11 de agosto de 2014

Cómo me gusta destruir mis desilusiones

Empecé Problemas de literatura argentina con cero expectativas. El programa me parecía que se tocaba en demasiados puntos con lo que ya había visto en Literatura Argentina II y Saitta siempre me había parecido aburrida, poco expresiva, monocorde, monotemática.
Había ido a un par de teóricos antes de dar mi final de Argentina II y me parecía que no aportaban nada, que tiraban datos como que Silvina y Victoria eran hermanas y jamás me pude quedar las 4 horas en esa fea aula llamada Boquitas.

La cosa es que no sé qué pasó: ¿Será el cambio de aula que se escucha mejor y puedo concentrarme? No creo. ¿Será que Saítta cambió de un cuatrimestre al otro? Tampoco creo. Me parece que prejuzgué o, en el mejor de los casos, ahora le di una mejor oportunidad de verla (a Saitta y sus clases de 4 horas que no se desgraban) mucho más interesantes, simpáticas, pasionales, desestructuradas y coherentes, cargadas de contenidos, ideas y pareceres de los que no están directamente en los textos y cuya reconstrucción, me parece, es el objetivo central de todo teórico.

La cosa es que hace dos lunes que me encanta escuchar a mi "nueva" profe de Literatura argentina hablando de revistas literarias y de autores que yo creía conocer pero que me resultan completamente nuevos desde este enfoque. Si hoy habló del denso de Guiraldes, la gauchesca y su Don Segundo y me dio ganas de ir a leer tooooooda la crítica y hasta de releer la novela. (Por ahí me aguanto y en reemplazo busco los poemas de Guiraldes o esa otra novela... ¿cómo era el título?)

2 comentarios:

  1. me pasó lo mismo (respecto a Saitta) entre Argentina II y Problemas. En Argentina II me parecía que Saitta daba las clases sin ganas, obligadas y que ese "tedio" se transmitía. Sus clases de problemas dueron sencillamente emocionantes. No quería perderme ni una. Sigue siendo una de mis materias preferidas de la carrera... y soy de Lingüística. Es la materia qeu me hizo replantear la orientación, incluso.

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  2. Ah, creí que era yo que antes no le tuve paciencia. ¿Realmente le embolará el programa de Argentina II? Pero ella podría cambiarlo todo ¿no?

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