Me encantaron las citas con las que el profe Saba ejemplificó su exposición sobre la vida cotidiana en el Siglo de oro español. Algunas que googleé durante la clase:
En el XIX: desaparece la teoría de la representación como fundamento de todos los órdenes posibles; se desvanece el lenguaje en cuanto tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas como enlace indispensable entre la representación y los seres; una historicidad profunda penetra en el corazón de las cosas, el análisis del cambio y de la moneda cede su lugar al estudio de la producción; y, sobre todo, el lenguaje pierde su lugar de privilegio y se convierte en una figura de la historia, coherente con la densidad de su pasado.
Michel Foucault. Las palabras y las cosas. Ed. Siglo XXI, 1968
Luis de Góngora
¿Vos sois Valladolid?
¿Vos sois Valladolid? ¿Vos sois el valle
De olor? ¡Oh fragrantísima ironía!
A rosa oléis, y sois de Alejandría,
Que pide al cuerpo más que puede dalle.
Serenísimas damas de buen talle,
No os andéis cocheando todo el día,
Que en dos mulas mejores que la mía
Se pasea el estiércol por la calle.
Los que en esquinas vuestros corazones
Asáis por quien, alguna noche clara,
Os vertió el pebre y os mechó sin clavos,
¿Pasáis por tal que sirvan los balcones,
Los días a los ojos de la cara,
Las noches a los ojos de los rabos?
Casó de un Arzobispo el despensero
Quevedo
Casó de un Arzobispo el despensero,
y, la noche que el novio se acicala,
para hacer de la novia cata y cala
y repicar el virginal pandero,
le dijo el Secretario: "Por mí, quiero
que un cañonazo la tiréis con bala".
Lo mesmo el Mayordomo, el Maestresala,
Veedor, Caballerizo y Camarero.
Llegado el plazo, el caso sucedido
contó a la dama, y trece golpes dióle:
siete por él, y seis encomendados.
Durmióse y ella dijo: "¡Ah del dormido!"
El despertó; la niña preguntóle:
"¿No tiene el Arzobispo más criados?".
SONETO
Quevedo
Si eres campana, ¿dónde está el badajo?;
si pirámide andante, vete a Egito;
si peonza al revés, trae sobrescrito;
si pan de azúcar, en Motril te encajo.
Si chapitel, ¿qué haces acá abajo?
Si de diciplinante mal contrito
eres el cucurucho y el delito,
llámente los cipreses arrendajo.
Si eres punzón, ¿por qué el estuche dejas?
Si cubilete, saca el testimonio;
si eres coroza, encájate en las viejas.
Si büida visión de San Antonio,
llámate doña Embudo con guedejas;
si mujer, da esas faldas al demonio.
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