Lo primero que me quedé pensando fue lo de Leonisa y su virginidad incólume entre piratas de todos los colores y amantes que la requieren, la desean y la disputan por doquier. Me acordé de una novela muy bizarra que leí a los 15 años (y que hice circular entre todas mis amiguitas) sobre el viaje de la chica en el barco pirata y la típica fantasía del capitán que desflora y enamora más allá de su crueldad (tenía una tapa muy llamativa y representativa, con mujer despechugada en brazos de galán recio. ¿Dónde habrá ido a parar? Juro que no lo tengo en mis nobibliotecas).
Se me ocurrió, entonces, que Leonisa podía ser para todos estos hombres una joya más valiosa en dinero que en placer sexual, más una excusa para la competencia homoerótica, para la rivalidad entre varones que una prenda realmente deseable. Pensé en el cadí y sus "abrazos flojos" de viejo ¿y qué puede querer hacer con Leonisa más que mirarla dormir como los personajes de La casa de las bellas durmientes? Pensé en la idea de mi profe sobre Leonisa cuando es mostrada como la dura lanza de Mahoma que atraviesa las entrañas, que quiebra la voluntad de todos cuantos la ven. Y algo me hizo ruido entre tanto erotismo sin concreción, tanto erotismo en torno a una virginidad en la que todos (nosotros, lectores, incluídos, creemos por la sola palabra de la aludida).
Me acordé de mi escena favorita: La de Leonisa atada a los barriles junto a su amo Ysuf para no ahogarse en medio del naufragio de su goleta contra la peñas. El texto dice que el amo se desnuda y se mete en un barril y la pone a ella en otro barril (¿ella con ropa?) y ata ambos barriles y saltan al mar. Luego la encuentran en la playa, semi ahogada y ella cuenta con la misma inocencia con la que nos dice su virginidad intacta: "... ni volví en mí hasta que me hallé en tierra en brazos de dos turcos, que vuelta la boca al suelo me tenían, derramando gran cantidad de agua que había bebido." (El destacado (y la picardía) es mía).
Si tenemos en cuenta que luego dice que estuvieron ocho días en una cueva, guardándole los turcos tanto respeto como si fuera su hermana, y nos viene a la cabeza la niña con los siete enanitos en el bosque y ésta con los ocho turcos hermanitos en la cueva, si imaginamos todo lo que el jocoso de Cervantes no nos está realmente contando sino dejándonos picando, digo, si recogemos el guante de lo erótico no dicho este post se va al chancho.

(La imagen no tiene nada que ver con la novela leída. Pero queda linda ¿no?)
Querida Paula Irupé:
ResponderEliminarQue tu post se fue al chancho es una forma muy creativa de decir que se puso chancho, casi porno. Paraste de escribir justo, justo, mirá lo que te digo. Y me dejás picando algunas preguntas por ahí:
- ¿Cómo sabemos que realmente los turcos no fueron poseídos por la joven desesperada ante tanto hombre junto? ¿Y que ellos, sorprendidos, decidieron callar su humillación al no poder seguirle el tren a la ninfomaníaca Leonisa, ni siquiera entre todos?
- Ni hablar de lo que sucedería en un buque en plena navegación, si a la doncella se le diera por atacar sexualmente a la tripulación, sin dejar mástil en pie, bauprés saliente a proa ni verga sosteniendo el velamen.
- ¿Cómo corchos se hace para saltar por la borda desde adentro de un barril, con el barril incluido? Ropa o no ropa, es para mí una proeza digna de Heracles, el Cid Campeador o de Hulk.
Sin otro particular, saludo a V.E. muy atentemente,
Raúl
(El otro, no precisamente ese.)
Copio acá los comentarios de feis para que no se me pierdan:
ResponderEliminarJulia D'Onofrio ¡qué alupna aplicada! Llega a su casa y ya se pone a escribir! Voy a ver su composición de hoy...
Julia D'Onofrio blogger me discrimina!! Desde ayer que ni puedo entrar a mi blog y contestar comentarios grrrrrrr
Paula Irupé Salmoiraghi Me encanta ser alupna!!!
Julia D'Onofrio es lo más!
Julia D'Onofrio pero quiero leerte y no puedo, ¡me da una bronca, blogger del ort
Paula Irupé Salmoiraghi ¿Por qué no te deja? ¿A tu blog tampoco? Para paliar nuestras ansiedades te lo mando por mail
Juan Cruz Lamuedra ¿Sabés que esa escena en la que Ysuf se desnuda para tirarse al agua también me hizo ruido cuando la leí?
La verdad es que cada vez que uno vuelve a leer a Cervantes encuentra algo nuevo. El juego que hay con lo erótico que no es erótico, aquello que tan bien planteó nuestra compañera sobre los silencios del narrador, de los personajes, en definitiva, los silencios del texto que le abren a uno la puerta para empezar a imaginarse distintas cosas (a imaginar cualquier chanchada, en el caso específico de "El amante liberal". ¿Será que tengo la cabeza podrida? ¿O Cervantes saca eso de cada uno?).
Julia D'Onofrio Ves? hasta viene un alupno cualquiera y comenta porque ya te leyó y yo ("¿usted sabe quién soy yo?") no puedo y no puedo. Me voy a ir a otra compu
Paula Irupé Salmoiraghi Cervantes no lo saca, lo pone, jeje.
Julia D'Onofrio la cabeza podrida viene por Juan Diego Vila
Julia D'Onofrio Bien! Ahí me llegó por mail
ResponderEliminarPaula Irupé Salmoiraghi Pero, además, lo que más me deslumbra es que no siento idea de "cabeza podrida" sino una alegría erótica equivalente a las ropas turquescas de Leonisa, al baile de Preciosa.
Paula Irupé Salmoiraghi ¿No hay lecturas camp de Cervantes?
Julia D'Onofrio tal cual, eso es lo mejor. Pero hay gente que no voy a volver a nombrar que sí tienen la cabeza podrida... Sigo leyéndote (me encanta lo de tu novelita con mujer despechugada en la tapa)
Juan Cruz Lamuedra De hecho, hoy me quedé con un comentario que sólo Celia Burgos tuvo el agrado de escuchar:
Al hablar de este regreso milagroso del cautiverio con la "honra intacta" de la (P)preciosa Leonisa, le dije a mi compañera de banco: "Seguramente Cervantes volvió virgen de su cautiverio" (y sentí que me fui de tema, o no, no sé)
Paula Irupé Salmoiraghi Entraste justo ahí en tema. ¡Vivan las tales "podredumbres"!!! Me encantó hoy su idea de "cenagoso" para hablar del tema del cautiverio de Cervantes.
Julia D'Onofrio La escena de los barriles es genial. Siempre parece como si ni Leonisa misma se creyera todo lo que cuenta
Paula Irupé Salmoiraghi Es que una que leyó esos novelones eróticos no puede evitar la asociación...:P
Juan Diego Vila Una buena cabeza es siempre la que está medio podrida, con ideas que ya fueron y otras nuevas..... ;)
Juan Diego Vila Me encanta la idea de abordar los textos desde la escenas que nos resultan fundantes de nuestra imaginación, nunca pude escribir sino es desde ahí..............
Juan Diego Vila Y además es profundamente interesante cómo Cervantes sugiere -valiéndose de las convenciones narrativas de los distintos géneros- que el erotismo, al fin de cuentas, depende de otras cosas y no de los cuerpos en sí mismos que tan celosamente custodiaban los moralistas. Hasta alguien de su tiempo habría advertido las "inconveniencias" en las que los protagonistas son puestos (semidesnudos, vestidos impropiamente, mostrando "partes" que la propia cultura no autoriza o legitima para otros sujetos) y sin contar el detalle de que, además, la mujer virgen pueda resultar vestida/desvestida por terceros............
Raul Castro es decir: Cervantes era un reprimido sexual que no podía ir más allá de la insinuación o la maniobra distractiva.
Juan Diego Vila CReo que todo lo contrario. Distractivo o continuamente aplazado nos parece a nosotros..... pero no deja de ser, a mi entender, un maestro en el trabajo con los límites..... plantear lo inquietante, y como en la seducción, dejar los puntos suspensivos para que uno rellene. Y, aclaro, no por moralista o prejuicioso....... no nos olvidemos que en su tiempo lo sexual abierto no era publicable.......... Y así, y todo, llegó a límites impensados e incluso intolerables para sus contemporáneos.