Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

19 de agosto de 2017

Primera clase de italiano

Mi tendencia al heroísmo trágico me juega malas pasadas: Me levanto hoy sábado a las 6.20 de la madrugada, lloviendo, mucho, pienso si ir o no ir a italiano, que es primera clase, pero no es obligatorio y para qué me meto en bolomkis y qué ganas de joder e ir hasta Puán con este día. Pero voy: salgo a las 7.15, solita en la parada bajo la lluvia y tren y otro bondi y toda mojada. Cuando llego al 2do piso a ver la pizarra de las aulas veo en primer plano un papelito de mierda que dice: 18-8, prof XX (nombre de mujer) Ausente con aviso, horario de 9 a 13 y de 13 a 17, aula 261. No lo puedo creer: haber hecho todo este recorrido y que nadie avisara antes. No me acuerdo que me anoté en la comisión de un profe varón, que no debo pagar ningún precio por hacer lo que se me canta contra viento y marea y, menos, que hoy no es 18 sino 19. Para no salir de vuelta a las calles a las puteadas, le mando wasá a Silvana, me fumo un pucho, paseo por los pasillos a ver qué hay para hacer por ahí. Se me ocurre ir al aula que dice el papelito por si encuentro a algún otre despistade que quiera putear a coro. Nadie y cómo mierda se enteraron todos y odio mundial. Se me ocurre ir al aula original de mi comisión (recuérdese que yo estaba mirando la comisión del viernes) y la veo llena de gente. No logro entender, pregunto qué materia es esa. Me dicen que Italiano elemental. Mi cerebro trata de procesar rápido el error ajeno y me hago la épica (modo heroico que encarno con mucha dificultad): digo que hay un papelito que dice que profe ausente y son las 9.20 y movilizo compañeres que van a preguntar y vuelven con dos novedades irrefutables: el papelito es de ayer y ahí viene el profesor.



Menos mal que no salí a las puteadas hoy de Puán y logré encontrar mi primera clase de Italiano porque estuvo genial y en cuatro horas ya leemos, entendemos, pronunciamos, reímos con anécdotas de profe jubilado amante de la ópera, compramos textos y diccionarios y reflexionamos sobre los parecidos pronominales entre italiano, castellano y francés.



Italiano en puan

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