MAÑANA UBACYT CON ZAYAS
NOVELA IV: EL PRETENDIDO ENGAÑADO
Canta Don Fadrique en el balcón de Serafina:
y que gusten tus ojos de matarme,
que quiera con tus ojos consolarme,
y que me den tus ojos mil enojos;
Que rinda yo a tus ojos por despojos
mis ojos, y ellos, en lugar de amarme,
pudiendo en mis enojos alegrarme,
las flores me conviertan en abrojos;
Que me maten tus ojos con desdenes,
con rigores, con celos, con tibiezas,
cuando mis ojos por tus ojos mueren,
¡Ay dulce ingrata!, que en los ojos tienes
tan grande ingratitud como belleza
contra unos ojos que a tus ojos quieren.
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