
“El sol rojo parecía derramarse sobre las ramas. La arboleda se recortaba, oscura. El sol que se derramaba por las ramas se introdujo en sus ojos cansados. Los cerró. Las grullas blancas del pañuelo de la joven Inamura volaron en el sol de la tarde, que todavía estaba en sus ojos”.
Yasunari Kawabata. Mil grullas.
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