probara sus orígenes indígenas y fuera admitido en una etnoempresa. Pertenecer al mundo indígena no siempre es fácil: hubo casos de expulsiones masivas de miembros/socios y un chiste resumía los entuertos señalando que “cuanto más rica es una tribu más alto es el porcentaje de sangre necesario para demostrar que se pertenece a ella”.

Es claro que el interés por las manifestaciones políticas de la etnicidad ha desplazado otras vías de análisis (como la etnicidad-empresa), que complejizan más aún la dialectica resistencia/asimilación. No se trata solamente de EE.UU. –aunque allí se condensa más–: el caso de los indígenas ecuatorianos que controlan “etnobancos”, y cuyos gerentes elogiados como emprendedores por la CNN visten ponchos tradicionales, es otro ejemplo de esta tensión. Y de las complejidades que por momentos no deja ver el término indígena, a veces pronunciado como si se tratara de grupos que simplemente “están ahí”, o mejor, que “siempre estuvieron ahí”, sin más.

¿Simpatizarán los dueños del Hard Rock con Evo Morales? Quizá sí porque reivindica una identidad indígena (subalterna) a escala global; quizá no mucho cuando habla contra el capitalismo mundial y estadounidense en particular.

18 de agosto de 2011

Audio

Me encantó mi estreno de sistema de subida de audio.
Nunca puedo ir a los teóricos y hasta ahora había cursado materias que se desgrababan y era bastante denso leer los teóricos en papel o estaban buenos pero se me juntaban y me tenía que comer horas y horas antes del parcial o del final.
Cuando cursé Argentina II que no se desgraba no tenía ni idea de lo que se decía en teóricos y me manejaba solamente con profe de práctico y bibliografía crítica.
Ayer, en cambio, estuve tres horas en la cocina d emi casa, sentada frente a la net y mi cuaderno, escuchando el segundo teórico de Norteamericana. Buenísimo escucharla a Márgara Averbach sin tener que viajar dos horas y sin estar cuatro en la facu. Gracias a los comañeritos que prometen subir los audios en snips.

Harriet Tubman


Harriet Tubman
De Wikipedia, la enciclopedia libre


Harriet Tubman (nacida como Araminta Ross en 1820 y fallecida el 10 de marzo de 1913) fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo. Posteriormente ayudó a John Brown tras su toma del arsenal de Harpers Ferry, y tras la guerra luchó por conseguir el sufragio para las mujeres. Nació en esclavitud en el Condado de Dorchester, Maryland. Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. Como consecuencia de la herida, sufrió ataques de apoplejía, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida.
En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras ello, regresó inmediatamente a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o «Moses», como era llamada) “nunca perdió un pasajero”. A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.

Rit luchó para mantener la familia unida pero la esclavitud lo impidió. Edgard Brodess vendió a tres de sus hermanas (Linah, Mariah Ritty, y Soph), separándolas de la familia para siempre. Cuando un comerciante de Georgia propuso a los Brodess la compra del menor de los hijos de Rit (Moses), ésta le escondió durante un mes ayudada por otros esclavos y negros libres de la comunidad, e incluso llegó a enfrentarse directamente con su propietario por la venta. Finalmente cuando, Brodess y el comerciante de Georgia fueron a los alojamientos de los esclavos para llevarse al niño, Rit les amenazó directamente con «abrirles la cabeza». Brodess se retractó de su idea y abandonó la venta. Los biógrafos de Tubman coinciden en la idea de que este episodio influyó directamente en ella haciéndola creer en sus posibilidades de rebelarse frente a la esclavitud.

Infancia

Dado que su madre fue asignada como criada a la casa del patrón y no tenía tiempo para dedicar a su propia familia, ya de niña, Harriet tuvo que cuidar de un hermano menor y de un bebé. A la edad de seis años, fue empleada como niñera para una mujer de nombre «Miss Susan». A Tubman se le encomendó la misión de vigilar a un bebé mientras éste dormía. Si el niño se despertaba llorando, Tubman era azotada con el látigo. Ella contaba que una vez fue flagelada hasta cinco veces antes del desayuno. Las cicatrices ocasionadas la dejarían marcada de por vida. En una ocasión, amenazada tras robar un terrón de azúcar, Tubman se escondió en una pocilga cercana durante cinco días. Allí se alimentó de la comida echada a los animales. Tras ser descubierta regresó a la casa de Miss Susan donde recibió una dura paliza. Para protegerse de los latigazos, en muchas ocasiones se vestía con varias capas de ropa. En otra ocasión, mordió en la rodilla a un hombre blanco que la estaba golpeando, tras ello el hombre no volvió a acercársele.
Esclavos – como este hombre, fotografiado en 1863 – eran brutalmente flagelados.

Tubman trabajó también en la casa de un hacendado de nombre James Cook, donde se la encomendó vigilar las trampas para ratas de un pantano cercano. Como la obligaban a trabajar en aguas muy frías, enfermó seriamente y fue devuelta a casa, donde su madre cuidó de ella hasta su restablecimiento. Despues fue asignada a trabajar a varias granjas. A medida que crecía se le asignaron trabajos de campo cada vez más penosos y duros como arar o trasportar troncos.


Herida en la cabeza

Un día, siendo adolescente, Tubman fue a un almacén de telas para recoger suministros. Allí encontró a un esclavo, propiedad de otra familia, que había abandonado sus tierras sin permiso. Su supervisor, furioso, ordenó a Tubman que le ayudara a capturar al joven pero ella se negó. El esclavo salió corriendo y el supervisor, para evitar su huida, le lanzó una pesa de un kilogramo desde el almacén. Sin embargo, falló el lanzamiento y golpeó accidentalmente a Tubman. Ésta siempre creyó que su pelo (recogido como si fuera una cesta) le había salvado la vida. Sangrando y semiinconsciente, regresó a la casa de su dueño y se sentó en el telar, permaneciendo allí durante dos días sin recibir asistencia médica. Inmediatamente fue enviada de nuevo a trabajar la tierra. Su jefe dijo que no valía para nada y fue mandada de regreso con los Brodess, quienes intentaron venderla sin éxito. Fue en esa época cuando comenzó a sufrir mareos y en ocasiones a desmayarse, episodios que fueron alarmando a su familia. Larson sugiere que ella sufría epilepsia del lóbulo temporal como resultado de las heridas.

Tubman recibió la herida en la cabeza en un momento de su vida en el que se estaba convirtiendo en una persona profundamente religiosa. Como era analfabeta, su conocimiento de la Biblia lo había adquirido gracias a las historias que su madre le había contado desde niña. Ella rechazaba las interpretaciones de las escrituras realizadas por los blancos, relativas a la obediencia de los esclavos, y encontró su guía en las enseñanzas del Antiguo Testamento. Tras su traumatismo craneal, Tubman comenzó a experimentar visiones y sueños, que consideraba signos de la presencia de Dios. Esta perspectiva religiosa influyó profundamente en toda su vida.


Familia y matrimonio

En 1840, el padre de Tubman, Ben, fue liberado de la esclavitud a la edad de 44 años, como estipulaba el testamento de su antiguo dueño. Él continuó trabajando como capataz para la familia Thompson, quienes habían sido sus propietarios. Años después, Tubman contrató a un abogado blanco al que pagó cinco dólares para investigar sobre el estatus legal de su madre. El abogado descubrió que su propietario había dado instrucciones para que Rit, al igual que su marido, fuera liberada a la edad de 45 años. Esto significaba que una resolución similar se aplicaría a los hijos de Rit y, por tanto, todos sus descendientes nacidos después de que ella cumpliera 45 años serían legalmente libres. Sin embargo, las familias Pattison y Brodess habían ignorado esta cláusula cuando heredaron los esclavos.

En, o alrededor de, 1844, Harriet se casó con un hombre negro libre llamado John Tubman. Aunque no se sabe mucho de él o de su vida juntos, la unión fue complicada debido al estatus de esclava de ella. Esto implicaba que cualquier hijo nacido del matrimonio pasaría a ser esclavo. Los matrimonios entre personas esclavas y libres eran comunes en el Eastern Shore de Maryland, donde la mitad de la población negra era libre. Larson indica que la pareja podría haberse planteado la compra de la libertad de Tubman.

Tubman cambió su nombre de Araminta a Harriet tan pronto se casó, aunque la fecha exacta se desconoce. Larson sugiere la posibilidad de que el cambio se realizara inmediatamente después de la boda, y Clinton coincide en que Tubman planeaba escapar de la esclavitud.Adoptó el nombre de su madre como parte de su conversión religiosa o en honor a una hermana desaparecida.

Huida de la esclavitud


En 1849, Tubman volvió a enfermar, por lo que su valor como esclava volvió a disminuir. Edward Brodess intentó venderla por este motivo pero no encontró ningún comprador. Enfadada por la decisión de Brodess, Tubman comenzó a rezar, rogando a Dios que le hiciera cambiar de opinión. «Recé todas las noches a mi señor», diría después, «hasta principios de marzo estuvo trayendo a gente e intentando venderme». Cuando parecía que la venta podía concretarse, cambió de táctica. «Cambié mis oraciones» dijo. «A principios de marzo empecé a rezar, Oh Señor, si no puedes cambiar el corazón de ese hombre, mátale». Una semana después, Brodess murió, y Tubman se arrepintió de sus sentimientos. Irónicamente, la muerte de Brodess aumentó las posibilidades de vender a Tubman y de que por lo tanto su familia fuera separada. Su viuda Eliza comenzó a gestionar la venta de los esclavos de la familia. Tubman se negó a esperar que la familia Brodess la vendiese y decidió huir, a pesar de los esfuerzos que hizo su marido para disuadirla. «Podía hacer dos cosas», explicaría, «libertad o muerte; si no podía tener una, tendría la otra».
Anuncio publicado en el Cambridge Democrat, ofreciendo trescientos dólares de recompensa por Araminta (Minty) y sus hermanos Harry y Ben.

Tubman escapó junto a sus hermanos Ben y Henry el 17 de septiembre de 1849. Tubman había sido vendida al Dr.Anthony Thompson, quien poseía una extensa plantación llamada Poplar Neck en las cercanías del condado de Carolina, donde también trabajaban sus hermanos. Como los esclavos estaban ya vendidos a otro propietario, Eliza Brodess probablemente no detectó la ausencia durante unos días. Sin embargo dos semanas después publicó un anuncio en el Democrat, ofreciendo cien dólares por cada esclavo devuelto. A pesar de haber conseguido escapar, los hermanos de Tubman lo pensaron mejor, Ben había sido padre recientemente, y decidieron regresar forzando a Tubman a regresar con ellos. Poco después, Tubman escapó por segunda vez, en esta ocasión sin sus hermanos. La noche anterior a su fuga, Tubman intentó despedirse de su madre. Localizó a Mary, una compañera de confianza, y le cantó una canción con una despedida codificada en ella: «te encontraré en la mañana», entonó, «me dirigiré a la tierra prometida».

La ruta utilizada por Tubman para su huida no se conoce con exactitud, de lo que si se tiene constancia es de que Tubman utilizó la red conocida como ferrocarril subterráneo. Este sistema informal pero bien organizado estaba formado por negros libres, blancos abolicionistas y activistas cristianos. Muchos de sus miembros pertenecían a la Sociedad Religiosa de los Amigos, a menudo llamados cuáqueros.[35] La zona de Preston cercana a Poplar Neck en el Condado de Caroline, Maryland contaba con una importante comunidad cuáquera, y fue probablemente el primer lugar donde Harriet paró durante su huida. Desde allí es probable que tomara una ruta bastante común en las huidas de esclavos: hacia el noroeste atravesando Choptank River y Delaware y luego hacia el norte para entrar en Pennsylvania. Un viaje de casi noventa millas (145 kilómetros) que, realizado a pie, podía durar entre cinco días y tres semanas.
El peligroso viaje obligó a Tubman a viajar de noche, guiada por la Estrella Polar, para evitar a los cazadores de esclavos. Los guías del ferrocarril subterráneo utilizaban diversas instalaciones para esconder a los fugados, como las conocidas “Casas Seguras”, que pertenecían a blancos abolicionistas. En una de sus primeras paradas, la señora de la casa ordenó a Tubman que barriera la hierba de forma que pareciera que trabajaba para la familia. Cuando cayó la noche, la familia la escondió en un carro y la llevó hasta la siguiente casa. Dada la familiaridad de Tubman con los bosques y pantanos de la región, es posible que se escondiera en estas zonas durante el día. Tubman no habló de la ruta que había utilizado para escapar hasta los últimos años de su vida, con objeto de que otros esclavos pudieran utilizarlas.

Cuando llegó a Pensilvania sintió una mezcla de alivio y emoción. Años después, al recordar la experiencia, dijo: «Cuando supe que había atravesado la frontera, miré mis manos para comprobar si seguía siendo la misma persona. El sol con sus rayos dorados atravesaba los árboles y caía sobre los campos y yo sentí que estaba en el cielo».


"Moses"

Nada más llegar a la ciudad de Filadelfia, Tubman empezó a añorar a su familia. «Era una extraña en una tierra extraña —diría—. Mis padres y hermanos estaban en Maryland. Pero yo era libre y quería que ellos también lo fueran». Comenzó a trabajar y a ahorrar dinero. Al mismo tiempo el Congreso de los Estados Unidos aprobó la «Ley de Esclavos Fugitivos», la cual obligaba a los organismos oficiales (incluidos los de aquellos estados en los que no existía esclavitud) a ayudar en la captura de los esclavos que habían huido, e imponía fuertes castigos a quienes escaparan. La ley aumentó los riesgos para los esclavos que se habían escapado, por lo que muchos marcharon a Canadá. Mientras, la tensión racial aumentaba en la ciudad de Filadelfia.

En diciembre de 1850, Tubman fue informada de que su sobrina Kessiah iba ser vendida (junto a sus dos hijos, James Alfred de seis años y la recién nacida Araminta) en Cambridge, Maryland. Horrorizada por la posibilidad de que su familia quedara rota, Tubman hizo algo que pocos esclavos solían hacer: voluntariamente regresó a la tierra de su esclavitud. Fue a Baltimore donde su cuñado Tom Tubman, la escondió hasta el momento de la venta. El marido de Kessiah un hombre negro libre llamado John Bowley, realizó una puja por su mujer. Posteriormente cuando el preparaba el pago, Kessiah y sus niños se escondieron en una “Casa segura” cercana. Cuando llegó la noche, Bowley embarcó a su familia en una canoa y navegaron sesenta millas hasta Baltimore, desde donde Tubman llevó a la familia hasta Filadelfia.

La siguiente primavera regresó a Maryland para guiar hacia la libertad a otros miembros de su familia. En este segundo viaje ayudó a escapar a su hermano Moses y a dos hombres no identificados. En ese tiempo Tubman trabajaba con el abolicionista Thomas Garrett en Wilminton, Delaware; y comenzó a ser conocida como Moses (Moisés), en alusión al profeta que guió a los hebreos hacia la libertad.

Durante una entrevista con el autor Wilbur Siebert en 1897, Tubman reveló algunos de los nombres de los colaboradores y lugares utilizados por el ferrocarril subterráneo. Se alojaba en la casa de Sam Green, un pastor negro y libre de New Market, Maryland; además se escondía en las cercanías del hogar de sus padres en Poplar Neck en el condado de Carolina. Desde allí viajaba hacia el noroeste a Sandtown y a Willow Grove, Delaware, y a la zona de Camden donde William y Nat Brinkley, y Abraham Gibbs la guiaban hacia el norte hasta llegar a Dover, Smyrna, y Blackbird, donde otros guías la ayudaban a cruzar el canal Chesapeake-Delaware hacia New Castle y Wilmington. En Wilmington, Thomas Garrett se encargaba del transporte hasta la oficina de William Still o hacia las casas de otros miembros del ferrocarril subterráneo en la zona de Filadelfia. Still, un famoso colaborador negro, era el responsable de ayudar a los huidos en su camino hacia otras zonas más seguras, como Nueva York, Nueva Inglaterra y Canadá. A finales de 1851, Tubman regresó al Condado de Dorchester por primera vez desde su huida; con intención de encontrar a su marido John. Había ahorrado dinero, con el que compró una chaqueta para él y viajó al sur. Mientras, John se había casado con otra mujer llamada Caroline. Tubman intentó convencerle para que se uniera a ella, pero él insistió en que se encontraba feliz en aquel lugar. Conteniendo su enfado, ayudó a escapar a otros esclavos y los guió hacia Filadelfia. John y Caroline crearon una familia juntos hasta que él fue asesinado, dieciséis años después, en una discusión con un hombre blanco llamado Robert Vincent.


Frederick Douglass, quien trabajó para abolir la esclavitud junto a Tubman.

Debido a la legislación existente, el norte de Estados Unidos se había convertido en una zona cada vez más peligrosa para los esclavos huidos, por ello muchos comenzaron emigrar hacia Canadá. En diciembre de 1851, Tubman guió hacia ese país, a un grupo de 11 fugitivos- entre los que posiblemente se incluía la familia Bowleys. Existen evidencias para afirmar que en su viaje el grupo se alojó en la casa del abolicionista Frederick Douglass. En su biografía Douglas escribe: “En una ocasión tuve once fugitivos al mismo tiempo bajo mi techo, los cuales permanecieron conmigo hasta que reuní el suficiente dinero como para enviarles a Canadá. Fue el grupo más numeroso que cobijé y tuve dificultades para proporcionarles comida y alojamiento…” Por el número de personas y la fecha es posible que se tratara del grupo de Tubman.

Douglass y Tubman sentían gran admiración mutua y lucharon juntos contra la esclavitud. Cuando se escribió la primera biografía de Tubman en 1868, Douglass redactó una carta en su honor.


Viajes y estrategias

Durante once años Tubman regresó una y otra vez al Eastern Shore de Maryland, rescatando alrededor de setenta esclavos, incluyendo a sus otros tres hermanos (Henry, Ben, y Robert), sus mujeres y algunos de sus hijos. Además proporcionó instrucciones precisas para facilitar la huida de entre cincuenta y sesenta esclavos que escaparon hacia el norte. Su peligroso trabajo requirió grandes dosis de ingenio y normalmente trabajaba durante los meses de invierno para reducir las posibilidades de que el grupo fuera descubierto. Un admirador de Tubman dijo: «ella siempre regresaba en invierno, cuando las noches eran largas y oscuras y la gente se quedaba en sus casas». Una vez que contactaba con los esclavos dispuestos a escapar, abandonaba la ciudad la tarde del sábado, sabiendo que los periódicos no imprimirían noticias hasta la mañana del lunes.

Debido a que sus viajes de regreso a la tierra de la esclavitud suponían un serio riesgo, Harriet utilizaba diversas técnicas para evitar ser descubierta. A menudo se disfrazaba con un gorro y llevaba dos pollos vivos para dar la impresión de ser una vendedora ambulante. En una ocasión caminando por el Condado de Dorchester se encontró con uno de sus antiguos propietarios, para evitar ser vista por él, tiró de las patas de los animales que transportaba y la agitación de estos evitó el contacto visual entre ambos. En otra ocasión coincidió con otro antiguo propietario en un tren, entonces cogió un periódico cercano y, aunque era analfabeta, empezó a simular que lo leía; el hombre la ignoró.

Su fe religiosa fue una importante motivación para aventurarse una y otra vez en Maryland. Las visiones que tenía desde su adolescencia debido a su herida en la cabeza, eran interpretadas por ella como premoniciones divinas. Ella hablaba de «consultas a Dios» y confiaba en que él la mantendría a salvo. Thomas Garrett dijo en una ocasión: «nunca he conocido a una persona, sea del color que sea, que tuviera mayor confianza en la voz de Dios; era como si hablara directamente a su alma». Además utilizaba cantos espirituales para mandar mensajes cifrados, avisando de la existencia de peligros o para indicar que el camino estaba despejado.

Tubman llevaba un revólver y no le asustaba tener que utilizarlo. En una ocasión contó la historia de que escapando con un grupo de esclavos, y cuando la moral estaba baja por la dificultad de las adversidades, uno de los hombre insistió en regresar a la plantación. Le apuntó con la pistola y le dijo: «continúa o te mataré». Días después el hombre se encontraba en el grupo que alcanzó Canadá.Tubman llevaba también la pistola para defenderse de los cazadores de esclavos y de sus perros.

Probablemente los cazadores de esclavos de la región nunca se hayan percatado que «Minty», la diminuta esclava que había escapado años antes y que nunca había regresado, era la responsable de la huida de muchos de los esclavos de su comunidad. A finales de la década de 1850 comenzaron las sospechas sobre que un abolicionista blanco del norte estaba ayudando a escapar a esclavos. Incluso llegaron a considerar la posibilidad de que John Brown hubiera viajado en persona hasta el Eastern Shore para convencer a los esclavos para que escaparan antes de su fallida incursión en Harper´s Ferry en octubre de 1859. Aunque se dice que se llegó a ofrecer una recompensa de 40.000 dólares por la captura de Tubman, esto no es más que una creencia popular derivada del artículo escrito en 1868 por el abolicionista Salley Holley en apoyo de Tubman, para la obtención de una pensión tras la Guerra Civil. Dicha recompensa es notoriamente desproporcionada, si se tiene en cuenta que el gobierno federal había ofrecido una recompensa de 25.000 dólares por la captura de cualquier conspirador relacionado con el asesinato de Lincoln. En los periódicos de la época no existe ninguna referencia a tal recompensa y Catherine Clinton sugiere que 40.000 dólares podría ser la suma total de todas las recompensas ofrecidas en la región. A pesar de los esfuerzos de los cazadores de esclavos, Tubman nunca fue capturada. Años más tarde declaró: «fui guía del ferrocarril subterráneo durante ocho años, y puedo decir algo que no todos los guías pueden hacer, y es que yo no perdí ningún pasajero».

Una de sus últimas misiones consistió en recuperar a sus padres. Su padre, Ben, había comprado a su madre por 20 dólares en 1855. Pero, aunque ambos eran libres, la zona era territorio hostil para ellos. Dos años después Tubman recibió la noticia de que su padre había encubierto a un grupo de ocho esclavos huidos, y que corría el riesgo de ser arrestado. Por ello viajó hasta el Eastern Shore y les guió hacia el norte hasta la ciudad canadiense de St. Catharines, Ontario, donde se había asentado una comunidad de esclavos huidos, incluyendo a los hermanos de Tubman y otros parientes y amigos.


John Brown y Harpers Ferry

En abril de 1858, le presentaron a Tubman al abolicionista John Brown, un insurgente que apoyaba la violencia como forma de erradicar la esclavitud en los Estados Unidos. Aunque nunca apoyó la violencia contra los blancos, Harriet apoyaba su estrategia de acción y sus objetivos. Al igual que Tubman, John se sentía llamado por la voz de Dios, y confiaba en que el divino le salvara de la ira de los cazadores de esclavos.


John Brown.

Así cuando comenzó a reclutar seguidores para atacar a los defensores de la esclavitud Brown solicitó al «General Tubman» (así la llamaba) que le ayudara, puesto que su conocimiento de las infraestructuras y recursos existentes en las fronteras de los estados de Pennsylvania, Maryland y Delaware eran de un gran valor para Brown y sus planes. Aunque otros abolicionistas como Frederick Douglass y William Lloyd Garrison no compartían sus tácticas, Brown soñaba con que la lucha sirviera para crear un nuevo estado formado por esclavos libres. Tras la primera batalla creyó que los esclavos vencerían, y pidió a Tubman que convenciera a los esclavos establecidos en Canadá para unirse a él.

En mayo de 1858, Brown pronunció un discurso en Ontario, donde desveló sus planes de realizar una incursión en Harpers Ferry. Cuando la incursión tuvo lugar el 16 de octubre de 1859, Tubman no estaba presente. Algunos historiadores creen que se encontraba en Nueva York, enferma con fiebre como consecuencia de su herida en la cabeza. Otros proponen que se encontraba ayudando a escapar a más esclavos en dirección a Canadá,y Kate Clifford Larson sugiere que podría estar en Maryland, reclutando seguidores para Brown o intentando rescatar más miembros de su familia.

El plan de Brown fracasó y fue detenido, acusado de traición y ahorcado en diciembre. Sus actos se convirtieron en todo un símbolo de orgullo y resistencia para los abolicionistas, siendo elevado a la categoría de mártir.Tubman diría posteriormente sobre Brown: «hizo más muriendo, que cien hombres viviendo».


Auburn y Margaret

A principios de 1859 el senador abolicionista William H. Seward vendió a Tubman una pequeña porción de tierra en Auburn por 1.200 dólares. La ciudad era un centro de activismo antiesclavista, y Tubman vio la posibilidad de traer de vuelta a sus padres desde los duros inviernos de Canadá. Debido a las leyes de aquel entonces, el regreso a los Estados Unidos implicaba el riesgo de ser enviados de regreso a los estados del sur, por lo que sus hermanos expresaron ciertas reservas. Durante años, acogió a sus parientes y amigos, ofreciendo un lugar seguro para los americanos negros que buscaban una vida mejor en el norte.

Poco después de asentarse en Auburn, Harriet volvió a ir a Maryland para regresar con su “sobrina”, una niña de ocho años de nombre Margaret. Las circunstancias en las que se realizó la expedición permanecen en misterio. Existe una gran confusión sobre la identidad de los padres de Margaret, aunque Tubman indicó que eran negros libres. La niña dejó en Maryland a un hermano gemelo. Años después la hija de Margaret calificó los actos de Tubman como egoístas, puesto que «había sacado a una niña de un hogar feliz y la había llevado a un lugar donde nadie se preocupaba de ella». Alice describió aquel acto como si se tratara de un secuestro.

Sin embargo tanto Clinton como Larson proponen la posibilidad de que Margaret fuera hija de Tubman. Larson indica que ambas tenían un fuerte parecido, y argumenta que Tubman, conociendo el dolor que supone para un niño ser separado de su madre, nunca causaría ese daño a una familia. Clinton presenta evidencias del fuerte parecido físico de ambas, el cual Alice desconocía. Ambos historiadores coinciden en afirmar que no existen evidencias concretas para afirmar totalmente la relación materno filial, por lo que el misterio ha permanecido hasta nuestros días.

En noviembre de 1860, Tubman dirigió su última misión. Durante la década de 1850 no había sido posible la huida de su amada hermana Rachel y de los dos hijos de ella (Ben y Angerine). Al regresar al Condado de Dorchester descubrió que Rachel había fallecido y que sus dos hijos sólo podían ser liberados mediante el pago de 30 dólares por cada uno. Ella carecía del dinero por lo que los niños deberían permanecer esclavos. Para que el viaje no resultara en balde, Tubman juntó otro grupo, incluyendo a los niños, y emprendió el viaje hacia el norte. El viaje les tomó semanas, dado que el acoso de los cazadores de esclavos les obligaba a esconderse continuamente. Además el tiempo fue especialmente frío y no tenían comida suficiente. Pero por fin el 28 de diciembre alcanzaron el hogar de Martha y David Wright en Auburn.
El general unionista David Hunter trabajó junto a Tubman durante la Guerra Civil y compartió sus ideas abolicionistas.


Guerra Civil

Cuando comenzó la Guerra Civil en 1861, Harriet vio la posibilidad de que se aboliera la esclavitud si el norte lograba la victoria. El general Benjamin Butler ayudó a unos esclavos escapados en Fort Monroe y los puso a trabajar como miembros de las tropas unionistas al considerarlos “contrabands”, término utilizado en la Guerra Civil para referirse a esclavos huidos que pasaban a ser propiedad de las tropas de la unión. Tubman ofreció su propia experiencia y habilidad a la causa y pronto se unió a un grupo de abolicionistas de Boston y Filadelfia. Inicialmente desempeñó labores de enfermería, asistiendo a fugitivos.

Tubman conoció al General David Hunter, ferviente seguidor del movimiento abolicionista. Hunter declaró libres a todos los “contrabands” de la región de Port Royal y comenzó a reclutar a esclavos huidos para formar un regimiento de soldados negros. El presidente Abraham Lincoln, sin embargo, reprendió a Hunter por sus iniciativas. Tubman condenó entonces la reacción de Lincoln y su falta de voluntad para acabar con la esclavitud en los Estados Unidos: «Dios no permitirá que el señor Lincoln venza al sur hasta que no haga lo correcto» dijo.
El señor Lincoln es un gran hombre, y yo soy una pobre negra; pero el negro puede decirle a Lincoln cómo ahorrar dinero y vidas jóvenes. Él puede hacerlo liberando a los negros. Supongamos que una asquerosa serpiente está en el suelo. Ella te muerde. Tu gente asustada te envía al medico para que te cure la herida y no mueras; pero la serpiente continúa rodeándote tu pierna y mientras el doctor te está curando ella te vuelve a morder. El doctor te cura esa mordedura, pero mientras lo hace la serpiente vuelve a morderte y seguirá haciéndolo hasta que la mates. Eso es lo que debería saber el señor Lincoln.

Tubman sirvió como enfermera en Port Royal, preparando remedios con plantas locales para evitar que los soldados sufrieran de disentería. El que atendiera a hombres enfermos de viruela y nunca contrajera la enfermedad, generó comentarios relativos a que se encontraba bendecida por Dios. Inicialmente recibió víveres del gobierno por su trabajo, pero los negros recién liberados pensaban que ella estaba recibiendo un trato de favor por lo que renunció a dichos víveres y comenzó a vender cerveza y pasteles (que hacía durante la noche) para ganar dinero.


Exploración y asalto al río Combahee

Cuando Lincoln finalmente emitió la Proclamación de Emancipación en enero de 1863, Tubman lo consideró un importante paso en la obtención del objetivo de liberar a todo hombre, mujer o niño de la esclavitud. Ella sintió renovado su espíritu para vencer a los estados confederados, y pronto se encontró guiando a un grupo de exploradores a lo largo de la región de Port Royal. Los pantanos y ríos de Carolina del Sur eran muy similares a los existentes en el Eastern Shore de Maryland; por lo que sus conocimientos fueron de gran valor. Su grupo trabajó bajo las órdenes del Secretario de guerra Edwin M. Stanton, reconociendo el terreno y a sus habitantes. Posteriormente trabajaría con el Coronel James Montgomery, en la captura de Jacksonville.

El ultimo año de la Guerra, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado. Cuando las tropas de Montgomery procedieron a asaltar Combahee River, Tubman actuó como consejera y acompañó a las tropas. La mañana del 2 de junio de 1863, Tubman guió tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Una vez en tierra, las tropas de la Unión abrieron fuego destruyendo las infraestructuras e incautando miles de dólares en comida y provisiones. Cuando los pitos de los barcos sonaron, los esclavos de la zona entendieron que estaban siendo liberados y salieron corriendo hacia los barcos. Aunque sus propietarios armados de pistolas y látigos intentaron parar la huida, sus esfuerzos fueron inútiles.

Mas de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación de Combahee River. Los periódicos recogieron el patriotismo, sagacidad, energía y habilidad de Tubman. Posteriormente trabajó con el Coronel Robert Gould Shaw en el asalto al fuerte Wagner. Ella describió la batalla diciendo: «Primero vimos el rayo, que eran las pistolas; y luego escuchamos el trueno que eran los cañones; y luego escuchamos la lluvia caer, que eran gotas de sangre cayendo; y cuando fuimos a recoger los campos eran hombres muertos lo que cosechamos».

Durante dos años trabajó para las tropas de la unión, atendiendo a los esclavos recién liberados, realizando incursiones de exploración en el territorio confederado y ocasionalmente atendiendo a los soldados heridos en Virginia Además periódicamente realizó visitas a Auburn para visitar a su familia y cuidar a sus padres. La Confederación se rindió en abril de 1865 tras lo que Tubman regresó casa.
Grabado representando a Tubman durante la Guerra Civil.

A pesar de sus años de servicio, nunca recibió un salario regular y durante años se le negó cualquier tipo de compensación. Su estado no oficial y lo desigual de los pagos recibidos por los soldados negros, hicieron que el proceso de reconocimiento de su pensión por parte el gobierno fuera sumamente lento, y no recibió una pensión por su servicio en la Guerra Civil hasta el año 1899.Su constante trabajo humanitario tanto con su familia como con otros esclavos la mantuvieron en una constante situación de pobreza, y los trámites para obtener una pensión del gobierno no hicieron sino ocasionarle mayores gastos.

Cuando regresaba a Auburn tras finalizar la Guerra pudo comprobar lo poco que habían cambiado las opiniones de los blancos sobre la gente de color. Durante el viaje en tren a Nueva York, el revisor le ordenó que fuera al vagón de fumadores. Ella se negó exponiendo su servicio al gobierno pero el funcionario, luego de insultarla, comenzó a utilizar la fuerza física contra ella para obligarla a retirarse. Debido a la resistencia de Harriet, el revisor solicitó la ayuda de otros dos pasajeros, llegando a romperle el brazo, antes de arrojarla al vagón de fumadores. Durante el altercado otros pasajeros blancos no dejaron de insultarla y gritar al conductor que la sacaran del tren.

Vida tras la Guerra civil

Tubman pasó los últimos años de su vida en Auburn cuidando de su familia y de otra gente necesitada. Trabajó en varios empleos para ayudar a sus ancianos padres y alojó huéspedes para poder pagar las diversas facturas. Una de las personas que alojó en su casa fue un veterano de la Guerra Civil de nombre Nelson Davis, quien comenzó trabajando en Auburn como albañil. Pronto se enamoraron y a pesar de que ella era veintidós años mayor, ambos se casaron el 18 de marzo de 1869 en la Central Presbiterian Church. Desde ese momento pasarían juntos veinte años, y en 1874 adoptarían un niña llamada Gertie.

Sus amigos y seguidores desde los días de la abolición, recaudaron fondos para apoyarla. Una admiradora Sarah H. Bradford, escribió una biografía titulada Scenes in the Life of Harriet Tubman, un volumen de 132 páginas publicado en 1869, que proporcionó a Tubman 1.200 dólares. Criticado por los biógrafos modernos por sus licencias artísticas y su subjetivo punto de vista, el libro, sin embargo, permanece como una importante fuente de información sobre la vida de Tubman. En 1886 Bradford lanzó otro volumen llamado Harriet, the Moses of her People (Harriet, el Moisés de su Pueblo), el cual presentaba una visión menos cáustica sobre la esclavitud y sobre los estados del sur. Este libro también fue publicado para mejorar la situación financiera de Tubman.

En 1883 Tubman fue víctima de una estafa en un traslado de oro. Dos hombres, de nombres Stevenson y John Thomas afirmaban tener en su poder un alijo de oro traído de contrabando desde Carolina del Sur, ofreciéndole este tesoro, cuyo valor -sostenían- era de 5.000 dólares, a cambio de 2.000 dólares en efectivo. Ellos insistieron en que conocían a un familiar de Tubman, y ésta les alojó en su casa durante muchos días. Tubman sabía que muchos blancos habían enterrado sus objetos de valor cuando las tropas unionistas entraron en las regiones del sur y que además los hombres de color eran frecuentemente encomendados a realizar dichos trabajos. Por ello la historia resultaba creíble, lo que junto a una combinación de su negativa situación financiera y su naturaleza confiada la hicieron continuar con el plan. Pidió prestado el dinero a un amigo llamado Anthony Shimer, y acordó con los dos hombres entregárselo una noche. Pero uno de ellos la engañó y la llevó al bosque donde la atacaron y durmieron con cloroformo, robándole el dinero, luego de ser atada y amordazada. Cuando fue encontrada por su familia, se sentía aturdida y estaba herida. Nueva York respondió con indignación por el incidente, mostrando compasión por la situación económica de Tubman. El incidente refrescó la memoria popular sobre el servicio prestado por Harriet en el pasado y Gerry W. Hazelton, representante de Wisconsin en el Congreso, presentó una proposición de ley para que le fueran pagados a Tubman dos mil dólares, en pago por los servicios prestadosa la Unión como exploradora, enfermera y espía. La propuesta fue rechazada.
Susan B. Anthony trabajó junto a Tubman en la lucha por el sufragio femenino.


Activismo sufragista

Durante sus últimos años trabajó para promover la causa sufragista (reclamo del derecho a votar de las mujeres). En una ocasión una mujer blanca le preguntó a Tubman, si creía que las mujeres debían poder votar a lo que respondió: «He sufrido lo suficiente como para creerlo». Tubman comenzó asistiendo a actos de organizaciones sufragistas y pronto empezó a trabajar con Susan B. Anthony y Emily Howland. Viajó a Nueva York, Boston y Washington para dar discursos a favor del derecho al voto de las mujeres. En ellos describía sus propias acciones durante la Guerra Civil y utilizaba los sacrificios cometidos por mujeres en la historia moderna como evidencia de la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando se fundó en 1886 la Federación Nacional de mujeres afroamericanas, Tubman pronunció el discurso de apertura.

Este activismo conllevó una nueva ola de admiración entre la prensa de los Estados Unidos, y una publicación de nombre The Woman's Era (La era de la mujer) publicó una serie de artículos sobre eminentes mujeres entre las que se encontraba Tubman. En 1897 un periódico sufragista realizó una serie de celebraciones en Boston en honor de Tubman, pero ésta se encontraba otra vez en bancarrota por lo que tuvo que vender una vaca para poder comprar el billete y acudir a los actos.


Iglesia Episcopal Metodista Africana Sión, enfermedad y muerte

Coincidiendo con el cambio de siglo, Tubman se implicó profundamente en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Sión de Auburn. En 1903, donó una de sus propiedades a la iglesia bajo la condición de que en el terreno se construyera una residencia para la gente anciana e indigente de color. El hogar no abrió sus puertas hasta cinco años después, y cuando lo hizo la iglesia pidió a cada residente cien dólares como condición para su entrada. Esto frustró a Tubman pero aun así fue la invitada de honor cuando la residencia abrió sus puertas el 23 de junio de 1908

Durante su vejez los problemas derivados de la herida de su adolescencia continuaban afectándola. A finales de la década de 1890 se sometió a una intervención cerebral en el Hospital General de Massachusetts en Boston. Incapaz de dormir debido a los dolores y a un continuo zumbido, fue ella quien le solicitó al médico la operación cerebral. Fue operada sin anestesia dado que prefirió morder una bala como había observado hacer a los soldados de la Guerra Civil durante las amputaciones.

En 1911 su estado era muy delicado y fue admitida en la residencia que se había construido en su honor. Luego de que un periódico de Nueva York describiera su grave estado de salud y económico, se produjo un importante número de donaciones espontáneas. Rodeada de sus amigos y familiares, Harriet Tubman falleció de una neumonía el 10 de marzo de 1913.


Legado

Harriet Tubman, fue ampliamente conocida y respetada durante su vida, convirtiéndose en un icono americano en los años posteriores a su muerte. Una encuesta realizada a finales del siglo XX la situaban en tercer lugar como una de las personas más famosas de la historia americana tras Betsy Ross y Paul Revere.[135] Ha inspirado a generaciones de afroamericanos a luchas por la igualdad y por los derechos civiles; siendo elogiada por políticos de todas las ideologías.

A su muerte fue enterrada con honores militares en el cementerio de Fort Hill, en Auburn. La ciudad la homenajeó con una placa en el palacio de justicia, que fue criticada porque la frase utilizada («I nebber run my train off de track») no trasmitía la importancia de su figura como patriota americana y defensora de las causas humanitarias. La ceremonia se convirtió en un importante tributo a su memoria, y Booker T. Washington pronunció el discurso principal. La casa de Harriet Tubman fue abandonada en 1920, para posteriormente ser restaurada por la Iglesia Episcopal Metodista Africana Sión. Hoy en día convertida en museo y centro de difusión recibe gran número de visitantes.

Las biografías de Bradford fueron seguidas por el libro de Earl Conrad Harriet Tubman: Negro Soldier and Abolitionist (Harriet Tubman: Soldado negro y abolicionista). Conrad tuvo serios problemas para encontrar un editor, la búsqueda duró cuatro años, y tuvo que soportar fuertes rechazos en su esfuerzo por lograr una visión más objetiva y adulta. Muchas versiones de la vida de Tubman han sido realizadas para los niños, muchas de ellas posteriores a la de Conrad, pero la de Conrad ha sido la más utilizada para transmitir la figura de Tubman a los estudiantes americanos. Finalmente fue publicada en 1942. A pesar de su popularidad, hasta 2003 no se volvió a publicar otra biografía, ese año lo hizo la de Jean Humez y un año después lo harían las de Kate Larson y Catherine Clinton.

Sin embargo Tubman fue honrada de muchas otras formas en toda la nación en el siglo XIX. Docenas de estudiantes fueron llamados Harriet en su honor, y tanto la casa de Harriet Tubman en Auburn como el museo Tubman en Cambridge se convirtieron en monumentos a su persona y su vida. En 1944 la Comisión Marítima de los Estado Unidos botó el SS Harriet Tubman. En 1978, el Servicio Postal de los Estados Unidos puso a la venta una serie de sellos en honor de personajes afroamericanos entre los que se encontraba Harriet. Además la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos la incluye entre sus santos en su libro de oración.

Rompenubes de Rusell Banks


CRÍTICA
Negro y rojo

RODRIGO FRESÁN 01/07/2006




Para Russell Banks la mecha que habría de encender la Guerra de Secesión, en Estados Unidos, fue el asalto que hizo John Brown al arsenal de Harpers Ferry en 1859. Eso es lo que intenta demostrar en Rompenubes, novela histórica que rastrea la vida del controvertido personaje. Y lo hace a través de la supuesta visión de su hijo, Owen Brown, lo que le permite al autor indagar, de nuevo, en los complejos mecanismos entre padres e hijos.

Alguien escribió que "nadie tiene peor suerte que el protagonista de una novela de Russell Banks". Y a lo que se refería, claro, era a que los hombres y mujeres y paisajes en los libros de Banks (Massachusetts, 1940) suelen ser animales deprimidos habitando tierras baldías y sufriendo frágiles estados mentales en los separados Estados Unidos de estos días. Antihéroes o seres despreciables que se mueven como sonámbulos hasta que un día estallan y arrasan con todo lo que les rodea. La exploración de semejante temática le ha valido a Banks al menos dos obras maestras: Aflicción (1989) y Como en otro mundo (1991).



De ahí que -siendo Banks un escritor rabiosamente contemporáneo- sorprendiera su anuncio de encerrarse a escribir esta Rompenubes (1998, finalista para el Premio Pulitzer de 1999). Una muy larga y muy documentada novela histórica alrededor de la controvertida figura de John Brown. Para muchos sanguinario terrorista y ladrón de caballos, para otros iluminado y mártir abolicionista, Brown comandó en 1859 el asalto al arsenal de Harpers Ferry con la intención de armarse, crear una milicia de emancipados y lanzarse a la liberación total de los esclavos. La historia nos dice que la revuelta fracasó y que Brown fue capturado y ejecutado; pero lo que le interesa contar y demostrar a Banks es que fueron este hombre y este episodio los que encendieron la mecha de una explosión más grande que no demoraría en ser conocida como Guerra de Secesión.

Cincuenta años después de los acontecimientos, Owen Brown, hijo de la leyenda y nota al pie en cualquier biografía académica de Brown (como el hermano menor de Aflicción, otro de esos narradores poco confiables por cercanía y sangre y emociones encontradas), es el vehículo elegido por Banks para ofrecer, en Rompenubes, lo que acaba siendo dos libros, ambos formidables, coexistiendo sin anularse sino, por lo contrario, potenciándose.

Por un lado, Rompenubes -definida por Banks como "una obra de la imaginación"- funciona muy bien como saga panorámica de proporciones literalmente bíblicas. Un ardiente fresco rebosante de hechos probados y de suposiciones probables con un vasto elenco de personajes históricos y personas inolvidables. Y, en su centro, un John Brown visto a través de los ojos y de la memoria de su hijo con partes iguales de amor y de odio. Owen siente que no está "revisitando la historia sino ordenando la confesión de un crimen, un crimen secreto que de otro modo hubiera permanecido por siempre oculto". Owen -ahora anciano y atormentado, inseguro sexualmente desde su juventud- retrata a su padre como un profeta megalómano "que hacía todo con una intensidad mucho mayor que la de cualquiera de nosotros". Y aun así, Owen no puede dejar de idolatrarlo con la ambigua pasión de un Judas o de un Yago. Y de evocarlo después -retirado del mundo en una cabaña de las montañas- a pedido de una joven historiadora. En este sentido -otra vez, como en Aflicción-, Rompenubes es otra gran novela sobre los complejos mecanismos que mueven a padres e hijos. Un drama doméstico en el núcleo de un acontecimiento público envuelto en una vertiginosa violencia en cámara lenta digna de un filme de Sam Peckinpah.
Por otro lado -como el Os-

wald en Libra de Don DeLillo, los Charles Mason y Jeremiah Dixon en la última novela de Thomas Pynchon, la Marilyn Monroe en Blonde de Joyce Carol Oates o el Alfred Kinsey en The Inner Circle de T. C. Boyle, novelas "sociales" todas ellas-, lo que le interesa a Banks en Rompenubes es calibrar el peso específico y la capacidad reactiva de John Brown en el contexto de sus tiempos. John Brown como, acaso, personificación de uno de los gestos fundacionales del terror político y racial norteamericano; terreno que Banks volvería a visitar, esta vez desde el presente, en la igualmente admirable The Darling (2004), su última novela hasta la fecha. Banks entiende -o procura comprender- a Brown como un fantasma tangible a través de la onda expansiva de su prédica justa pero violenta revolucionando la siempre revolucionaria idea de América. Desafío que no implica de ningún modo el que Banks se vea obligado a renunciar a la persecución de esa otra más pacífica pero igualmente turbulenta quimera: La Gran Novela Americana. En cuanto a esta última, puede decirse que con Rompenubes -obra inmensa en todo sentido- Banks la persigue y la alcanza y le clava su arpón con una escritura lírica y poderosa. Páginas que recuerdan por momentos a las de Herman Melville -ese otro creador de alucinados- quien alguna vez se refirió al protagonista de Rompenubes como a "ese raro John Brown".

Norteamericana con Averbach y mucho que investigar

(Arte y Cultura) EEUU
Indígenas se burlan de los estereotipos en su propio filme


por Michael Keats



WASHINGTON, jul (IPS) El cine de Hollywood ha congelado en estereotipos a los indígenas de Estados Unidos, pero muy diferente es el perfil de los protagonistas de ''Smoke signals'' (Señales de humo).

La película fue estrenada a principios de julio en cines de Estados Unidos y Canadá, y se trata del primer largometraje escrito, dirigido, coproducido e interpretado por indígenas de este país.

Se trata de un producto extraño en una nación inundada por películas de Hollywood, que en general muestran a las tribus combatiendo vaqueros o escuadrones de caballería.

La película, que ganó dos premios en el festival de cine independiente de Sundance 1998 a comienzos de año, se basa en un guión adaptado por Sherman Alexie de su libro de cuentos ''El Llanero Solitario y Toro boxean en el cielo'' (The Lone Ranger and Tonto fistfight in heaven).

El joven director Chris Eyre, de la etnia cheyene/arapo de Oregon, realizó un retrato fiel de la vida en la reserva indígena de Coeur d'Alene, en Idaho.

El filme comienza con una historia agridulce sobre la relación entre un joven indio amante del baloncesto llamado Víctor (Adam Beach) y su padre Arnold (Gary Farmer), quien abandona a su esposa (Tantoo Cardinal) e hijo después de una alcohólica fiesta de independencia de Estados Unidos en la reserva.

El fuego aparece por doquier. La fiesta de independencia termina en tragedia cuando los fuegos artificiales causan un incendio que quema la casa Víctor y su familia y mata a los padres de Thomas (Evan Adams).

Thomas es un bebé salvado de la muerte por Arnold, quien alcanza a atraparlo cuando lo lanzan desde una ventana para que no muera quemado.

Diez años después, Víctor y su madre reciben la noticia de la muerte de Arnold en su casa rodante, en Arizona.

Víctor y Thomas se embarcan en un viaje iniciático, que sirve de base para mofarse de los estereotipos sobre los indígenas en d la gente que no muestra los dientes''.

Los dos blancos se enfurecen cuando los indígenas comienzan a entonar una canción sobre los dientes de John Wayne: ''¿Eran de verdad, de plástico o eran de acero?''

El tono de la película varía con rapidez. Pronto los espectadores son informados sobre la verdad de aquella fiesta de independencia: fue Arnold el que lanzó los fuegos artificiales que mataron a los padres de Thomas.

Cuando regresan hacia la reserva en la casa rodante, se produce otra escena de tensión después que Víctor casi impacta con un auto chocado, en el cual hay una mujer herida. El chofer blanco del otro vehículo está ebrio y acusa a Víctor de ser culpable del accidente.

Víctor corre unos 25 kilómetros para conseguir ayuda y la mujer sobrevive, pero el chofer del automóvil acusa al indígena de causar el accidente cuando conducía borracho.

El alguacil cree en la declaración de Víctor, quien dice que nunca en su vida tocó el alcohol, pero no sin antes preguntarse irónicamente: ''¿un indio que no bebe?''.

La mujer sobrevive, mientras su hija, al saludar a Víctor y Thomas, dice que se parecen ''al Llanero Solitario y Toro''. ''Somos más parecidos a Toro y Toro'', sugiere Thomas cuando los dos regresan hacia la reserva, donde la vida sigue igual.

Pero no ocurre lo mismo con Víctor y Thomas, que regresan de un largo viaje. (FIN/IPS/tra-en/mk/lc-ml/cr/98)

15 de agosto de 2011

Paraguaya en Almagro

La literatura paraguaya ya tiene librería propia y está en Almagro


Publicado el 12 de Julio de 2011


Por Sergio Di Nucci y Nicolás G. Recoaro
Para Tiempo Argentino


Su fundadora, Zulma Romero, hija del gran poeta Elvio Romero, recibió a Tiempo Argentino para hablar de la iniciativa y la riqueza de las letras de su país, nunca bien conocidas en la Argentina salvo por la obra de Augusto Roa Bastos.


En una mesa de la librería conviven novelas de Guido Rodríguez Alcalá, Gabriel Casaccia, Reneé Ferrer, poemas de Josefina Plá, Joaquín Morales, crónicas y ensayos de Rafael Barrett, Helio Vera. Estos nombres poco dicen, aún, por fuera de las fronteras de su país. El Paraguay fue mucho tiempo una “isla rodeada de tierra”, según una expresión que reiteraba el escritor que mejor lo representó en el exilio, Augusto Roa Bastos, pero que tres décadas atrás caracterizó a la literatura de su país como “inexistente” en el conjunto de las literaturas latinoamericanas. Dos décadas de democracia y esta sola mesa de libros prueban cuánto ha cambiado.
Sobre la Avenida Medrano, a metros de la confitería Las Violetas, en el corazón del barrio de Almagro, se encuentra Cerro Corá, primera librería fuera de Paraguay dedicada con celosa exclusividad a la literatura paraguaya. Su impulsora en la Argentina, Zulma Romero, hija del gran poeta Elvio Romero fallecido en 2004 y de quien por estos días el Centro Cultural de la Cooperación presenta una edición completa de su extensa obra (ver recuadro), recibió a Tiempo Argentino para hablar de esta librería y de la literatura paraguaya, nunca bien conocida en la Argentina, salvo por la obra de Roa Bastos, que eclipsó, no siempre involuntariamente, a la de tantos otros.
A muchos gratos lectores sorprenderán la riqueza y la variedad de las literaturas del Paraguay contemporáneo. Un Paraguay ya no tan misterioso y gobernado en su Bicentenario por Fernando Lugo, un ex obispo católico y tercermundista. Que tiene más hectáreas sembradas con soja transgénica y marihuana que naranjas, más mafiosos ligados al Partido Colorado que dictadores. Su población variopinta espera, hay que decir que todavía en vano, la reforma agraria y ha hecho de un bilingüismo, devenido poliglotismo, terreno fértil para que muchos escritores inicien novedosos experimentos lingüísticos. El Paraguay es el único país de América donde los conquistadores adoptaron la lengua de los conquistados y el primero que se reconoció bilingüe. A diferencia de lo que ocurrió en Bolivia, donde la división lingüística se corresponde con límites étnicos y geográficos, en Paraguay el guaraní es lengua de la sociedad toda. Muchos de los narradores contemporáneos del Paraguay escriben (mezclan, unen retazos o reinventan) en esta lengua con diversos grados de corpulenta impureza. Al jopara, denominación de la mezcla de guaraní y castellano, emblema de plato de pobre que reúne en proporciones siempre desparejas arroz y frijoles, se suman o remplazan otras formas de heteroglosia, como el portuñol de las fronteras con Brasil, a su vez hibridado o mestizado, sin plan alguno, con otras formas de guaraní y con otras lenguas y hablas indígenas, que puede apreciarse en las obras de jóvenes escritores como el brasiguayo Douglas Diegues, los asuncenos Cristino Bogado y Edgar Pou y el alto paranaense Damián Cabrera, que escribe en la Triple Frontera. En el “país del contrabando”, las personas y las mercancías trasgreden los límites, pero también lo hacen las literaturas.
En diálogo con Tiempo, Zulma Romero explicó que “la idea de abrir la librería nació hace dos años en el marco de la Feria del Libro porteña. Junto a Vidalia Sánchez, de la editorial asuncena Servi Libro, fuimos viendo esta posibilidad, hablamos primero con la embajada para ver si nos podían ceder un garaje, en fin, fuimos golpeando muchas puertas y finalmente nos dimos cuenta que debíamos animarnos.”

–¿Quiénes llegan a la librería: paraguayos y paraguayas, argentinos…?
–Las gentes de la comunidad paraguaya conocen más y vienen a buscar determinados temas, pero los argentinos también vienen, y son muchos, para sorpresa nuestra.
–¿Y qué les recomendás, más allá de los clásicos como Roa Bastos o Rafael Barrett?
–Depende de quien venga. Creo que es importante sugerirles o ayudarles a elegir uno, aunque ya vienen con una cierta idea. Entre los argentinos, hay muchos que se interesan por el guaraní, o por la Guerra de la Triple Alianza. Estamos vendiendo mucho una colección que se publicó por el reciente Bicentenario del Paraguay. Tenemos varios volúmenes de historia paraguaya, y algunos realmente novedosos, como por ejemplo sobre la esclavitud en Paraguay o el desarrollo de la revolución.
–Tradicionalmente, la Argentina le ha dado la espalda a la literatura paraguaya, y esa relación conflictiva entre Buenos Aires y Asunción ha sido histórica, originaria.
–Sin embargo yo creo que el vínculo entre los dos países es más bien estrecho….
–De hecho, los primeros pobladores de Buenos Aires eran paraguayos…
–Exacto. Y desde luego padecimos la Triple Alianza, pero hubo muchos argentinos que deploraron esa guerra, que se opusieron.
–¿Existe, como con el quechua, un interés renovado por el guaraní?
–Yo creo que sí. Muchos argentinos por ejemplo llevan el Diccionario guaraní/castellano, o más bien avane’e/karain’e, de Félix de Guarania. Por algo le dicen al guaraní “el habla linda”, el ne’epora. Hay que tener en cuenta que según cifras no oficiales, existe cerca de un millón de residentes paraguayos en la Argentina, el país que más paraguayos y paraguayas recibió en el mundo. Y la masiva tradición oral del guaraní comienza cada vez más a ser corregida por la palabra escrita.
–¿Justamente, quién se encarga de dirimir qué es correcto e incorrecto entre quienes hablan o escriben en guaraní?
–Es un tema arduo, el guaraní de la calle, el jopara, no es el que se enseña en los colegios, y últimamente comienzan a publicarse obras que buscan corregir supuestos errores en el habla cotidiana. No es fácil un acuerdo en una larga historia del Paraguay bilingüe. <