Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

18 de marzo de 2012

Pablo Palacio


:: Especial 'Los malditos' ::
Pablo Palacio, un hombre muerto a puntapiés
15-03-2012 | Gabriela Alemán, Leila Guerriero, Pablo Palacio

Los escritores que integran la antología Los malditos, compilada por Leila Guerriero (Ed. Universidad Diego Portales), responden sobre sus trabajos. En esta entrevista Gabriela Alemán habla de Pablo Palacio.

Por PZ.



La antología Los malditos ofrece un amplísimo panorama de la literatura latinoamericana del siglo XX. Compilada por Leila Guerriero, 17 autores latinoamericanos escriben los perfiles de otros 17 malditos escritores latinoamericanos. Desde Eterna Cadencia pensamos en hacer un recorrido especial sobre la antología con una breve entrevista a cada uno de los escritores que la integran. En esta oportunidad la escritora Gabriela Alemán (autora de Maldito Corazón, Zoom, Fuga permanente, entre otros) habla de Pablo Palacio:

–Pablo Palacio fue el narrador de las vanguardias literarias en Ecuador. En una época en que el realismo social se volvió lo representativo de la literatura nacional, Palacio abrió esa literatura a otros espacios. Volvió a las nacientes urbes y sus habitantes en el centro de sus escritos y los hizo dialogar con estéticas que se desarrollaban más allá de las fronteras nacionales.

–¿Por qué creés que Leila Guerriero te propuso a vos escribir sobre Pablo Palacio?

–Nunca le pregunté pero cuando lo hizo, existió una sincronía. Llevaba más de un año investigando el epistolario más importante de la década del treinta en Ecuador (que se publica este año con un preámbulo mío): el protagonizado por Nela Martínez (la primera diputada comunista del Ecuador) y Joaquín Gallegos Lara (miembro del Grupo de Guayaquil). Palacio aparecía en mucha de la correspondencia, por lo que, cuando Leila me contactó, manejaba datos poco conocidos de él. Además, mi abuelo, Hugo Alemán, fue amigo de Palacio. Ambos eran escritores y contemporáneos, había escuchado, de primera mano, varias anécdotas sobre él.

–¿Qué dificultades y desafíos te supuso escribir el perfil?

–La distancia en el tiempo, el sinnúmero de leyendas que envuelven la figura de Palacio, la falta de datos fidedignos. Mucho de lo que se escribió sobre él, fue luego de su muerte. La interpretación de la locura se estableció como una verdad inamovible y permeó mucha de la crítica sobre su obra. Apartarse del mito y buscar los datos, luego de sesenta años, fue lo más complicado. Aún se sigue especulando mucho sobre su figura, por eso no quise intervenir desde el presente en su perfil. Intenté descartar la leyenda y armar su vida a través de los testimonios de época. Armar, a través de fragmentos representativos, el perfil de un rompecabezas.

–¿Cuál es la característica que hace “maldito” a Pablo Palacio: el golpe por la caída temprana, la manera en que se entera de la muerte de su madre, el tratamiento para combatir la sífilis?

–Es la sífilis unida a su internamiento en una casa psiquiátrica lo que lo vuelve “maldito”. Algo que ocurrió cuando ya había dado por terminada su obra literaria. Si uno se guía por el momento anterior, Palacio sería la antítesis de un “maldito”. Un erudito estudioso, con gran vocación política. Son los últimos siete años de su vida, resumidos en su mirada desquiciada, lo que lo insertan en el territorio de lo maldito.

–¿Cómo funciona la leyenda de Pablo Palacio para componerlo como un escritor maldito? ¿Su obra podría ser lo que es sin la vida que llevó?

–La leyenda está unida al tabú de la sífilis, a la larga sombra que lanza sobe su vida y obra. Es la leyenda “maldita” la que envuelve a esa vida (de estudioso profesor y abogado de éxito) con un halo, que con la distancia del tiempo, borra los datos y eventos y la vuelca hacia el mito.


Tomado de http://blog.eternacadencia.com.ar/?p=20656#more-20656

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