21 de julio de 2014

Final de Brasi sin Aguilar y Cámara

Fui a dar el final de Literatura brasileña como pude, hubiera podido pensar que no estaba lista ni en ánimo, a tres días de la muerte de mi viejo, pero pensé que no tengo nada mejor que hacer en este momento que estudiar y me leí dos novelas en un finde y junté tanto, tanto entusiasmo por Noll que con un par de pataditas no más en mi propio culo, salí adelante.
No releí lo que ya había leído durante la cursada, ni intenté responder a las preguntas guía porque pensaba todo el tiempo en que estuve en todos los teóricos (cosa rara en mí) y que amo tanto a Aguilar y a Cámara que no dejé de leer todo lo que ellos proponían durante los cuatro meses últimos.
Hoy cuando me subí al bondi, al tren, pensé que lo único que llevaba seguro, seguro, es mi entusiasmo (mi puto entusiasmo)y estaba segura de que mis profes son igual de apasionados por esto y los iba a deslumbrar con mis locas hipótesis sobre Noll y Bandoleros y Harmada y Lord. Claro que ni se me ocurrió que me tomaran otras profes de prácticos (ya sabemos que veo lo que quiero ver y escucho lo que quiero escuchar)

Todo estuvo bien: llegué con 9.50 de cursada y me fui con 9 pero me tomaron dos profes que nunca había visto en mi vida y me dijeron que hubiera sido mejor concentrarme en analizar un eje en la novela que se vio en la cursada. Mimportó un joraca y le di padelante. Porque, a esta altura de la vida, si no lo quiero yo, ¿quién va a querer al desubicado de mi entusiasmo?

Me di el lujo de decirles, cuando me dijeron que mi examen estaba desordenado, que no tenía un hilo, que me había faltado organizarlo como una monografía, que se notaba que había leído mucho y conocía toda la crítica pero..., les dije que estaba tan contenta con Noll que tenía miedo de no tener con quién comentar lo que había leído (No usé la palabra "entusiasmo" porque ya sería una parodia de mí misma). Je.

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