Estuve el jueves y fue muy emocionante. Esos eventos en Puán que me hacen sentir que ese es mi lugar, que lo elegí y me lo gané y tengo mucho para buscar allí y también para aportar.
Estaban Nora Dominguez y Diana Maffía que fueron y son mis profes y a las que admiro. En el pasillo me encontré con Virginia Cano y otra asistente con las que nos pusimos a hablar de la cátedra como si ninguna presentación fuera necesaria.
El nombre de Amelia Carreras, dado a la reciente inaugurada, pertenece a una trabajadora de telefonía de principios de siglo que fue expulsada de su trabajo por casarse (las telefonistas solo podían ser mujeres solteras, explotables y disponibles) y que reaccionó esperando a su jefe en la puerta de la casa y clavándole un cuchillito que no le causó mucho daño pero hizo que la prohibición de matrimonio fuera suspendida para ella y para todas las que siguieron con su trabajo.
Mucho camino hecho y mucho nuevo para hacer.
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