Queremos siempre que la imaginación sea la facultad de formar imágenes. Y es más bien la facultad de deformar las imágenes suministradas por la percepción y, sobre todo, la facultad de librarnos de las imágenes primeras,
de cambiar las imágenes.
(Bachelard 1943: 9).
Autocronograma
AUTOCRONOGRAMA
2008: 23 años deseando esta carrera.
2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.
2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.
2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.
2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.
2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.
2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.
2016: El año del Alemán obligatorio.
2017: Dicen que me tengo que recibir.
2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.
2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)
2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".
2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.
Qué cierto, qué acierto. Desprendernos de las imagenes, y los mejores cuentos fantásticos no son los que trazan y trenzan imágenes alucinatorias y artificiosas, sino los construidos desde la realidad, los que trascienden y atraviesan la fina película de lo real y entran en un área sin imágenes, sólo de vértigo.
ResponderEliminarCuando aún tenía otro nombre, lo escribí, de alguna forma, aquí. http://encaidalibre.blogspot.com/2006/11/operacin.html
Y Bachelard ahora lo dice más contundente, más directo. Pero es eso.