Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

12 de enero de 2015

De Laurentis para La Galatea

"Con 'la mujer' hago referencia a una construcción ficticia, a un destilado de los discursos, diversos pero coherentes que dominan las culturas occidentales (discursos críticos y científicos, literarios o jurídicos), que funcionan a la vez como un punto de fuga y su peculiar condición de existencia. Un ejemplo nos será útil. Digamos que este libro trata de la mujer de la misma forma que la ciencia ficción trata del futuro: una especulación sobre la realidad social actual modelada por una perspectiva particular cuyo punto de fuga es “el futuro”, ya sea éste, “1984”, “2001” o “mañana hace un año”. A partir del estado actual de la teoría y la investigación científicas, el autor de ciencia ficción extrae y proyecta las posibilidades que, si pudieran ser realizadas y completadas en una tecnología social, formarían un mundo alternativo; ese futuro, por tanto, sería a la vez el punto de fuga de la construcción ficticia y su condición textual específica de existencia, es decir, el mundo en el que existen los personajes y sucesos ficticios. Del mismo modo, “la mujer”, lo-que-no-es-el-hombre (naturaleza y Madre, sede de la sexualidad y del deseo masculino, signo y objeto del intercambio sexual masculino) es el término que designa a la vez el punto de fuga de las ficciones que nuestra cultura se cuenta sobre sí misma y la condición de los discursos en los que están representados esas ficciones. Pues no habría mito sin una princesa por casar o una bruja que vencer, ni cine sin la atracción que ejerce la imagen sobre la mirada, ni deseo sin objeto, ni parentesco sin incesto, ni ciencia sin naturaleza, ni sociedad sin diferencia sexual.
Con “mujeres”, por el contrario, quiero referirme a los seres históricos reales que, a pesar de no poder ser definidos al margen de esas formaciones discursivas, poseen, no obstante, una evidente existencia material. La relación entre las mujeres en cuanto sujetos históricos y el concepto de mujer tal y como resulta de los discursos hegemónicos no es ni una relación de identidad directa, una correspondencia biunívoca, ni una relación de simple implicación. Como muchas otras relaciones que encuentran su expresión en el lenguaje, es arbitraria y simbólica, es decir, culturalmente establecida".



DE LAURETIS, TERESA. Alicia ya no. Cátedra, Madrid: 1992. P. 15-16





Las estrategias de la lectura y de la escritura son formas de resistencia cultural. No sólo pueden volver del revés los discursos dominantes (y mostrar que puede hacerse) para poner en evidencia su enunciación y su destinatario, para desenterrar las estratificaciones arqueológicas sobre las que han sido levantados; al afirmar la existencia histórica de contradicciones, irreductibles para las mujeres, en el discurso, también desafían la lectura en sus propios términos, los términos de un espacio semiótico construido en el lenguaje, que basa su poder en la validación social y en formas bien establecidas de enunciación y recepción.



DE LAURETIS, TERESA. Alicia ya no. Cátedra, Madrid: 1992. P. 18

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