El lunes pasado, en vez de teórico de Brasileña y portuguesa, tuvimos visita de 8 integrantes de saraus de San Paulo (ver en entradas anteriores qué es un sarau).
Luego de la prsentación formal del profe y de Lucía Tennina, traductora, compiladora y tesista del fenómeno poético, cada participante se presentó, contó lo que hace su grupo y luego declamó un poema. El clima era genial. La lengua no común solamente hacía que buscáramos puntos comunes y entender era una alegría maravillosa.
Sumale a esto la idea del poeta y la poesía como motores, como acciones políticas y sociales, la palabra mágica del que interviene en el mundo y ya tenés una bola de cuestiones.
Invitaron a participar. Yo quería, aunque hubiera querido no querer, o querer pero no temer. Silvana me prometió que me daba su manzana si me acercaba a leer. Me acerqué. Agarré una antología de la mesa del escenario (la misma que después me compró Silvana con la manzana) y abrí en cualquier página. Esto es lo que leí, lo que logré terminar de leer aunque la parte del cabello y los ojos y la piel se me endureció en la garganta y puso un poco acuosa mi voz:
PEQUEÑA PRINCESA
De Raquel Almeida
Allí, en aquel pasillo
existe una princesa triste
ella está llorando
porque están insultando su cabello.
Allí, en aquel pasillo
la princesita llora
no quiere ir a la escuela
dice que no tiene amiguitos
y que la profesora
siempre la pone en penitencia.
Una vez más la princesita va a llorar
ella le pide a Dios
que le dé cabello lacio,
ojos azules y piel blanca
sría igualita a las "lindas princesitas"
de los cuentos de hadas.
¡Oh, pequeña princesa!
veo en ti tanta belleza
tu cabello trenzado es realeza
tu piel del color de la noche
sos linda, tené certeza
tu sonrisa es luz
contagia mi alma
tus ojos, que no son azules
me transmiten calma.
¡Oh, pequeña princesa!
Sí, vos sos una princesita
nuestras historias encantadas
furon borradas
pero vos las contarás un día
Bella niña de los ojos de jabuticaba
no mires a quien te hace llorar
son personas que aún no saben
que somos de la realeza
Niña negra
de linda belleza
vos sí
que sos una princesa.
(en Hip Hop Mulher)
A la vuelta de mi emocionante encuentro con los saraus brasileños en Puán, le cuento a Magda qué poema leí y le doy la antología sin haber yo leído nada más. Ella, que decía odiar la poesía y "no entenderla", me dice al otro día que "éste está bueno":
EL MILAGRO DE LA POESÍA
De Sérgio Vaz
Soy poeta
y como poeta puedo ser ingeniero,
y como ingeniero
puedo construir puentes con versos
para que las personas puedan pasar sobre los ríos
o solo servir de refugio para los indigentes.
Soy peta
y como poeta puedo ser médico,
y como médico
puedo trasplantar corazones
para que las amen nuevamente
o simplemente recetar poemas
para las tristezas con alergias
o las alegrías sin satisfacción.
Soy poeta
y como poeta puedo ser obrero,
y como obrero
puedo despertarme antes del sol y dar cuerda al día,
y cuando llega la noche, serena y calma,
descansar la herramienta del cuerpo
en el consuelo de la familia
autopartes de mi alma.
Soy poeta
y como poeta puedo ser asesino
y como asesino puedo apuñalar tiranos,
con el filo de mis palabras
y disparar versos de grueso calibre
en la cabeza de la multitud
sin preocuparme del cura, juez o prisión.
Soy poeta
y como poeta puedo ser Jesús,
y como Jesús
puedo descrucificarme
y sin los clavos en las manos y los fanáticos a los pies
andar libremente sobre tierra y mar
recitando poesía en lugar de un sermón.
Donde no haya milagros,
mostrar el pan.
Donde falte la palabra,
repartir la acción.
(en Coleccionador de Piedras)
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