Este Cervantes siempre tan pillín. Miren lo que poema en Viaje del Parnaso:
"Llegóse, en fin, a la Castalia fuente
y, en viéndola, infinitos se arrojaron,
sedientos, al cristal de su corriente.
Unos no solamente se hartaron,
sino que pies y manos y otras cosas
algo más indecentes se lavaron." (III, 367-372)
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