11 de enero de 2013

Muñoz Molina

Leí Carlota Fainberg en digital, a las apuradas para el final de la cursada y me gustó tanto que allí no más presenté hipótesis para monografía final a defender en febrero (todo esto en medio de la ida al LESOE y los parciales de dos materias más).
Ahora, feliz en mi enero, le di oportunidad de ilustrar mis planteos a otra novela que tenía hace rato en los estantes: El viento de la luna. Me faltan diez páginas y es maravillosa.
Ayer me fui bajo el solazo de las 3 de la tarde a buscar dos novelas más que compré por mercado libre: El jinete polaco a 35 pesitos a retirar en Gascón y Corrientes y Beatus Ille a 25 en Uriburu y Corrientes. Dos vendedores maduros y sonrientes me recomendaron que disfrute de tan buen autor. Y sí, en el tren ya empecé Beatus y acá estoy engordando monografía.

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