Este 2019 parece que no hay cursada. Ni jubilación ni escritura de última monografía. Ya estamos en agosto y me llevó todo el primer cuatri y las vacaciones de invierno asumir que tengo que seguir trabajando hasta fin de año en los ocho cursos que empecé este año. Y está bien: tenía que pagar mis "pecados españoles", blanquear las tarjetas y evitar que el mínimo de mis resúmenes se quedara con todo mi sueldo. Reconozco que llevo cuatro años de pocas escuelas (dos, uno sola) y que remarla con talleres y tejidos no pagaba deudas. Así que aquí estamos: de profe full time o casi (gracias al sueldo decente sigo con mis talleres de canto, guitarra y flamenco).
La facu no se va a mover de ahí. Todavía fabulo con cursar una última materia (más) en el 2020, cuando tenga todo el tiempo de mundo para subirme al 163 y quedarme seis horas en Puán si se me canta.
Todavía no hice los trámites para validar mi título de francés ni tramité la libreta. Je. Y qué.
Autocronograma
AUTOCRONOGRAMA
2008: 23 años deseando esta carrera.
2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.
2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.
2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.
2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.
2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.
2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.
2016: El año del Alemán obligatorio.
2017: Dicen que me tengo que recibir.
2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.
2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)
2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".
2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario