Llevé, al Congreso Argentino de Hispanistas en Córdoba, un trabajo sobre la primera colección de novelas de María de Zayas que estamos leyendo en el Ubacyt. Elegí El jardín engañoso porque me dejaba hablar de jardines, magia y amores forzados (esto último, en todas las novelas de Zayas).
Mi marco teórico fueron El pensamiento heterosexual de Wittig y Política sexual de Kate Millet. Fui la única que usó críticas feministas teóricas y lenguaje nobinario, aunque se notaba la preocupación por los temas centrados en mujeres y el cuidado de los apelativos en doble género. Nadie decía todes, ni les pero sentí el respeto y la atención a lo que yo argumentaba.
La verdad es que me sentí como pez en el agua. Que hace mucho que hago esto, es verdad, pero muchas veces ando como pidiendo permiso, o disculpas. Ahora estuve muy bien. Me queda, como siempre, una sensación enorme de amor y agradecimiento hacia Vila, D' Onofrio y mis cumpas del equipo de Siglo de oro.
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