De lo que no hay representación posible es de la impersonalidad del olvidar, porque es seguro que el que olvida no es el que sabe que recuerda o que olvidó. Del olvido poco se sabe, salvo que ocurre continuamente y que es la urdimbre con que se teje y desteje la trama de la memoria. Las narraciones de Saer no lo hacen visible, sería
como dar a ver la inaparición del sentido, muestran cómo la memoria se edifica siempre al borde del derrumbe, con recuerdos voluntarios e involuntarios que responden a un deseo, más que de supervivencia, de se podría decir también que lo dejan escuchar.
BOLETIN/15-octubre 2010
Saer y su concepto de ficción
Alberto Giordano
http://www.celarg.org/int/arch_publi/giordano_b15.pdf
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