Este 2019 parece que no hay cursada. Ni jubilación ni escritura de última monografía. Ya estamos en agosto y me llevó todo el primer cuatri y las vacaciones de invierno asumir que tengo que seguir trabajando hasta fin de año en los ocho cursos que empecé este año. Y está bien: tenía que pagar mis "pecados españoles", blanquear las tarjetas y evitar que el mínimo de mis resúmenes se quedara con todo mi sueldo. Reconozco que llevo cuatro años de pocas escuelas (dos, uno sola) y que remarla con talleres y tejidos no pagaba deudas. Así que aquí estamos: de profe full time o casi (gracias al sueldo decente sigo con mis talleres de canto, guitarra y flamenco).
La facu no se va a mover de ahí. Todavía fabulo con cursar una última materia (más) en el 2020, cuando tenga todo el tiempo de mundo para subirme al 163 y quedarme seis horas en Puán si se me canta.
Todavía no hice los trámites para validar mi título de francés ni tramité la libreta. Je. Y qué.
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