25 de febrero de 2010

Filosofía y festejos

Ayer. Un nueve. Fin del cbc.
Taba cagada en las patas por el 2 de agosto y porque el profe (un santo) dijo que esta vuelta eran sólo cinco preguntas y si estaba bien se pasaba al oral. ¡Oral! Qué papelón.
Respondí las cinco pero sin seguridad, olvidàndome algún nombre, puteando a Descartes y su cogito, a Kant y sus categorías y a los últimos filósofos que eran los mejores y no aparecían (sólo hasta Nietzsche).
Salí en una hora cuando teníamos dos. Tres profes corregían y delante mío ya había uno dando oral. Yo temblaba.
En unos minutos, ni el pucho me terminé, me llamaron: Salmoiraghi... Su examen está muy bien, no nevesita dar oral. ¿Tiene libreta?
El paraíso. Los otros tres que estaban alrededor tenían que pasar al oral. Yo un 9 bendito y listo.
Mensajito a la gente que está pendiente de mí. Y Luis (nadie pregunte quièn es Luis) que me llama al toque y me dice si no quiero ir a festejar a su casa. ¿Pueden creerme que le corté y le dije que le avisaba en unos minutos si iba o no porque dudaba en ir a tomar examen a la tècnica a las 13 hs?
Por suerte se me pasó rápido el shok y me mandé mensajito para que me diga cómo llegar (ya fui unas cuantas veces a su casa pero no sabía ni el piso, ¿se nota que cuando me dejo me dejo completa?)
(Del festejo no cuento nada acá proque este es un blog centrado en etma estudio. Tampoco contaré nada en el otro porque toy tan contenta que ya ni ficcionaizo mi vida, ni la blogueo, ni)

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