17 de julio de 2012

Repentinos pero no casuales

Amo mis súbitos (y nada escasos) deslumbramientos repentinos: Esos que se producen cuando encuentro (incluso, es decir, casi siempre, en mis mismas bibliotecas) un libro maravilloso que estuvo allí por años sin quejarse de mi abandono. Hoy: El entenado. FECHADO POR MÍ EN NOV.2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario