Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

25 de noviembre de 2012

Tengo que leer a Le Breton

David Le Breton:“pensar el cuerpo es pensar el mundo”

Por Carlos Trosman - Publicado en Julio 2009

David Le Breton es doctor en Sociología de la Universidad París VII y miembro del Instituto Universitario de Francia. Profesor en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Ciencias Humanas Marc Bloch de Estrasburgo, ha escrito innumerables artículos y colaboraciones, y más de 20 libros (traducidos a los más diversos idiomas), en relación a la temática del cuerpo humano y su construcción social y cultural. Algunas de sus obras han sido traducidas al español: Antropología del Cuerpo y Modernidad; La Sociología del Cuerpo; Antropología del Dolor; El Silencio; Las Pasiones Ordinarias. Antropología de las Emociones y Adiós al Cuerpo.

En octubre de 2005, durante la realización del II Congreso de Artes, Ciencias y Humanidades “El Cuerpo Descifrado” en México DF, al que concurrí, el Dr. Le Breton dictó una Conferencia Magistral titulada “Adiós al Cuerpo”, basada en su libro homónimo. Los conceptos allí expresados (en los cuales está inspirada esta nota),

advierten acerca del avance de una ideología que toma al cuerpo como “un lugar de sospecha” que es necesario rehabilitar. Si bien esta visión del cuerpo asociado al pecado es historia antigua fomentada por varias religiones, ahora el nuevo dios es la tecnología. Y este nuevo dios opone un “cuerpo imperfecto a una tecnología perfecta”, proponiendo un cuerpo que se adapte a las circunstancias, como una materia prima que se modela según las modas. Y como las modas cambian, “el cuerpo no sostiene mi identidad sustancial, sino mi identidad circunstancial”, que por supuesto cambiará. Desde esta visión el cuerpo es algo superfluo, accesorio, y plantea un dualismo laico: el hombre opuesto al cuerpo.
La ideología de los ’60 era cambiar el mundo, mientras que la actual es cambiar mi cuerpo. Hay un exagerado auge de cosméticos y ejercicios para modificar el cuerpo: “al cambiar su cuerpo, el individuo busca cambiar su existencia.” Esta tiranía de la imagen se aplica más a las mujeres, pero todos somos víctimas, ya que “el individuo toma cuerpo en su cultura”. Y la cultura actual propone un cuerpo sometido a diseño, tanto desde aspectos cosmetológicos como tecnológicos, oponiéndose ferozmente a la determinación de la biología. El cuerpo es considerado hoy día como una “prótesis de la identidad”, del que hay que tomar posesión agregándole la marca propia, como los tatuajes, los piercings u otras prácticas que marcan el cuerpo. Éstas pueden interpretarse como una especie de “código de barras” que hacen único al sujeto. He visto en el cuello de un joven un tatuaje que representaba un código de barras y, al acercarme para observarlo mejor, noté que los números grabados eran su fecha de nacimiento. Me corrió un escalofrío: ¿cuánto tardaría la legislación internacional en volver obligatoria esa práctica en reemplazo de los documentos de identidad? Las cirugías estéticas nos indican que la anatomía ya no es el destino que planteaba Freud: ahora aparece como un destino revocable, como si existiera la posibilidad de ser otro, de liberarse de lo biológico para darse identidad. Como en el caso del transexual, donde el sexo es tomado como una decisión y no como un destino anatómico.
La Tecnociencia, quizás inspirada en discursos puritanos que desprecian al cuerpo, plantea que el cuerpo es algo imperfecto que es necesario corregir o eliminar. Este discurso, proveniente en especial de los U.S.A., quiere instalar el concepto del cuerpo como algo arcaico, “una reliquia de la humanidad”, al que se le reprocha su vulnerabilidad, porque no es tecnológico. Esta ideología propone la manipulación genética, la gestación sin sexualidad, los niños de probeta y la tecnología por encima de la condición humana, estableciendo exámenes en el nacimiento que funcionan como control de calidad para entrar en la vida con cuerpos perfectos. “Este rechazo del cuerpo es sobre todo rechazo al cuerpo de la mujer, porque la mujer es un cuerpo. La mujer vale lo que vale su cuerpo y el hombre es lo que su cuerpo hace, su obra.”
La “cybercultura” alienta la idea de una “posthumanidad”, propone “deshacerse del cuerpo para llegar a una humanidad gloriosa.” Los “internautas” (quienes navegan por Internet) se sienten encerrados en un cuerpo pesado; la comunicación sin cuerpo a través de las computadoras favorece la multiplicación de identidades. El cuerpo es un dato opcional y ese mundo virtual está abierto a mutantes que inventan su cuerpo. “Es un paraíso sin cuerpos, como todo paraíso. Un Paraíso en la tierra en un mundo sin espesor, sin que la carne lo obstaculice.” El rostro es el lugar de la responsabilidad, y en internet no hay rostros. Esto favorece el lugar de la máscara, de la simulación. “No se aplica el principio de realidad al ciberespacio y todos están dispuestos a creer en la información que se les da. La identidad se disuelve. Es la desaparición del otro, “el texto reemplaza al sexo, la pantalla reemplaza al cuerpo, es como una sexualidad angelical porque no hay contacto físico.” “El cibernauta abandona la prisión del cuerpo para entrar a un mundo de sensaciones digitales.” El cuerpo físico se vuelve sólo una
necesidad antropológica, como la última frontera a abatir para deshacerse de los restos de la naturaleza. Internet es la carne y el sistema nervioso de los que desprecian su cuerpo y el cuerpo está fuera de moda en este universo de tecnologías.
Existe en USA una comunidad internáutica llamada “Extropianos” (en oposición a la entropía). Para conseguir la inmortalidad intentan reconstruir el cerebro en una computadora y dejar de lado el cuerpo. Proponen “guardarse en un diskette y pasarse a una máquina”, reemplazando al cuerpo por una computadora. El lema de esta comunidad es “Somos la última generación que va a morirse.”
Timothy Leary declaró que “Internet libera al hombre de la esclavitud del cuerpo. Los encuentros físicos se reservarán para las grandes ocasiones, casi sagradas.” Y propone viajar por el mundo sin salir físicamente de la habitación.
Es el advenimiento de una era post-biológica, atisbada por Blas Pascal en el siglo XVIII cuando escribió: “Morir después de haber acumulado lo suficiente para resolver un problema es deprimente.” “Todo lo que podríamos hacer si no tuviéramos cuerpo.”
Proponen un universo post-biológico, post-humano y post-evolucionista, donde el cuerpo sea un cuerpo biónico adaptado a los desafíos contemporáneos, porque “la carne superflua limita el actual desarrollo tecnológico de la humanidad.”
Phillip K. Dick, el escritor de ¿ciencia ficción? que publicó el cuento “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, en el que se inspiró Ridley Scott para realizar su film “Blade Runner”, escribió: “Algún día, un humano le disparará a un robot que perderá sangre y lágrimas y que le disparará al hombre, del que saldrá humo.”
Esta tecnociencia piensa al cuerpo y al mundo desde un discurso que desprecia la condición humana, obsoleta y descartable para esos valores, con lo cual aumenta las diferencias y la exclusión. Es un discurso en el fondo religioso, ya que anuncia el advenimiento del Reino Tecnológico y anula al cuerpo a favor del espíritu (o cyber-espíritu). Considera a la humanidad inferior por no ser cyborg, y plantea que el progreso tecnológico va junto con el progreso moral. Empero, ocurre exactamente al revés, ya que con frecuencia el empleo de la tecnología es inmoral. Sobran ejemplos: el control forzado o encubierto de la natalidad en los países del Tercer Mundo, la experimentación con vacunas y tecnología médica en pueblos carenciados, la bomba atómica, las armas químicas y la sociobiología que pretende justificar las diferencias sociales y otras cuestiones del comportamiento humano invocando causas químicas o genéticas.
Olvida la ambivalencia de la condición humana y la compatibilidad del deseo con el deseo de los otros. Propone una humanidad sin cuerpo, lo que sería una humanidad sin sensorialidad, sin sabor. Estas ideologías piensan un mundo donde el ser humano es una criatura demasiado imperfecta para las exigencias de eficiencia que necesita el neoliberalismo, sembrando promesas para el mañana que jamás se cumplen y olvidando que hay excluidos que ni siquiera conocen internet.
“Pensar el cuerpo es pensar el mundo; es un tema político mayor. Es un factor importante para pensar en las sociedades contemporáneas.”, advierte Le Breton.
Las sociedades que pueden prescindir de sus individuos, fomentando la exclusión, pueden también plantearse prescindir del cuerpo.
Las sociedades que procuran la perfección tecnológica del ser humano, aún desde los discursos médicos de prevención de las enfermedades genéticas, también fomentan la exclusión, siguiendo la quimera de la “raza perfecta” que, sabemos, lleva al totalitarismo y a la guerra, pensando al otro como un ser “biológicamente inferior”.
Las sociedades que proponen la digitalización del ser humano y su almacenamiento en computadoras como una forma de inmortalidad, continúan dando pasos agigantados hacia la dominación global de la humanidad porque: ¿quién manejará esas computadoras?
El sabor del mundo es variado, como la vida, y ese es el secreto de su maravilla.
Anestesiar el dolor del ser es también anestesiar el placer y la creación.
Pretender controlarlo todo es ahogar lo impredecible de la condición humana, a partir de la cual se generan los cambios propios de la vida, las luchas por las utopías y por la justicia y el respeto del cuerpo que también somos.



Carlos Trosman
carlostrosman@gmail.com


Tomado de http://www.topia.com.ar/articulos/david-le-breton%E2%80%9Cpensar-el-cuerpo-es-pensar-el-mundo%E2%80%9D

Una de papel y otra de arena

LESOE Mardel Plata






Antropología de los sentidos

Gerardo Rodríguez citó a Le Breton


"Hay un bosque del paseante, del fugitivo, del indígena, un bosque del cazador, del guardamonte o del cazador furtivo, un bosque de los enamorados, de los ornitólogos, está también el bosque de los animales o el de los árboles, el bosque de día o de noche. Son mil bosques en uno solo, mil verdades de un mismo misterio que se escabulle y que solo se entrega fragmentariamente". Del mismo modo, existe un paisaje , un sonido, un sabor, un perfume, un contacto, una caricia para desplegar la sensación de la presencia y avivar la conciencia de si mismo.

David Le Breton explora los sentidos, todos nuestros sentidos, como pensamiento del mundo. Nos muestra que el individuo sólo cobra conciencia de sí mismo a través de los sentidos, que experimenta su propia existencia mediante resonancias sensoriales y perceptivas. Nos recuerda que la condición humana, antes de ser espiritual, es completamente corporal.

Paisaje sonoro en el LESOE

Uno de los trabajos que más me interesó en el Congreso de Mardel fue el de Gerardo Rodríguez, cuya ponencia (sorprende porque no fue leída sino narrada, charlada) se titula "El paisaje sonoro en los relatos de cautivos de Los milagros de Guadalupe (España, siglos XV y XVI)"


Paisaje sonoro (tomado de la WIKI (para empezar a desasnarse por algún lado))


El concepto de paisaje sonoro surge de los intereses investigativos desarrollados por el grupo de trabajo dirigido por Robert Murray Schafer (músico, compositor, ambientalista y profesor de estudios en comunicación en la Universidad Simon Fraser en Burnaby, Canadá) a fines de los años sesenta, para responder a la pregunta: "cuál es la relación entre el hombre y los sonidos de su entorno, y qué sucede cuando estos sonidos cambian". El resultado de las investigaciones dieron lugar a la publicación del tratado "The tuning of the world" (Nueva York: Knopf, 1977), que contiene una exhaustiva explicación sobre las características del paisaje sonoro, su posible análisis y la evolución del entorno acústico desde el mundo premoderno hasta la actualidad.

El concepto se forma a partir de la unión de las palabras "sound" (sonido) y "landscape" (paisaje); con él se explica cómo podemos distinguir y estudiar el universo sonoro que nos rodea. Definido por M. Schafer es básicamente un ambiente sonoro y puede referirse a entornos naturales o urbanos reales, o a construcciones abstractas (composiciones musicales, montajes analógicos o digitales que se presentan como ambientes sonoros). En sus palabras "un paisaje sonoro consiste en eventos escuchados y no en objetos vistos", afirmación que nos conduce a otro concepto clave que se encuentra detrás de sus preocupaciones ecológicas y estéticas: clairaudience, que literalmente significa escucha o audición limpa (o clara)."El término simplemente se refiere a unas habilidades excepcionales de escucha, particularmente en relación a los sonidos del ambiente o del entorno. Mediante ejercicios de limpieza auditiva, las habilidades de escucha pueden ser entrenadas para alcanzar un estado de clariaudiencia".

Posteriormente se funda el World Forum for Acustic Ecology y el World Soundscape Project (WSP) donde Murray Schafer y otros investigadores como Barry Truax y Hildegard Westercamp, han publicado algunos de los documentos fundacionales relativos al paisaje sonoro y la ecología acústica. Todo este trabajo devino en los Soundscape Studies que, según el propio Schafer, buscan reunir el trabajo de los estudios sobre el sonido que de manera aislada ya se han realizado desde disciplinas como la psicoacústica, la acústica, el urbanismo, la música y las ciencias sociales.
Índice



Características del paisaje sonoro

R. Murray Schafer distingue tres elementos principales que componen los paisajes sonoros:

a) (Tonalité, Keynote): Este es el término musical que identifica la tonalidad de la pieza aunque no es siempre audible. Estos sonidos son los que marcan el temperamento de las personas, sea escuchándolos —rara vez— consciente o —por lo general— inconscientemente. Los sonidos de fondo (background sounds) que de inicio son creados por la naturaleza, según la geografía y el clima, son: el sonido del viento, del agua, de los animales, etcétera; y en áreas urbanas es constituido por sonidos como: el tránsito de los automóviles, las instalaciones eléctricas, el tránsito aéreo, etcétera.

b) Señales sonoras (Signaux sonores ó Sound signal): Son los sonidos que se encuentran en el primer plano (foreground sounds). Estos son aquellos que escuchamos esporádica y conscientemente, por ejemplo: las sirenas de las patrullas de policía o las ambulancias, los cláxones de los automóviles, el sonido de las campanas, etcétera.

c) Marcas Sonoras (Les marqueurs sonores ó Soundmarks): Son los sonidos característicos de un área en específico; aquellos que adquieren un valor simbólico y afectivo. Schafer escribió en su libro que éstas se deben proteger pues constituyen las huellas sonoras, que hacen única a la vida acústica de cada lugar.


Problemática del concepto

Ciertos autores han empezado a utilizar el término "paisaje sonoro" asociado al de imagen sonora. Este es el caso de Trevor Wishart, quien en su obra Símbolos y paisajes sonoros (1986), define un paisaje sonoro como la fuente imaginaria de los sonidos percibidos. Es decir, como la recreación de un paisaje real, con lo que está definiendo, algo similar lo que se entiende por imagen sonora (que también puede ser la recreación de un entorno sonoro irreal).

El paisaje sonoro ha sido concebido también desde la contaminación acústica, sin embargo, Schafer hizo hincapié en que se debe de buscar el aspecto positivo sobre sus impactos negativos.


Ejemplos de paisaje sonoro



En un entorno rural: los pájaros que pían, las ranas que croan, el rumor del agua de un arroyo, dos personas conversando, las campanas de la iglesia, el sonido del tractor faenando, etc.

En un entorno urbano: el tráfico, las bocinaes, el coche que aparca o deja su lugar de aparcamiento, la gente conversando, el sonido de la maquinaria, un edificio en obras, el bus urbano, el metro bajo la acera, etc.


24 de noviembre de 2012

DQ y Sancho nunca nos abandonan

En Mar del Plata, que no es ciudad cervantina como Azul, al borde del mar, nos encontramos con Sancho, Don Quijote, Rocinante, el burro y Cervantes.
Las chicas saltaron tras el pollino cual Dulcineas encantadas. Yo saqué las fotos y las subiré en cuanto Boguer me deje.






Próximo congreso poscolonial


IDAES-UNSAM con el auspicio de CLACSO presentan el
Primer Congreso de Estudios Poscoloniales, y las
II Jornadas de Feminismo Poscolonial

Cruzando puentes:
Legados, genealogías y memorias poscoloniales
5, 6 y 7 de Diciembre, 2012
Buenos Aires, Argentina
Biblioteca Nacional
-
El encuentro organizado por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín, con el auspicio de CLACSO y la Biblioteca Nacional, reúne dos actividades que se llevarán a cabo en forma simultánea: el Primer Congreso de Estudios Poscoloniales y las II Jornadas de Feminismo Poscolonial, “Cruzando puentes: Legados, genealogías y memorias poscoloniales”.
El antecedente de este evento se inscribe en el Primer Encuentro de mujeres intelectuales, académicas, activistas y artistas, de octubre de 2009, desarrollado en el IDAES/UNSAM bajo la consigna “Descolonizando el feminismo occidental desde y en América latina”.
Desde hace un tiempo los temas y problemas que rodean y se piensan a partir del término clave de lo “poscolonial” habitan las academias argentinas, latinoamericanas y otros espacios de creación de pensamiento entre otras latitudes. Lo poscolonial evoca la tensión entre la superación del colonialismo y la persistencia de la colonialidad que regula tanto las identidades de sexo/género como las raciales y políticas. Este encuentro busca debatir acerca de esta tensión y ser un foro de discusión acerca de la validez de lo poscolonial en el espacio intelectual latinoamericano.
Pretendemos discutir, entre viejos y nuevos textos, viejos y nuevos problemas, y en clave de genealogías críticas argentinas, latinoamericanas (incluyendo el Caribe) y del Sur, la transformación de los horizontes epistemológicos, temáticos y políticos del colonialismo y la colonialidad. Buscamos también recuperar en las ciencias sociales y las humanidades una memoria epistémica interrumpida por los procesos dictatoriales, el impacto del neoliberalismo y el alcance global de nuevas hegemonías. El objetivo consiste en edificar puentes entre generaciones, puentes que se trazan entre epistemologías y saberes subalternos al modo de los descritos por “Esta puente mi espalda”, la valiosa antología que nos legó el feminismo de color.

19 de noviembre de 2012

Clase sobre La naraja mecánica

Revelar en la libertad el Mal, se opone a una forma de pensar convencional, conformista y tan generalizada, que su impugnación no se concibe. (...) enseguida aparece que la libertad, incluso después de destacadas sus posibles relaciones con el Bien, se halla como Blake le dice a Milton, "del lado del demonio sin saberlo". El lado del Bien es el de la sumisión, el de la obediencia. La libertad es siempre una apertura a la rebelión y el Bien se vincula con el carácter cerrado de la regla.


GEORGES BATAILLE

Del libro LA LITERATURA Y EL MAL, Georges Bataille (Taurus Ediciones, Madrid / 1971)

18 de noviembre de 2012

Los ojos de los cocodrilos y el traje de conserje

EL REY DE HARLEM


FEDERICO GARCÍA LORCA


Con una cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos
y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.

Fuego de siempre dormía en los pedernales,
y los escarabajos borrachos de anís
olvidaban el musgo de las aldeas.

Aquel viejo cubierto de setas
iba al sitio donde lloraban los negros
mientras crujía la cuchara del rey
y llegaban los tanques de agua podrida.

Las rosas huían por los filos
de las últimas curvas del aire,
y en los montones de azafrán
los niños machacaban pequeñas ardillas
con un rubor de frenesí manchado.

Es preciso cruzar los puentes
y llegar al rubor negro
para que el perfume de pulmón
nos golpee las sienes con su vestido
de caliente piña.

Es preciso matar al rubio vendedor de aguardiente
a todos los amigos de la manzana y de la arena,
y es necesario dar con los puños cerrados
a las pequeñas judías que tiemblan llenas de burbujas,
para que el rey de Harlem cante con su muchedumbre,
para que los cocodrilos duerman en largas filas
bajo el amianto de la luna,
y para que nadie dude de la infinita belleza
de los plumeros, los ralladores, los cobres y las cacerolas de las cocinas.

¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem! ¡Ay, Harlem!
No hay angustia comparable a tus rojos oprimidos,
a tu sangre estremecida dentro del eclipse oscuro,
a tu violencia granate sordomuda en la penumbra,
a tu gran rey prisionero, con un traje de conserje.

Tenía la noche una hendidura y quietas salamandras de marfil.
Las muchachas americanas
llevaban niños y monedas en el vientre
y los muchachos se desmayaban en la cruz del desperezo.
Ellos son.
Ellos son los que beben el whisky de plata junto a los volcanes
y tragan pedacitos de corazón por las heladas montañas del oso.

Aquella noche el rey de Harlem con una durísima cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos
y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.
Los negros lloraban confundidos
entre paraguas y soles de oro,
los mulatos estiraban gomas, ansiosos de llegar al torso blanco,
y el viento empañaba espejos
y quebraba las venas de los bailarines.

Negros, Negros, Negros, Negros.

La sangre no tiene puertas en vuestra noche boca arriba.
No hay rubor. Sangre furiosa por debajo de las pieles,
viva en la espina del puñal y en el pecho de los paisajes,
bajo las pinzas y las retamas de la celeste luna de cáncer.

Sangre que busca por mil caminos muertes enharinadas y ceniza de nardo,
cielos yertos, en declive, donde las colonias de planetas
rueden por las playas con los objetos abandonados.

Sangre que mira lenta con el rabo del ojo,
hecha de espartos exprimidos, néctares de subterráneos.
Sangre que oxida el alisio descuidado en una huella
y disuelve a las mariposas en los cristales de la ventana.

Es la sangre que viene, que vendrá
por los tejados y azoteas, por todas partes,
para quemar la clorofila de las mujeres rubias,
para gemir al pie de las camas ante el insomnio de los lavabos
y estrellarse en una aurora de tabaco y bajo amarillo.

Hay que huir,
huir por las esquinas y encerrarse en los últimos pisos,
porque el tuétano del bosque penetrará por las rendijas
para dejar en vuestra carne una leve huella de eclipse
y una falsa tristeza de guante desteñido y rosa química.

*

Es por el silencio sapientísimo
cuando los camareros y los cocineros y los que limpian con la lengua
las heridas de los millonarios
buscan al rey por las calles o en los ángulos del salitre.

Un viento sur de madera, oblicuo en el negro fango,
escupe a las barcas rotas y se clava puntillas en los hombros;
un viento sur que lleva
colmillos, girasoles, alfabetos
y una pila de Volta con avispas ahogadas.

El olvido estaba expresado por tres gotas de tinta sobre el monóculo,
el amor por un solo rostro invisible a flor de piedra.
Médulas y corolas componían sobre las nubes
un desierto de tallos sin una sola rosa.

*

A la izquierda, a la derecha, por el sur y por el norte,
se levanta el muro impasible
para el topo, la aguja del agua.
No busquéis, negros, su grieta
para hallar la máscara infinita.
Buscad el gran sol del centro
hechos una piña zumbadora.

El sol que se desliza por los bosques
seguro de no encontrar una ninfa,
el sol que destruye números y no ha cruzado nunca un sueño,
el tatuado sol que baja por el río
y muge seguido de caimanes.

Negros, Negros, Negros, Negros.

Jamás sierpe, ni cebra, ni mula
palidecieron al morir.
El leñador no sabe cuándo expiran
los clamorosos árboles que corta.
Aguardad bajo la sombra vegetal de vuestro rey
a que cicutas y cardos y ortigas turben postreras azoteas.
Entonces, negros, entonces, entonces,
podréis besar con frenesí las ruedas de las bicicletas,
poner parejas de microscopios en las cuevas de las ardillas
y danzar al fin, sin duda, mientras las flores erizadas
asesinan a nuestro Moisés casi en los juncos del cielo.

¡Ay, Harlem, disfrazada!
¡Ay, Harlem, amenazada por un gentío de trajes sin cabeza!
Me llega tu rumor,
me llega tu rumor atravesando troncos y ascensores,
a través de láminas grises
donde flotan tus automóviles cubiertos de dientes,
a través de los caballos muertos y los crímenes diminutos,
a través de tu gran rey desesperado
cuyas barbas llegan al mar.




En Poeta en New York

Cervantinos 2012





Locura de noviembre

Ayer entregué (tres días antes de la fecha) parcial domiciliario de Española III: Poeta en New York de Lorca, "Mi Cristina" de Mercé Rodoreda y "Balbeec, una mancha" de Juan Benet. (Temas a elegir, todos merecen ser continuados más allá de mis tres páginas reglamentarias)
Ponencia para Mardel casi lista: La fuerza de la sangre de Cervantes.
Hoy imprimo parcial de Inglesa: Oliver Twist y El extraño caso del Dr Jeckill y Mr Hyde. Las novelas no me resultaron muy inteersantes pero sí el eje del programa en la ciudad y su recorridos y mi análisis sobre los sujetos amenazantes.

12 de noviembre de 2012

Lemebel en PROLILAT

Yeguas del apocalipsis, el dúo que se rebeló a la dictadura chilena


Con una exposición en Santiago de Chile, el fotógrafo Mario Vivado trajo al presente a un mítico dúo.
Alejandra Pau / Santiago - 01/07/2011



Pedro Lemebel (máscara) y Francisco Casas formaron en la década de 1980 las Yeguas del apocalipsis.


Yeguas del apocalipsis fue un dúo contestatario, provocador, homosexual y escandaloso que surgió en la década de 1980 y revolucionó “sin permiso” la escena artística en plena dictadura chilena.

Pedro Lemebel y Francisco Casas formaron este colectivo con el que hicieron presentaciones insólitas e imprevistas que se volvieron un hito en la historia del arte de ese país. El dúo se separó a mediados de 1990, pero el fotógrafo Mario Vivado los puso nuevamente en la palestra este año, con una exposición realizada en la capital chilena.

Lo que el Sida se llevó se llamó la muestra que trajo a las Yeguas del apocalipsis de 1989 hasta 2011. En la galería de Arte D21, ubicada en el barrio santiaguino de Providencia, estas “divas proletarias y marginadas” se dejaron descubrir por miradas más jóvenes, en muchos casos extranjeras y, sin duda, dueñas de unos ojos más democratizados que los de la época de Pinochet.

El origen

El nombre del colectivo, hoy mítico en la escena chilena, surgió a partir de un apelativo despectivo a las mujeres: “yegua” y en referencia al sida, el mal “apocalíptico” que ninguno de los dos padecía, pero que era atribuido sólo a los homosexuales y significaba una sentencia de muerte.

El deseo de hacer más visibles a los homosexuales como personas con derechos humanos, en un régimen dictatorial, era audaz y arriesgado. Fue en ese escenario que Vivado conoció a Lemebel y Casas y en 1989 hicieron una mancuerna artística para una exposición en el Instituto Francés de Cultura.

El título (Lo que el sida se llevó) era de ellos. “Era un momento en que la enfermedad estaba haciendo estragos en la sociedad y sobre todo nos tocaba de cerca, ya que murieron amigos muy cercanos del área del espectáculo”, comenta Vivado en una entrevista concedida a Página Siete.

En esta respuesta a la opresión que vivían por su condición sexual, sus apariciones eran rápidas por obvios desacatos contra la moral y las buenas costumbres -según manifestaba el orden social establecido-.

Fue en una de esas ocasiones que ingresaron a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile montados desnudos en un caballo blanco, emulando a Lady Godiva y el ingreso del fundador de Chile Pedro de Valdivia a Santiago.

En 2007, el matutino chileno La Nación rememoró otra de sus polémicas intervenciones realizada en 1989 en los salones de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.

En esa oportunidad, las “yeguas” pintaron un mapa de Latinoamérica, lo cubrieron de vidrio y bailaron cueca con los pies descalzos sobre los restos cortantes mientras tenían una radio colocada en el pecho. “La idea: dibujar con su sangre una cartografía mortuoria de las desapariciones cometidas en dictadura”, reseñó el diario.

Una tarde hace 22 años

22 años después, el fotógrafo aún recuerda la tarde de la cita. “Fue una sesión muy agradable y divertida. Ellos llegaron con anterioridad a mi estudio para traer los vestuarios y nos juntamos más tarde a realizar las fotos, fue todo dentro de un marco profesional donde no faltó el buen vino y el humor”, cuenta Vivado.

Fue en el estudio que las Yeguas hicieron su propia versión de personajes, pero travestidos, como Buster Keaton, de la obra la Casa de Bernarda Alba y Marilyn Monroe.

Lemebel -hoy un escritor premiado y cronista reconocido- escribió en una reseña para el catálogo de la exposición: “el set era pálido cuando salió la luna y pusimos cara de ‘nomeolvides’ para el click fotogénico. Pero no era la luna, sólo un foco más del escenario penitencial donde se trizaban espejos y copas, mientras afuera, en la calle de ese Santiago milico, el sida arreciaba en los suburbios del travestismo callejero”.

De política y besos

Esta aparición hizo a este dúo legendario e inolvidable, tan inolvidable que sus fotografías despiertan hoy una curiosidad por adivinar sus pensamientos, ésos que tuvieron entre toma y toma, y descubrir algún misterio de su forma tan natural de existencia.

Una existencia que estaba “en contra de las caretas”, según dijo Francisco Casas en la misma nota de 2007 realizada por La Nación.

Otra de sus apariciones sucedió en un encuentro de intelectuales con el entonces candidato a la presidencia de Chile Patricio Aylwin. El dúo se subió con tacos y plumas al escenario y mostraron un lienzo en el que se leía Homosexuales por el cambio.

Pero eso no fue todo. Se ha publicado en varios medios que al bajar del escenario, Francisco Casas se lanzó sobre Ricardo Lagos, en ese entonces senador de Chile y quien luego se convertiría en presidente de ese país, y le dio un beso en la boca.

Para Vivado, la exposición tuvo una acogida inesperada, con mucha cobertura de prensa y muy visitada. Por ello, la temática no le parece fuera de época sino actual, sobre todo en la lucha social de la discriminación hacia los homosexuales, pues es algo que ha costado superar en una sociedad chilena que ha experimentado tantos avances materiales como retrocesos humanos y sociales.



10 de noviembre de 2012

TP sobre vida cotidiana

Me encantaron las citas con las que el profe Saba ejemplificó su exposición sobre la vida cotidiana en el Siglo de oro español. Algunas que googleé durante la clase:

En el XIX: desaparece la teoría de la representación como fundamento de todos los órdenes posibles; se desvanece el lenguaje en cuanto tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas como enlace indispensable entre la representación y los seres; una historicidad profunda penetra en el corazón de las cosas, el análisis del cambio y de la moneda cede su lugar al estudio de la producción; y, sobre todo, el lenguaje pierde su lugar de privilegio y se convierte en una figura de la historia, coherente con la densidad de su pasado.

Michel Foucault. Las palabras y las cosas. Ed. Siglo XXI, 1968


Luis de Góngora

¿Vos sois Valladolid?



¿Vos sois Valladolid? ¿Vos sois el valle
De olor? ¡Oh fragrantísima ironía!
A rosa oléis, y sois de Alejandría,
Que pide al cuerpo más que puede dalle.

Serenísimas damas de buen talle,
No os andéis cocheando todo el día,
Que en dos mulas mejores que la mía
Se pasea el estiércol por la calle.

Los que en esquinas vuestros corazones
Asáis por quien, alguna noche clara,
Os vertió el pebre y os mechó sin clavos,

¿Pasáis por tal que sirvan los balcones,
Los días a los ojos de la cara,
Las noches a los ojos de los rabos?



Casó de un Arzobispo el despensero

Quevedo



Casó de un Arzobispo el despensero,
y, la noche que el novio se acicala,
para hacer de la novia cata y cala
y repicar el virginal pandero,

le dijo el Secretario: "Por mí, quiero
que un cañonazo la tiréis con bala".
Lo mesmo el Mayordomo, el Maestresala,
Veedor, Caballerizo y Camarero.

Llegado el plazo, el caso sucedido
contó a la dama, y trece golpes dióle:
siete por él, y seis encomendados.

Durmióse y ella dijo: "¡Ah del dormido!"
El despertó; la niña preguntóle:
"¿No tiene el Arzobispo más criados?".




SONETO


Quevedo


Si eres campana, ¿dónde está el badajo?;
si pirámide andante, vete a Egito;
si peonza al revés, trae sobrescrito;
si pan de azúcar, en Motril te encajo.

Si chapitel, ¿qué haces acá abajo?
Si de diciplinante mal contrito
eres el cucurucho y el delito,
llámente los cipreses arrendajo.

Si eres punzón, ¿por qué el estuche dejas?
Si cubilete, saca el testimonio;
si eres coroza, encájate en las viejas.

Si büida visión de San Antonio,
llámate doña Embudo con guedejas;
si mujer, da esas faldas al demonio.

3 de noviembre de 2012

Cuidades

El eje central de mi programa de este año de Literatura INglesa.
Cruce en Problemas de Literatura Latinoamericana: Lima, Santiago, Río de Janeiro.
Tema, como texto, como recorrido de diacrónico o sincrónico, en Literatura española III.
Muchas ciudades este cuatrimestre...


Llamarse Ernesto

Oscar Wilde me gusta desde los 10 años y El príncipe feliz.
La importancia de llamarse Ernesto estaba en mis nobibliotecas desde hace unos años proveniente de alguna mesa de ofertas.
Tuvo que aparecer en el programa de Literatura Inglesa para que me diera permiso para leerlo en dos maravillosas horitas mientras tomaba mesa de previos o similares.


"ARCHIBALDO.- ¿Por qué será que en todas las casas de solteros son tan aficionados al champagne los criados? Lo pregunto solamente a título de curiosidad.
ESTEBAN.- Yo lo atribuyo a la buena calidad del vino, señorito. He observado una porción de veces que en casa de los hombres casados raramente es de primera el champagne.
ARCHIBALDO. - ¡Caramba! ¿Tan desmoralizador es el matrimonio?"



"ARCHIBALDO. - No veo que el declararse tenga nada romántico. El
estar enamorado sí que es romántico; extraordinariamente romántico.
¡Pero el declararse! ¿No has pensado en que pueden decirle a uno que
sí? Y casi siempre se lo dicen. Y entonces, ¡adiós interés! La esencia
misma del romanticismo es la incertidumbre. Lo que es si alguna vez
me caso, haré todo lo posible por olvidarlo."


Oscar Wilde. La importancia de llamarse Ernesto.