Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

18 de junio de 2011

Altisidora se compara con Dido






"Una segunda vez, Dido recurre a las lágrimas, una segunda vez intentará los ruegos; y vencido por el amor, su orgullo se volverá suplicante; no quiere abandonar la vida sin antes haberlo intentado todo.

-Ana, ¿los ves apresurarse en la orilla? ¿los ves precipitarse de todas partes? Ya la vela llama a los vientos, y los marineros gozosos ponen las coronas sobre las popas; y yo, hermana mía, si he podido exponerme a semejante dolor, ¡podría soportarlo! Sin embargo, sirve aún otra vez a mi infortunio, querida Ana, tú puedes hacerlo; porque el muy pérfido, sólo a ti te perdona; él te confiaba incluso los secretos de su pensamiento, sólo tú conocías el momento en que era más fácil tener acceso al corazón de ese hombre. Ve, hermana mía, suplicante, ve al encuentro de ese enemigo soberbio; dile que en la Álida no juré con los griegos destruir al pueblo troyano, ni envíe mi flota contra Pérgamo; que no he ultrajado las cenizas y los manes de su padre Anquises. ¿Por qué, entonces, cierra a mis palabras sus despiadados oídos? ¿Adónde corre presuroso? Que por lo menos conceda a su desdichada amante una gracia postrera: que espere una huida fácil y vientos favorables. No, yo ya no invoco el himeneo que él ha abandonado, ya no le pido que abandone aquel hermoso Lacio y renuncie a su imperio. No pido más que una vana dilación, un lapso de reposo a mi ardor, para que la fortuna enseñe a padecer a aquella a la cual ha vencido ¡Es la última gracia que yo imploro, Ana!, ten piedad de tu hermana; cuando él me la haya concedido, mi agradecimieno no tendrá otro término que mi muerte."

No hay comentarios:

Publicar un comentario