28 de febrero de 2011

Como la vida misma

Empecé el 7 de febrero el seminario de Kamenszain sobre poesía. Yo, con unas expectativas desmedidas basadas en la enamorada lectura (y escucha) de la poesía de la profe y de sus intervenciones en congresos.
Primero me desiluioné: la cosa docente, la cosa en el aula, no era lo mismo (impactante, potente, inolvidable) que los encuentros y jornadas. Después empecé a disfrutar de tanta gente en la misma (100 inscriptos). Después me encontré con Nurit Kasztelan a quien había escuchado leer tb en alguno de esos encuentros poéticos y me dije que ese era mi lugar en el mundo.
Algunos días bostecé, otros pensé que la Kamenszain derrapaba, otros vi la luz.
Y así vamos: rumbo a mi exposición sobre Mamushkas de Roberta Iannamico, libro que adoro y al que le aplicaré, con todo mi amor, la cosa del nocamino de la heroína.