Autocronograma

AUTOCRONOGRAMA

2008: 23 años deseando esta carrera.

2010: Bitácora de quien estudia en Puán porque la vida es justa y (si te dejás) siempre te lleva para donde querés ir.

2011: Te amo te amo te amo, dame más: Seminarios y materias al por mayor.

2012: Crónicas de la deslumbrada:Letras es todo lo que imaginé y más.

2013: Estampas del mejor viaje porque "la carrera" ya tiene caras y cuerpos amorosos.

2014: Emprolijar los cabos sueltos de esta madeja.

2015: Pata en alto para leer y escribir todo lo acumulado.

2016: El año del Alemán obligatorio.

2017: Dicen que me tengo que recibir.

2018: El año del flamenco: parada en la pata de la última materia y bailando hacia Madrid.

2019: Licenciada licenciate y dejá de cursar mil seminarios. (No funcionó el automandato)

2020: Ya tú sabes qué ha sucedido... No voy a decir "sin palabras" sino "sin Puán".

2021: Semipresencialidad y virtualidad caliente: El regreso: Onceava temporada.

2022: O que será que será Que andam sussurrando em versos e trovas 2023: Verano de escritura de 3 monografías y una obra teatral para cerrar racimo de seminarios. Primer año de ya 15 de carrera en que no sé qué me depara el futuro marzo ni me prometo nada.

26 de mayo de 2012

La fregona que no friega y otras chicas del montón

Hoy: La ilustre fregona en mi Seminario.
La bola de nieve que fuimos armando entre todos sigue creciendo: Ya todos leemos ejemplaridades desviadas, desciframos ironías contra la normatividad reguladora, rastreamos críticas a la institución matrimonial, al silencio de los personajes marginales, a la violencia de género, a la represión de las relaciones desreguladas entre varones y mujeres.

Los temas y casos se repiten con modificaciones, con apuestas más elevadas: Si en "La fuerza de la sangre" había violación reparada alegremente por matrimonio, en "La ilustre fregona" hay violación con adulterio, más casi hermanos enamorados (menos mal que Carriazo prefería los atunes a la belleza de Constanza), más pactos masculinos a puertas cerradas para rectificar lo insostenible, más nombre de la madre completamente borrado, más madre adoptiva e hija mudas y llorosas. (Sigo diciendo que acá falta un poco de Philomene).

Y agregamos el matrimonio como forma de darse placer entre hombres (te doy a tal mujer para casarte), y la relación heterosexual como lo más falso, lo más imposible hasta para la ficción que reclama protocolo de final feliz. ¿Feliz para quién nos preguntábamos? Y es que en el recorrido de cada novela ejemplar vemos que la regulación de la sexualidad no solamente somete los cuerpos femeninos sino que somete a los varones a sus destinos de "letras o armas" + matrimonio y familia. (Si hasta al Licenciado Vidriera le daba cosita todo contacto físico y El celoso extremeño temblaba de miedo de sólo pensar en contraer matrimonio).

Seguiremos rodando como bola que crece: La última de las novelas, la que le tocó a mi grupo, la que todavía no leí, ya me está apurando: Recién me puse a buscar en google material para La celestina y me cayó encima un aluvión de brujas y comunidades femeninas escapadas de mi ansioso "Coloquio de los perros".

El yo se subsume en el nosotras

Esta semana me toca empezar a trabajar con brujas y trotaconventos: Libro de Buen amor, La celestina y Coloquio de los perros:

Unos fragmentos del artículo "Las brujas de Cervantes y la noción de comunidad femenina" de Steven Hutchinson. Para entrar en calor, no más:


"Si exceptuamos ciertas parejas formadas por mujeres, ya sean éstas amigas o rivales, las novelas cervantinas ofrecen muy pocos casos de relaciones femeninas. El relato de la Cañizares en el “Coloquio” deja vislumbrar un mundo principalmente femenino a través de un conjunto de tres mujeres cuyas relaciones entre sí excluyen lo masculino. El que sean tres mujeres es significativo porque es a partir de tres personas cuando se constituye un grupo social —y un grupo, como se sabe muy bien desde los análisis de Georg Simmel, tiene características muy diferentes de las de una relación entre dos personas."


‎"el aquelarre es una experiencia compartida en la cual el yo se subsume en el pronombre nosotras. "


"...con matices diferentes, se hablaba de la natural propensión femenina hacia la superstición y hacia el mal, la cual señalaba o bien una debilidad o bien un peligroso poder maléfico intrínsecos a la mujer."


"...si el sistema judicial victimiza a las acusadas, la hechicería puede también dominar y subyugar a los hombres: la Camacha los acerca desde muy lejos en un instante y, como Circe, convierte a los hombres en animales, como en el caso de un sacristán de quien “se había servido . . . seis años en forma de asno” (p. 337). Por su parte la Montiela sabe conjurar una legión de demonios, y la Cañizares media legión. Estos ejemplos de maléfica dominación de lo masculino, tratados con un toque de humor y con posibles matices sexuales en un caso, contrastan netamente con los fines benéficos de la hechicería para con las doncellas, casadas y viudas, cuyos intereses eróticos y matrimoniales la Camacha ayuda a realizar. De ese modo, la hechicería obra no sólo en contra de hombres determinados sino también en contra de un sistema matrimonial basado en la castidad femenina."


STEVEN HUTCHINSON

24 de mayo de 2012

Encuentre las 7 diferencias

7 o las que sean (y no es por ser asquerosa pero casi):
Tenía en mi casa mis ediciones del Libro de Buen amor y de La celestina comparadas y leídas para el profesorado (creo que ninguno de los dos los leí completos). Ayer me compré dos ediciones nuevas porque las anteriores eran versiones modernizadas y yo ni enterada. Recién ahora resulta relevante en mi formación académica que los textos estén en castellano antiguo, que tengan completo el aparato prologal, que incluyan notas y refrencias del editor.
Menos mal que vamos (voy) para mejor no?

Mujeres en la Revolución Francesa




Cuatro mujeres en la Revolución Francesa

Olympe de Gouges, Etta Palm, Théroigne de Méricourt y Claire Lacombe

Autor: Gouges,Palm,Mericourt,Lacombe

Traductores: | José Emilio Burucúa | Nicolás Kwiastkowski

Introduccion: José Sazbón

Colección: Lado B

Siempre se vuelve a la Revolución Francesa, no sólo en Francia sino en Europa y en el mundo entero. También la reflexión sobre los problemas de género tuvo allí un punto de inflexión, y su característica más importante consistió en que fueron justamente mujeres las que dieron comienzo a especulaciones en torno al rol que les cabe con relación a la historia de la nación y al tipo de vínculo que las une o las debe unir a los varones.
Recogemos aquí textos de mujeres que escribieron, lucharon y padecieron (algunas pagando con su vida) durante la Revolución Francesa: Olympe de Gouges, dramaturga notable en su momento, que fue guillotinada por cuestionar la condena a muerte de la familia real; Etta Palm, holandesa integrante del Cercle Social; Théroigne de Méricourt, que propusiera con energía el armamento de las mujeres para defender la patria, y Claire Lacombe, animadora de la Sociedad de Mujeres Republicanas Revolucionarias. Con raras excepciones, estos textos se vuelcan al idioma castellano por primera vez. Único texto masculino, el libro se cierra con la solitaria propuesta del marqués de Condorcet de conceder los derechos ciudadanos a las mujeres, es decir, derecho a elegir y ser elegidas en los cargos públicos, anhelo que tardaría más de ciento treinta años en convertirse en realidad.
José Sazbón ilumina con su presentación la manera en que podemos abordar hoy la aparición de la problemática de género en el marco de la Revolución Francesa.

1er parcial de Latinoamericana I

10. Con Mignolo, con Roa Bastos, con pachakuti y felicitación expresa de mi profe de prácticos.

20 de mayo de 2012

Melancolía, cotidianeidad y acontecimiento

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS
UBACYT 2011-2014 GC

DIRECTOR: JUAN DIEGO VILA

TITULO: “MELANCOLÍA, COTIDIANEIDAD Y ACONTECIMIENTO: MODULACIONES PARA NARRAR EL
PRESENTE EN LA PROSA ESPAÑOLA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII"


Para la crítica actual el florecer de una hexis melancólica no puede desligarse de la “crisis epistémica de los grandes metarrelatos del Humanismo” (Rodríguez de la Flor, 2007) ni de una reevaluación del legado historicista de Maravall (1975) en la inteligencia de que el declive material de la hegemonía imperial hispana (Vázquez de
Prada, 1987) contribuye al sentir de frustración social. Desde esta atalaya el vínculo entre melancolía y narración, entre melancolía y representación, adquiere nuevo vigor puesto que fuerza a repensar la gran aporía del imperio católico por excelencia: el hecho de que el espíritu de expansión, conquista y triunfo no hubiese tenido el grado de legitimación discursiva que era de prever de haber primado las fuerzas rectoras propias del universo protestante, en el cual las escenas de cotidianeidad rica y pletórica se acoplan a la perfección, en el proceso de representación, con el ideario de un universo racionalizado y eficaz. España, por paradójico que resulte, sólo puede adquirir conciencia de sí en tanto y en cuanto el propio mundo es ofrecido como representación, ficcionalización y fingimiento y bajo la revelación última e íntima –conforme se afianza el barroco-de que la única
verdad asequible a su respecto es la ilusión. La narración melancólica, a nivel discursivo, parecería certificar que lo histórico común y general parece intrínsicamente ligado a variadas estrategias de la defección en el proceso de
autorepresentación del propio tiempo. Pues la intuición primera de que ciertas textualidades renacentistas trasuntaban, en la adopción de esta modalidad enunciativa, la certeza de un desvío de lo real (Bataillon, 1952) ha venido a complementarse con la meditación del arte barroco como poética que agudiza la experiencia radical de la vida. La vida cotidiana y el acontecimiento histórico del presente son, por cierto, confines en crisis en el proceso diegético de impronta melancólica puesto que la condición de inteligibilidad de lo real se ancla en ruinas, tiempos pasados y culturas perdidas y ello determina, en gran medida, que la floración alegórica del barroco ulterior resulte corolario lógico y necesario de un punto de partida previo en el que, necesariamente, lo social –cotidiano personal e histórico comunitario- resulte pensado en términos de sospecha o potencial defección.

19 de mayo de 2012

Viernes y sábado con la gente más bonita del planeta








Primer parcial de Española I

8.
Sin pena ni gloria.

Amor amor amor

Literatura Española I – Curso 2012 – Temas de monografía

1. La tradición ovidiana (Ars Amandi y Heroídas) y su recepción/relaboración en el Libro de buen amor y en Grimalte y Gradissa y Cárcel de Amor.
[A partir de la lectura de al menos el Libro I del Ars Amandi y algunos poemas seleccionados de Heroídas, trabajar los textos comparativamente según lo visto en los teórico-prácticos sobre la tradición ovidiana medieval].

2. El sentido y el cuerpo: oscuros objetos del deseo en el Libro de buen amor y La Celestina.
[Se trata de analizar a partir del concepto de deseo –en su acepción básica de movimiento afectivo y lejos de cualquier aproximación más específica como la psicoanalítica– tanto la materia erótica como los mecanismos de significación en ambas obras].

3. Libro de buen amor y La Celestina ante el modelo de la ideología amorosa cortesana.
[A partir de lo visto en clase sobre ideología amorosa cortesana, analizar qué personajes y episodios se plantean como reproducción, estilización o parodia del modelo].

4. El proceso de seducción discursiva de las intermediarias en el Libro de buen amor y La Celestina.
[Analizar si las doncellas se rinden a los enamorados o a las alcahuetas, teniendo en cuenta el esquema debate-persuasión-aparición simbólica del enamorado en el retrato como estrategia discursiva de las intermediarias].

5. La figura del intermediario en la literatura española del siglo XV: Cárcel de Amor y La Celestina.
[Contrastar las diversas figuras de la intermediación según su trasfondo cortesano medieval o urbano burgués].

6. La triple figura del autor-narrador-personaje en Grimalte y Gradissa y en Cárcel de Amor.
[Analizar la naturaleza, las funciones y la posible evolución narrativa que estas triples figuras tienen en los textos].

7. Amor hereos y Aegritudo amoris como factores actuantes en la conducta de los personajes enamorados (Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor y Celestina).
[A partir de los elementos dados en teóricos y teórico-prácticos, analizar cómo el amor como enfermedad es un factor configurador de la conducta de los personajes en los textos señalados].

8. Tematización de la condición transgresora del amor: el lugar infernal de la pasión amorosa en el Canto V del Inferno de Dante, Grimalte y Gradissa, Continuación de Cárcel de Amor de Nicolás Núñez y el decir “Infierno de los enamorados” del Marqués de Santillana).
[Se proveerá la traducción del Canto V del Inferno de Dante, la Continuación de Cárcel de Amor de Nicolás Núñez y el decir “Infierno de los enamorados” del Marqués de Santillana para su cotejo con Grimalte y Gradissa].

9. La ficción sentimental como reescritura (del Libro de Fiameta a Grimalte y Gradissa; de Cárcel de Amor a la Continuación de Nicolás Núñez).
[Tomando como base lo explicado en teóricos acerca de la reescritura y condición metaficcional de estos textos, contrastar el proceso en Grimalte y Gradissa y la Continuación de Nicolás Núñez, texto que se proveerá].

10. El impacto del debate sobre la mujer (pro-feminismo/misoginia) en la configuración narrativa del “caso de amor” (Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor, La Celestina).
[A partir del aprovechamiento de lo trabajado en prácticos sobre el debate pro-feminismo/misoginia, analizar la configuración narrativa de la historia amorosa en los textos].

11. Variaciones de la manifestación de la pasión amorosa en la ficción sentimental del siglo XV (Grimalte y Gradissa y Cárcel de Amor).
[Es importante tener en cuenta todo lo dicho sobre la concepción medieval del amor en teóricos y teórico-prácticos, en el marco de las tradiciones literarias que intervienen en la composición de ambos textos].

12. La intervención de la Fortuna y la inevitabilidad del amor en Grimalte y Gradissa y La Celestina.
[Mediante el análisis comparativo de la concepción del amor presente en ambos textos, interesa aquí exponer su relación con el tema de la Fortuna de tanta trascendencia tanto literaria como iconográfica en el siglo XV].

13. Variaciones de la relación entre la honra y la muerte en Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor y La Celestina.
[Tener en cuenta el papel de la honra en el debate pro-feminismo/misoginia trabajado en prácticos, relacionándolo con el dilema en torno al sentido trágico del amor y la concepción del amor como enfermedad].

14. Formas de consolación ante la muerte en el Libro de buen amor, Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor y La Celestina.
[Se trata de comparar los procedimientos formales y la materia argumentativa que forzosamente estarán en relación con concepciones específicas de la muerte].

15. De Trotaconventos a Celestina: composición del personaje de la alcahueta en el Libro de buen amor y La Celestina.
[Se trata de comparar la naturaleza, las funciones y la posible evolución narrativa del personaje en ambos textos].

16. Fidelidad y traición al código amoroso cortesano en Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor y La Celestina.
[Atender a lo explicado en teóricos y teórico-prácticos sobre el fin’ amors y amor cortés como base del código amoroso a analizar comparativamente en los textos].

17. Arquetipos femeninos y construcción de la heroína en la aventura amorosa (Endrina, Garoza, Gradissa, Fiometa, Laureola y Melibea).
[A partir del debate sobre la condición de la mujer desarrollado en prácticos, realizar un análisis comparativo de la configuración de estos personajes femeninos].

18. Protagonistas masculinos ante el modelo del amante cortesano (Grimalte, Pánfilo, Leriano, Calisto).
[A partir de los elementos básicos expuestos en teóricos y teórico-prácticos sobre el fin’ amors y amor cortés, desarrollar el análisis comparativo de estos personajes masculinos].

19. Espacios simbólicos del amor: la corte, la ciudad, el desierto como elementos configuradores de la escenificación trágica del amor (Grimalte y Gradissa, Cárcel de Amor, La Celestina).
[Se trata de analizar comparativamente el parámetro espacial de los textos en sus proyecciones simbólicas].

20. Leer el texto/leer la realidad: situaciones de lectura como factores determinantes del sentido en la trama narrativa de Grimalte y Gradissa y Cárcel de Amor.
[Analizar las situaciones de lectura tanto en el plano de la enunciación como en el plano del enunciado].

17 de mayo de 2012

Cansado está de oirme

Cansado está de oírme el claro río;
el valle y soto tengo importunados ,
y están de oír mis quejas, ¡oh amor mío! ,
alisos, hayas, olmos ya cansados.
Invierno, primavera, otoño, estío
con lágrimas regando estos collados
estoy a causa tuya, ¡oh cruda fiera!
¿No habría en esa boca un no siquiera?


Jorge de Montemayor. Libro II de La Diana

4 clases de Ricardo Piglia

Escenas de la novela argentina

4 clases abiertas de Ricardo Piglia

Un programa de la Biblioteca Nacional y la Televisión Pública.



La Biblioteca Nacional invita a estudiantes de Letras a participar del ciclo de clases abiertas sobre Escenas de la novela argentina, a cargo del profesor Ricardo Piglia. Las conferencias serán grabadas y emitidas como un programa de la Televisión Pública. Las clases se dictan en el Estudio 1 de la Televisión Pública, Av. Figueroa Alcorta 2977



Clase 1

La vida privada. Amalia de José Mármol y Una excursión a los indios ranqueles de Lucio V. Mansilla: La tensión entre la ficción y la política

31 de mayo a las 17.30 hs



Clase 2

La voz argentina. Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez y Silbidos de un vago de Eugenio Cambaceres: Oralidad y escritura en la tradición política

1º de junio a las 17.30 hs



Clase 3

La conspiración. Los siete locos de Roberto Arlt y Operación Masacre de Rodolfo Walsh: Periodismo y novela

21 de junio a las 17.30 hs



Clase 4

La utopía. Museo de la Novela de la Eterna de Macedonio Fernández: La construcción del futuro

22 de junio a las 17.30 hs




La inscripción se realiza para cada una de las clases en particular, encontrándose abierta para las dos primeras: “La vida privada” y “La voz argentina”.

Inscripción: contacto@bn.gov.ar


Las entradas pueden retirarse en el Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) del 18 al 25 de mayo entre las 15 y las 18 horas. Capacidad limitada.

12 de mayo de 2012

Grupo Tadaima Traduce literatura de la bomba atómica

Literatura de la bomba atómica (原爆文学, Genbaku bungaku)

Tomado de http://www.tadaima.com.ar/

Hemos traducido por primera vez al español desde el japonés, una serie de poemas pertenecientes a un género muy poco conocido en Occidente como lo es el genbaku bungaku. Según Tsukui Yoshiko: “Esta literatura nació en agosto de 1945 cuando, al reconocer las ruinas de Hiroshima y Nagasaki, los escritores empujados por el pueblo tomaron conciencia de su misión: ‘Estoy vivo, debo dejar asentada esta experiencia’” (Shakai bungaku, 4, VII, 1990).



Se trata de un corpus de diarios, documentos, poesía, obras de teatro, cuentos, novelas, manga, anime y obras de ficción que central su temática en el momento de la catástrofe atómica y en sus efectos y consecuencias posteriores. En muchísimos casos no se trataba de obras de escritores profesionales sino de diferentes ciudadanos que encontraron en la literatura una forma de narrar la experiencia y de expresar lo inefable de la guerra. Hijo del renacimiento pacifista de Japón, el género llamado genbaku bungaku es una respuesta escrita y reflexiva de una sociedad poco dada a expresar sus sentimientos públicamente como la japonesa.

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El genbaku bungaku fue censurado entre los años 1945 a 1950, en primera instancia siendo esto responsabilidad de las autoridades norteamericanas a través del Código Especial de Prensa decretado por el Servicio de Información GHQ de las Fuerzas Aliadas. También fue desestimado por diversos escritores japoneses de la época. Aquella literatura que focalizaba en la representación directa de la guerra tendía a ser ignorada por la literatura “pura” (por la literatura llamada jun bungaku) de los bundan, esto es, de los círculos literarios centrales de Tokio, precisamente porque la mímesis directa del horror y la catástrofe no concordaban con las predominantes corrientes literarias de la época. Incluso los círculos literarios de Hiroshima desacreditaron esta literatura y sólo empezó a ser revalorada en la década del 60 cuando diversos autores ya consagrados comenzaron a publicar libros y antologías sobre la bomba atómica (entre ellos deben destacarse a Ōe Kenzaburō y a Ibuse Masuji, el último de los cuales escribió la famosa novela Lluvia negra, 黒い雨).

Dado que en muchos casos esta literatura no era producida por escritores propiamente dichos sino por ciudadanos de diferentes ámbitos que encontraron en la literatura una posibilidad de expresión, los autores profesionales que se especializaron en este género se caracterizan por: i) re-introducir el carácter empírico de la narración; ii) reactivar la función moral o ética dentro de la literatura; iii) considerar el valor estético e interpretativo del arte en tanto función social de una práctica discursiva mucho más que como un fin en sí mismo.

Se consideran fundantes del génerotres obras de dos autores profesionales: “Natsu no Hana” (夏の花, “Flores de verano”, 1947) de Hara Tamiki y Shikabane no machi (屍の街, La ciudad de los cadáveres, 1948) de Yōko Ōta. Más adelante, los antes mencionados Ōe Kenzaburō e Ibuse Masuji basaron muchas de sus obras siguientes en obras menores del genbaku bungaku.

Existe una extensa producción de haiku y tanka dentro de este género, sobre todo de parte de civiles que antes no habían participado dentro del campo literario nacional. De hecho, en Nagasaki existe una Competencia de Haiku del Aniversario de la Bomba Atómica de Nagasaki. Entre las colecciones más reconocidas deben mencionarse la que Matsuo Atsuyuki escribió 1945 (1945年) luego de que sus dos hijos menores de 1 y 4 años murieran en el bombardeo, seguidos por su hijo del medio, luego por su esposa, finalmente quedando su otra hija como última sobreviviente quien vivió enferma el resto de su vida; esta colección estuvo prohibida durante la ocupación y fue publicada en 1955. Otro caso es el de la Antología de tanka de Hiroshima (歌集廣島, KashūHiroshima), unos mil poemas seleccionados por Seishi Toyota y otros poetas y hibakusha de entre unos 6500 que había aparecido en periódicos diversos.

La catástrofe de Fukushima del 11 de marzo de 2011 revivió muchos de los funcionamientos expresivos del genbaku bungaku, tanto en su carácter de crítica social como de posibilidad de expresión por parte de escritores y de la población entera de Japón.


VER ANTOLOGÍA DE POEMAS EN EL BLOG DE TADAIMA

Romances de Blancaflor y Filomena: Lo que no leí en mi exposición

Blanca Flor y Filomena (Fragmento)


Por las orillas del río Doña Urraca se pasea
Con dos hijas de la mano Blanca Flor y Filomena.
El rey moro que lo supo del camino se volviera;
De palabras se trabaron, y de amores la requiebra.
Pidiérala la mayor, le diera la más pequeña;
Y por no ser descortés tomara la que le dieran.
-Non sea cuanto, rey Turquillo, que mala vida le hicieras...
-Non tenga pena, señora; por ella non tenga pena.
Del vino que yo bebiese también ha de beber ella;
Y del pan que yo comiese, también ha de comer ella.
Se casaron, se velaron, se fueron para su tierra:
Nueve meses estuvieron sin venir a ver la suegra.
Al cabo de nueve meses, Rey Turquillo vino a verla.
-Bien venido, Rey Turquillo. -Bien hallada sea mi suegra.
Lo que más quiero saber si Blanca Flor queda buena,
Blanca Flor buena quedaba; en días de parir queda,
Y vengo muy encargado que vaya allá Filomena,
Para gobernar la casa mientras Blanca Flor pariera.
-Filomena es muy chiquita para salir de la tierra;
Pero por ver a su hermana vaya, vaya en hora buena.
Llévela por siete días; que a los ocho acá me vuelva;
Que una mujer en cabellos no está bien en tierra agena.
Montó en una yegua torda, y ella en una yegua negra:
Siete leguas anduvieron sin palabra hablar en ellas.
De las siete pa las ocho, Rey Turquillo se chancea;
Y en el medio del camino, de amores le requiriera.
-Mira qué haces, Rey Turquillo, mira que el diablo las tienta;
que tú eres mi cuñado, tu mujer hermana nuestra.
Sin escuchar más razones ya del caballo se apea;
Atóla de pies y manos, hizo lo que quiso della;
La cabeza le cortara y le arrancara la lengua,
Y tiróla en un zarzal donde cristiano non entra.
Pasó por allí un pastor; de mano de Dios viniera.
Por la gracia de Dios padre a hablar comenzó la lengua.
-Por Dios te pido, pastor, que me escribas una letra:
una para la mi madre, ¡Nunca ella me pariera!
Y otra para la mi hermana, ¡nunca yo la conociera!
-Non tengo papel ni pluma, aunque tenerlos quisiera...
-De pluma te servirá un pelo de mis guedejas;


si tú non tuvieras tinta con la sangre de mis venas;
y si papel non trajeres, un casco de mi cabeza.
Si mucho corrió la carta, mucho más corrió la nueva.
Blanca Flor, desque lo supo, con el dolor malpariera;
Y el hijo que malparió, guisolo en una cazuela
Para dar al Rey Turquillo, a la noche cuando venga.
-¿Qué me diste Blanca Flor, qué me diste para cena?
De lo que hay que estamos juntos nunca tan bien me supiera.
-Sangre fue de tus entrañas gusto de tu carne mesma...;
pero mejor te sabrían besos de mi filomena!
-¿Quién te lo dijo, traidora? ¿Quién te lo fue a decir, perra?
¡Con esta espada que traigo te he de cortar la cabeza!
Madres las que tienen hijas, que las casen en su tierra;
Que yo, para dos que tuve, la Fortuna lo quisiera,
Una murió maneada y otra de amores muriera.



Romancero español: colección de romances selectos desde el siglo XIV hasta nuestros días. Introducción y notas de José Bergua. Madrid. Ediciones Ibéricas.








BLANCA FLOR FILOMENA




Canción de Violeta Parra




Estaba la mor estaba
entre la paz y la guerra
con sus dos hijas querias
Blanca Flor y Filumena.
Con sus dos hijas querias
Blanca Flor y Filumena.

El Duque Don Bernardino
se enamoro de una de ellas,
se caso con Blanca Flor
y pena por Filumena.
Se caso con Blanca Flor
y pena por Filumena.

Y despues que se caso
se la llevo a lejas tierras,
cumplÌo los nueve meses
volvio a casa de su suegra.
CumplÌo los nueve meses
volvio a casa de su suegra.

Buenos dias tenga maire
muy buenos hijo los tenga,
como quedo Blanca Flor?
en vispera parir quea
y le manda a suplicar
que le empreste a Filumena.

Como la has de llevar hijo
siendo muchacha doncella,
yo la llevare señora
como prenda suya y nuestra,
Yo la llevare señora
como prenda suya y nuestra.

Toma muchacha esta llave
abre ese cofre dorao
y ponte el mejor vestio
pa que vai con tu cuñao.
Y ponte el mejor vestio
pa que vai con tu cuñao.

El Duque don Bernardino
al anca se la llevo
y en el medio del camino
su pecho le descubrio
despues de cumplir su gusto
la lengua se la corto.

Con la sangre de su lengua
ella una carta escribio
a un pastor que va pasando
que por señal lo llamo.
A un pastor que va pasando
que por señal lo llamo.

Toma pastor esta carta
llevasela a Blanca Flor.
Blanca Flor de que la habido
con el susto mal pario.
Blanca Flor de que la habido
con el susto mal pario.

El Duque don Bernardino
a un peñazco se arrimo,
que lo hizo diez mil peazos
y el diablo se lo llevo.
Que lo hizo diez mil peazos
y el diablo se lo llevo.




y




INFORMANTE: Milagros Rego Carrasco (Jerez de la Frontera, Cádiz)
RECOGIDO POR: Miguel Ángel Peña



Por la provincia de Asturias
se pasean dos doncellas.
Ha pasado un caballero
y se ha enamorado de ellas.
Se casó con Blancaflor
sin despreciar a Filomena.
El caballero es de tropas,
pa la guerra se la lleva
y a la venida pacá
se ha llegado an ca la suegra.
-Buenos días tenga, suegra,
yo vengo por Filomena,
que Blancaflor está de parto,
la quiere a su cabecera.

Y dándole los consejos,
que es mocita y doncella,
ha cogido un caballo,
Filomena en una yegua.
Y a la bajita de un cerro
se encontró con una cueva.
Que quiso ella, que no quiso,
su gusto logró con ella.
Después que logró su gusto,
hizo un hoyito en la arena.
Medio cuerpo la enterró,
medio lo ha dejado fuera.
Viva le sacó los ojos,
viva le saca la lengua.
-¡Si viniera un pastorcito
de lejos de aquestas tierras,
con pluma, papel y tinta,
metida en su cartuchera!

Y estando en estas razones,
el pastor a la vera llega.
-Señora, no traigo tinta,
ni pluma en mi cartuchera.
-Mi lengua sirve de pluma,
mis ojos de tinta negra,
para escribirle una carta
a mi hermana que la lea.

Y estando en esta razón,
el pastor a la hermana llega:
-Blancaflor, toma esta carta
de tu hermana Filomena.

Al coger la hermana la carta,
al suelo cayó desmayada.
Del mal sustito parió,
lo frió en la cazuela
Para cuando venga Tarquino
tenga la cena hecha.
-Blancaflor, ¿qué hay de cenar?
-Lo que hay en la cazuela.
-Blancaflor, di la verdad,
¡Qué carne más dulce es ésta!
-Más dulce era la honra
de mi hermana Filomena.

Con un puñal de dos filos
la cabeza le cortaba.
-Y esto te lo hago, Tarquino,
por mi hermana Filomena!

12 de mayo ejemplar

No hagamos caso del post anterior que solamente es parte de mi autoparodia, mi manía de leer todo desde el desvío de género.
Lo de hoy fue apoteósico, ni nosotros mismos nos habíamos dado cuenta del nivel de coherencia que alcanzaron nuestras cuatro exposiciones. A medida que hablaban Ariel, Celia, Tomás, yo iba escuchando cómo la lectura de "La fuerza de la sangre" se redondeaba. Un placer andar con esta gente.

11 de mayo de 2012

Exposición grupal: "La fuerza de la sangre"

1ero Ariel:Ella es una santa,

2do Celia: él comete un crimen y ella paga las consecuencias,

3ero Tomás: ella debe callar porque socialmente es obligada a callar pero Cervantes narra sus silencios,

4to Paula: Cervantes es mi feminista preferido que arma todas estas farsas de Novelas ejemplares para contar mitos misóginos

10 de mayo de 2012

Capitalismo, democracia, pachakuti y derecho a la vida

El vuelco de la razón

Por Walter Mignolo *


El presidente de Bolivia convocó a una conferencia mundial sobre cambio climático y los derechos de la Madre Tierra. La convocatoria fue una respuesta al fracaso de la Convención para el Cambio Climático de la ONU. La reunión de Copenhague no sólo agregó un fracaso más a la larga lista desde el Protocolo de Kioto sino que puso en evidencia una verdad soslayada: las soluciones al cambio climático no pueden provenir ni ocurrir en el mismo marco de pensamiento y filosofía de la vida que los ha creado. La verdad última es que así como capitalismo y democracia son incompatibles (porque capitalismo es competencia que promueve la desigualdad, y democracia es colaboración que promueve la convivencia en igualdad), el capitalismo es incompatible con la no explotación de la naturaleza (porque el capitalismo requiere recursos naturales y promueve una filosofía de vida en que la naturaleza es algo exterior a nosotros para ser dominada y explotada). Las soluciones que se proponen desde el capitalismo son soluciones que prolongan la muerte.

La reunión convocada por Evo Morales no fue una reunión más, o una “protesta” desde los países emergentes o subdesarrollados, sino un momento radical en el cual el vuelco en la geografía de la racionalidad es no sólo impostergable sino imparable. Los andinos del siglo XVI (quechuas y aymaras, fundamentalmente), que experimentaron la invasión hispánica y el desmantelamiento de sus formas de vida, llamaron Pachakuti a esa experiencia. El significado de Pachakuti es complejo y múltiple. Para lo que aquí interesa, valga decir que significa “vuelco, trastrocamiento del orden temporal y espacial”, con todas las consecuencias existenciales que eso implica.

La incorporación en la Constitución ecuatoriana de dos principios fundamentales provenientes del pensamiento indígena, “derechos de la naturaleza” y Sumak Kawsay, es un puntal de este vuelco epistémico y político de la racionalidad. Está relacionado con una iniciativa de larga data que en Ecuador culminó en la creación de Amaway Wasi (una institución de educación superior para “aprender en la sabiduría y el buen vivir”). La concepción filosófica de Amaway Wasi sitúa en el centro del módulo de aprendizaje a la re-generación de la vida (en lugar del reciclaje, que es la buena conciencia de la paulatina muerte de “la naturaleza”) y la sabiduría para el buen vivir (en lugar del conocimiento para controlar y dominar). La expresión “derechos de la naturaleza” recorre la mitad del camino. Es importante dar este paso y asignar derechos a la naturaleza, derechos que la naturaleza no pide por ella misma. Así, en realidad, lo que estamos haciendo es “pedir nuestro derecho a la vida”, puesto que somos naturaleza y, por lo tanto, la muerte de la naturaleza implica nuestra muerte. La expresión, importante en la Constitución ecuatoriana, debe ser corregida en dos direcciones. La primera es tomar conciencia de que los derechos de la naturaleza son los derechos de la vida y de nuestra vida. Y la segunda es que, cuando la filosofía occidental tradujo Pachamama al concepto occidental de “naturaleza” y lo universalizó, firmó la sentencia de nuestra muerte como especie humana. Concebir la naturaleza como un ente exterior a nosotros para ser dominado, implica una filosofía donde la vida es desechable y reemplazable por el placer de la producción industrial de mercancías. En esta filosofía es necesario el reciclaje. En la que propone Evo Morales, la regeneración.

Sumak Kawsay se ha convertido en el tema central de los debates andinos en los últimos meses y ha trascendido a la esfera internacional. Proliferan los intelectuales indígenas y no indígenas debatiendo el tema. Significa, en quechua, “buen vivir” y se distingue del American Way of Life, que significa “vivir mejor” (a costa, por cierto, de quien vive peor). Es equivalente a la expresión Ho en mandarín, “vivir en armonía”. Mientras en China Ho es parte de la creatividad necesaria para desplazar al liberalismo y al marxismo, descentralizando el control occidental de la economía, Sumak Kawsay da un paso más: no sólo cuestiona los principios éticos y políticos sobre los que se asienta el capitalismo y su propensión a la muerte (la necesidad económica de la guerra y la necesidad de la guerra contra la naturaleza) sino que ofrece principios fundamentales para la creación futura de organizaciones comunales (equivalentes a las sociedades estatales inventadas por Occidente). Ho, en China, formula un desarrollo alternativo. En los Andes, Sumak Kawsay exige una alternativa al desarrollo. He aquí el vuelco de la razón, el Pachakuti del siglo XXI, la regeneración que desplaza la buena conciencia capitalista del reciclaje.

* Director del Centro de Estudios Globales y Humanidades de la Universidad de Duke (EE.UU.).


Página 12. 26 de abril de 2010

Apliquemos la teoría de Latinoemricana I

"Así como capitalismo y democracia son incompatibles (porque capitalismo es competencia que promueve la desigualdad, y democracia es colaboración que promueve la convivencia en igualdad), el capitalismo es incompatible con la no explotación de la naturaleza (porque el capitalismo requiere recursos naturales y promueve una filosofía de vida en que la naturaleza es algo exterior a nosotros para ser dominada y explotada). Las soluciones que se proponen desde el capitalismo son soluciones que prolongan la muerte."



Walter Mignolo

Me gustan las bellísimas que nos histeriquean

Daniel Link (en un artículo que integra el libro Citadme diciendo que me han citado mal: material auxiliar para el análisis literario, libro editado por la Editorial de Estudiantes de Filosofía y Letras)explica cómo plantear una buena hipótesis monográfica:


"Ni imposibles discursivos ni obviedades: esos son los límites de la hipótesis. Para una monografía, una "buena hipótesis" es el equivalente de una "chica simpática" con la cual un "buen matrimonio" es posible. A veces, para seguir con la analogía, hay hipótesis "bellísimas" que nos "histeriquean" todo el tiempo. Hay que evitarlas porque nos están tendiendo una trampa. O, para las chicas, están esas hipótesis que parecen "poderosísimas" y después resulta que se desinflan por completo. Y finalmente, está el caso de quienes nunca encuentran la hipótesis adecuada, exacta. En ese caso hay que ir probando: más tarde o más temprano, la luz de la Hipótesis perfecta nos iluminará el rostro." (pp. 97-98).

7 de mayo de 2012

De nuevo deslumbrada con Roa Bastos

"Sólo una tenacidad inhumana puede salvar tu humana debilidad. La quilla de hierro corta la entraña del mar mientras el gusano carcome la cala. Y es el mar quien ganará la partida al final"



"Me atacan erecciones terribles, no sólo del órgano genital. Todo el cuerpo, todo el ser, se me pone rígido y enhiesto. Mucho más que ese mástil tironeado por el velamen que pende de él, cargado con el furor del mar y de los vientos. Y todo el velamen no es más que un refajo, una falda, una pequeña braga con olor a mujer."



"Los camelleros se comían el sol y se bebían la arena por hallarla. El rey mandó a sus orfebres que tallaran en oro puro las ajorcas más hermosas del mundo que él mis mo quería ceñir a los tobillos de pájaro de la muchacha-espejismo. Era inencontrable. Aparecía y desparecía alguna que otra vez en la tiniebla blanca del mediodía, siempre en un punto distinto del cuadrante."



Augusto Roa Bastos. Vigilia del Almirante.

6 de mayo de 2012

Leocadia: Procne sin Filomena, Filomena sin Procne ¿o las dos en una?


Procne y Filomela


Procne era la hija del rey de Atenas, Pandión, y tenía una hermana llamada Filomela.

El marido de Procne era el héroe Tereo de Tracia, quien la había desposado tras haber salvado a Atenas de los bárbaros. Esta unión estuvo maldita desde sus inicios, y aunque tuvieron un hijo llamado Itys y vivían en paz, Procne sentía nostalgia de su hermana Filomela. Así que convenció a Tereo para que le permitiese verla de nuevo. Este accedió pero con la condición de que el encuentro se llevara a cabo en Tracia.

Así Tereo marchó a Atenas y, tras convencer al rey para que dejara partir a Filomela hacia Tracia, la llevó consigo. Pero la juventud y la hermosura de Filomela ya habían desatado la pasión de Tereo nada más verla. Cuando llegaron a Tracia la violó, sin hacer caso de sus desesperadas súplicas. Además, para que Procne nunca se enterara de su reprobable acción, le cortó la lengua y la encerró en una solitaria prisión en el bosque. Luego dijo a Procne que su hermana había muerto.

Víctima de la tristeza y el abandono, Filomela decidió emprender su plan para vengarse de Tereo. En su solitaria prisión tejía sobre un lienzo blanco y con hilo purpura la triste historia de su vida. Cuando acabó hizo llegar su obra a su hermana, la reina. Así fue como Procne se enteró de que su esposo la había engañado, pues su hermana todavía vivía. Deseosa de venganza, Procne se dirigió a la prisión de Filomela aprovechando el tumulto de las fiestas dedicadas a Baco. Con atuendo de bacante rescató a Filomela y la llevó a palacio, donde tuvo lugar el triste reencuentro. Pero pronto a las lágrimas siguió la venganza, que Procne quiso más cruel aún que el crimen de su esposo.




Viendo, pues, el parecido de su hijo Itis con el culpable de su desgracia, Procne le dio muerte. Entre ambas hermanas despedazaron el cadáver y lo cocinaron para Tereo. Él comió sin advertir nada, hasta que, cuando hubo terminado, reclamó la presencia de su hijo. Fue entonces cuando Procne exclamó satisfecha "tienes dentro a quien reclamas"; y Filomela irrumpió con la cabeza del desdichado Itis. Enfurecido, Tereo inició la persecución de las asesinas, pero los dioses acabaron con la cadena de actos crueles transformando a los tres en aves: a Filomela en ruiseñor, a Procne en golondrina, y a Tereo en la abubilla, semejante a un guerrero con penacho y agudo pico.





Según la tradición griega, las metamorfosis son distintas a las relatadas por Ovidio: Procne habría sido convertida en ruiseñor, Filomela en golondrina y Tereo en gavilán.

OTRA VERSIÓN:





Procne y Filomela eran hijas de Pandión y Zeuxippe, reyes de Atenas. Curiosamente su madre era tía materna de su padre.

El rey Pandión no gustaba mucho de ejercer como padre. Lo suyo era gobernar y a eso dedicaba la mayor parte de su tiempo. Durante el conflicto con Labdacos, rey de Tebas, por una cuestión de fronteras, Pandión pidió ayuda a Tereo para que mediara y gracias a eso logró salir airoso de la contienda. Tereo era hijo del dios Ares y gobernaba una nación vecina, Daulis. En agradecimiento a su ayuda, Pandión le concedió la mano de una de sus hijas, Procne.

El matrimonio se llevó a cabo y tuvieron un hijo, Itys. Pero la relación duró más bien poco. Tereo se aburrió rápidamente y fue entonces cuando decidió abandonar a su familia en la casa de campo donde vivían; un lugar aislado donde nadie podría saber que se encontraban.


De vuelta al palacio de Pandión, Tereo le dijo a Filomela, su cuñada, que su hermana Procne había muerto. No tardó en seducirla y convencerla para que se casara con él. La maldad de Tereo parecía no tener límites y lo primero que hizo una vez casado fue cortarle la lengua a su mujer.


Pero Filomela era una magnífica artesana y tejedora, y se dedicó a confeccionar una túnica donde bordó con caracteres su horrible historia con Tereo, para que algún día se supiera. En esto, Procne, ajena a los acontecimientos, decidió coger a su hijo Itys y salir en busca de su marido, pues ya llevaba mucho tiempo ausente. Al llegar a su destino, lo primero que encontró fue a su hermana y su horrible relato estampado en una túnica. Esto la hizo enloquecer y provoco los horribles acontecimientos que tuvieron lugar a continuación.



Procne fingió estar de acuerdo con todos los deleznables actos de su todavía marido, y lo invitó a cenar, prometiéndole unos manjares maravillosos. Luego, ella misma mató a su hijo Itys, lo cocinó y se lo sirvió a Tereo. Mientras éste devoraba la cena, ignorante de todo, Procne tomó a su hermana de la mano y huyeron juntas.



Cuando Tereo se dio cuenta de lo que había pasado, montó en cólera, cogió un hacha y emprendió la persecución contra las dos hermanas. Desesperadas al ver que no podían escapar y que Tereo las alcanzaba, rogaron a los dioses que las ayudaran. Estos se apiadaron de las dos mujeres y las convirtieron en pájaros: en ruiseñor a Procne y en golondrian a Filomela. En cuanto a Tereo, fue transformado en una abubilla.

Poder y prostitución; Sexo y razón


Sexo y Razón: Una Genealogía de la Moral Sexual en España(Siglos XVI-XX)
Escrito por Francisco Vázquez García,Andrés Moreno Mengíbar


Poder y prostitución en Sevilla: La edad contemporánea
Escrito por Francisco Vázquez García,Andrés Moreno Mengíbar

(Ay, qué barbaridá)

Alfonso Álvarez de Villasandino
DECIR CONTRA UNA DUEÑA



Señora, pues que no puedo
abrevar el mi carajo
en este vuestro lavajo,
por demás es mi denuedo:
he perdido, segunt cuedo,
mi afán e mi trabajo,
si tras el vuestro destajo
non vos arregaço el ruedo.


Señora fermosa e rica,
yo querría recalcar
en ese vuestro alvañar
mi pixa qu’es grande o chica;
como el asno a la borrica
vos querría enamorar,
non vos ver, mas apalpar
yo deseo vuestra crica.


Señora, flor de madroño,
yo querría sin sospecho
tener mi carajo arrecho,
bien metido en vuestro coño.
Por ser señor de Logroño,
non deseo otro provecho
sinon foder coño estrecho
en estío o en otoño.


Señora, por fijo o fija
en vos querría haber,
más vos querría foder
que ser señor de Torija;
si meades por vedija,
fazedmelo entender,
que yo vos faré poner
atanquía en la verija.


Señora, en fin de razones,
yo me ternía por sapo
si el culo non vos atapo
con aquestos mis cojones,
e a los çinco empuxones
non vos remojaré el papo:
non me den limpio trapo
para enxugar los tajones.


Señora, quien mea o caga
non se debe espantar,
aunque se sienta apalpar
por delante o por de çaga;
la que tal bocado traga
como vos faré tragar,
non se debe despagar,
pues alguna bien se paga.


Señora, notad el modo
de aquesto que vos digo:
vos habedme por mendigo
si diez veces non vos fodo.
En vuestras ingles devodo,
que si subo en vuestro ombligo
de vos çerrar el postigo
non sé si será del todo.


Señora, sabed de çierto
que podedes bien a osadas
medir nueve o diez pulgadas
en mi mango grueso e yerto:
si yo con él vos açierto
a poder de cojonadas,
las sedas bien remojadas
serán d’ese boca-abierto.

Finida

Si vos fallo en descubierto,
como fodo a ventregadas,
veredes por las pisadas
que non duermo, antes despierto.




Alfonso Álvarez de Villasandino (¿Villasandino?, Castilla, c.1340-1350 - c. 1424) fue un poeta castellano medieval. Fue básicamente un poeta de cancionero, es decir, un representante del tipo de poesía culta que había surgido bajo la influencia de la lírica trovadoresca provenzal, y la principal figura literaria junto con Pero Ferrús en la Corte del rey de Castilla Enrique II.

Una se encuentra cada cosa...

SUEÑOS DE ANGUSTIA - COPROLALIAS - EXHIBICIONISMO Y TRAVESTISMO - SADISMO - MASOQUISMO - FETICHISMO - ANTROPOFAGIA (En el Quijote)

«Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, destas que llaman del partido, las cuales iban a Sevilla con unos arrieros»

Tanto Don Quijote como Sancho exprésanse en contra de toda manifestacion pornográfica. El Hidalgo dice que «de las cosas obscenas y torpes los pensamientos se han de apartar cuanto más los ojos» (LIX).

Y Sancho en la Insula, revestido de la autoridad que le da el ser Gobernador, «puso gravísimas penas a los que cantasen cantares lascivos y descompuestos, ni de noche ni de día» (LI).

Ambas manifestaciones nos hablan del pulcro y comedido estilo de Cervantes, que huye del tan frecuente incentivo que muchos escritores de la época pusieron en sus obras para atraer la atención del lector ávido de escenas que excitasen su imaginación. Cervantes, aun tratando los asuntos más escabrosos, muestra una elegancia para expresarlos que lleva al convencimiento de su seriedad como escritor.

Por ejemplo, en diversos lugares de la novela hace alusión a prostitutas.

Lo son las mozas que reciben a Don Quijote en la venta y que él toma por doncellas de alta alcurnia: «Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, destas que llaman del partido, las cuales iban a Sevilla con unos arrieros» (II).

Don Quijote las llama «doncellas» y al oírlo ellas que lo consideraban «cosa tan fuera de su profesión, no pudieron tener la risa» (II).

Y Cervantes hace la observación de que a Don Quijote se le hacían los dedos huéspedes y las rameras, damas. Por entonces se llamaban «mujeres del partido» y también «puestas al partido» a las prostitutas, y rameras, porque colgaban un ramo o rama a la puerta de su casa coma propaganda de su oficio.

Darse a partido significaba entregarse a quienes alquilan sus favores. Según los críticos y comentadores de Cervantes como Rodríguez Marín, Fitzamaurice-Kelly, Cortejón, etc., así como de los escritos de la época, se hacía distinción entre mujer del partido (que andaba suelta, por su cuenta) y ramera (que andaba reunida con otras conviviendo en una casa o mancebía, algo así como colegiada).

Otro tipo de prostituta que aparece en el Quijote, la más famosa de todas, es Maritornes, la moza asturiana a la que Cervantes describe irónicamente, no precisamente como un dechado de perfecciones, así: «Servía en la venta una moza asturiana, ancha de cara, llena de cogote, de nariz roma del un ojo tuerta y del otro no muy sana. Verdad es que la gallardía del cuerpo suplía las demás faltas: no tenía siete palmos de los pies a la cabeza, y las espaldas, que algún tanto le cargaban, la hacían mirar al suelo más de lo que ella quisiera» (XVI).

Para completar su descripción dirá más adelante que «sus cabellos tiraban a crines" y su aliento olía a «ensalada fiambre y trasnochada».

Muy probablemente Cervantes se tuvo que inspirar en un tipo real conocido por él en alguna de las muchas visitas que hizo por mesones y ventas de Castilla y Andalucía, para describir a Maritornes, pues es mucha coincidencia que precisamente el tipo anatómico y antropológico que describe se pueda ver aún hoy día en algunas áreas de las montañas asturianas como son «la anchura de la cara» y «el aplastamiento del occipital.»

«El arriero hacía concertado con ella que aquella noche se refocilarían juntos, y ella le había dado su palabra de satisfacerle el gusto en cuanto le mandase» (XVI).

Maritornes, asegura Cervantes, «jamás dio tales palabras que no las cumpliese, aunque las diese en un monte y sin testigo alguno, porque presumía muy de hidalga, y no tenía por afrenta estar en aquel ejercicio» (XVI).

SUEÑOS DE ANGUSTIA

Pero por si hubiera alguna duda respecto a la profesión de Maritornes, el arriero la despeja cuando dice Cervantes: «desde el punto que entró su coima por la puerta» (XVI) refiriéndose a ella.

Y coima es la palabra empleada desde tiempo inmemorial para significar prostituta, manceba. E insiste el autor, diciéndonos que Maritornes, «aunque estaba en aquel trato tenía unas sombras, y dejos de cristiana» (XVII), como lo demuestra cuando al despedirse de Sancho «prometió rezar un rosario, aunque pecadora» (XXVII).

Y como colofón irónico, Cervantes llama a la hija de la ventera y a la moza asturiana «semidoncellas» (XLIII), adelantándose tres siglos al decir esto, como ya observó acertadamente Rodríguez Marín, a Marcel Prévost, autor de una novela, nada ejemplar por cierto, titulada «Les demivierges».

Las dos únicas personas que durante la novela relatan el contenido de un sueño son precisamente Maritornes y Don Quijote.

El sueño de ella es uno de los llamados sueños de angustia que va contando a Sancho de la siguiente manera: «A mí me ha acontecido soñar que caía de una torre abajo, y que nunca acababa de llegar al suelo, y cuando despertaba del sueño, hallarme tan molida y quebrantada como si verdaderamente hubiera caído» (XVI).

El sueño de Don Quijote en la Cueva de Montesino es una pura invención de su fantasía. El de Maritornes es un típico sueño de angustia que revela la lucha que hay en su subconsciente, entre sus ideas represivas religiosas y el oficio con que complementa su trabajo de sirvienta de la venta y que le proporciona unas buenas propinas.

La caída desde lo alto de la torre al abismo y que en ella se manifiesta y que le hace despertar molida y sudorosa, es la lucha entre el deber y el placer, siendo el resultado el displacer.

La torre, símbolo fálico típicamente freudiano, representa, en la interpretación onírica, claramente su oficio. La caída es un signo también del descenso moral en el abismo o pozo sin fondo, interminable, de la prostitución. Otra interpretación freudiana sería referir este sueño como un sueño de impotencia, de imposibilidad orgásmica, sueño típico de prostitutas que sufren con mucha frecuencia frigidez o anhedonia.

No tiene nada de extraño que Maritornes soñase demasiado, por un pequeño detalle que menciona Cervantes y es el olor que despedía su aliento «a ensalada fiambre y trasnochada». Este olor o halitosis característico se presenta en los pacientes que sufren disfunción hepática y gastritis, trastornos de las funciones de los órganos digestivos que cursan a veces con estreñimiento pertinaz, disfunción biliar,malas digestiones, alternando con descargas diarreicas. Muchas veces todo está en relación con un mal estado de la boca, escasa higiene bucal, caries múltiples, boca séptica que hace tremendamente penetrante el fetororis.

Precisamente la absorción de substancias tóxicas producto de la excesiva retención en el intestino de los materiales de desecho restantes de la alimentación, hace que el paciente tenga pesadillas, malos sueños, angustias nocturnas y se levante «cansado, molido y sudoroso», como le pasaba a Maritornes.

Sancho, siendo Gobernador, trata duramente a la mujer a la que denomina «churriIlera, embaidora y desvergonzada».

Churrillera equivale a charlatana, que habla mucho y sin substancia, que es habladora indiscreta, y embaidora se aplicaba especialmente a curanderos y proyectistas, o sea, a las personas que facilitan proyectos o quienes los hacen. Cervantes llamará a esta mujer «la esforzada y no forzada» (XLV), que pide compensación monetaria por su complacencia con el labriego, asegurando Sancho que «si el mismo aliento y valor que mostró para defender la bolsa, lo mostrare para defender su cuerpo, las fuerzas de Hércules no le hicieran fuerza» (XLV). «El labriego, después de yogar con ella, pagóle lo suficiente, no quedando, sin embargo, la mujer contenta» (XLV).

COPROLALIAS

La voz popular «puta», queriendo significar prostituta o simplemente como término de empleo ofensivo, se encuentra repetida en el Quijote 26 veces en frases como las siguientes:

«¿A dónde estás p...? » (XVI)
«No es deshonra llamar hi de p... a nadie cuando cae debajo del entendimiento de alabarle» (XIII).
«0 hi de p... p... .Y qué rejo debe tener la bellaca» (XIII).
«Oh hi de p... p... qué

Probablemente, para describir a Maritornes Cervantes se inspiró en un tipo real, conocido por él en algunas de las muchas visitas que hizo por mesones y ventas de Castilla

Aunque en el Quijote no hay un caso típico de trasvestismo, sí hay numerosos pasajes en que los protagonistas se ponen ropas del sexo contrario:

«rejó tiene y qué voz» (XXV).
«Oh hi de p... bellaco (el vino) (XIII).
«Véis ahí cómo habéis alabado este vino llamándole hi de p...» (II).
«Oh, hi de p... y qué cabellos» (XXI).
«Pues voto a tal, dijo Don Quijote, ya puesto en cólera don hijo de p... don Ginesillo de Paropillo» (XXII).
«Que desfaga ese agravio y enderece este entuerto matando a ese hi de p... dese gigante» (XXIX).
«Digo que sube poco de achaque de caballería y que miente como un hi de p... y mal nacido» (XXX).
«Eso juro, yo, dijo Sancho, para el p... que no se casare» (XXX).
«i0h, hi de p... bellaco, y cómo sois desagradecido! (XXX).
«No te empaches con mi descanso, deja mi asno, deja mi regalo, huye p...» (XXX).
«Y la cabeza cortada es la p... que me parió» (XXXVII).
«Y que la cabeza que entiendo que corté a un gigante era la p... que te parió» (XXXVII).
«Pues será mejor que nos estemos quedos y cada p... hile y comamos» (XLVI).
«Que estoy más lleno que jamás lo estuvo la muy hi de p... p... que lo parió» (LII) .
«Oxte, p... allá darás rayo (X).
«Ni ella es p... ni lo fue su madre» (XIII).
«Véis ahí, dijo el del Bosque, en oyendo el hi de p... de Sancho» (XIII).
Una gentil persona, p... gafo y meón» (XXIX).
«Hijo de p..., dijo la dueña» (XXXI).
«Hijo de p... bellaco, pintor del mismo demonio» (XLVII).
«Hijo de p... Y qué corazón de mármol» (LVIII).
«Que un caballero andante como vuestra merced se vuelva loco sin qué ni para qué por una p...» (XXV).

Esta repetición de palabras que podrían calificarse de obscenas se pueden catalogar como coprolalia, es decir, una especie de exhibicionismo verbal. Suele expresar la coprolalia un deseo de virilismo, especialmente en los niños y en los ancianos.

En Sancho tendría este significado la repetición a veces innecesaria de esta palabra, lo que está muy en relación con el carácter del escudero, a veces, un tanto simple o infantil.

Equivale a una liberación de imágenes mentales obscenas, a un acto de osadía contra posibles censuras de los demás.

La coprolalia es frecuente también en ciertas enfermedades mentales, y en estos casos tiene una significación de liberación también de imágenes obsesivas y tal sería el caso cuando Don Quijote repite esta palabra.

EXHIBICIONISMO Y TRAVESTISMO

Encontramos también en el Quijote casos de exhibicionismo, término creado por Laségue en 1877 para designar la exposición accesiva, casi siempre anerótica y por lo común consciente, de partes del propio cuerpo, habitualmente ocultas por decencia. El mismo caballero andante, en ciertos momentos presenta ciertos conatos de exhibicionismo, como cuando se dispone en Sierra Morena a hacer penitencia. Quiere quitarse todas las armas y quedar «desnudo como cuando nació» (XXV).

Confírmase esta tendencia de Don Quijote en sus propias palabras:

«Quiero digo, que me veas en cueros y hacer una docena de locuras (que las haré en menos de media hora)» (XXV).

«Y luego, sin más ni más, desnudándose con toda priesa los calzones, quedó en carnes y en pañales, dio dos zapatetas en el aire, y dos tumbas la cabeza abajo y los pies en alto, descubriendo cosas que, por no verlas otra vez, volvió Sancho la rienda a Rocinante» (XXV).

También son exhibicionistas los moriscos con quienes Sancho sale de la Insula y que «arrojando sus bordones quitáronse las mucetas o esclavinas y quedáronse en pelotas» (LIV).

Hay numerosos pasajes en que los protagonistas cambian de vestimenta, poniéndose la del sexo contrario, que si sirve de inocente disfraz de Cura y en ello no se ven atisbos de desviación sexual, ya que su única intención es tratar de llevar a Don Quijote a su casa, hace pensar sin embargo al mismo Cura cuando sale de la venta que «hacía mal en haberse puesto de aquella manera por ser cosa indecente que un sacerdote se pusiese así, aunque le fuere mucho en ello» (XXVII), y por este motivo, recapacitando, decide cambiar con el Barbero «la saya de paño, llenas de fajas de terciopelo negro de un palmo de ancho, todas cuchilladas, y unos corpiños de terciopelo verde, guarnecidos con unos ribetes de raso blanco» (XXVII) con que la ventera habíale vestido.

Es digna de notar la prolijidad con que Cervantes describe esta vestimenta, cosa que no acostumbra en su novela, como para hacer mayor el contraste del cambio aparente de sexo al cambiar la indumentaria y la transformación del Cura en una doncella andante «afligida y menesterosa» (XXVI).

Pero, aunque no hay un caso típico de travestismo o hábito de ponerse vestidos y adornos característicos del otro sexo, sí hay varios casos de cambios de vestidos por una u otra circunstancia que llegan a hacernos sospechar la existencia de una "tendencia" en los protagonistas a quienes Cervantes atribuye esta circunstancia.

Por ejemplo, la morisca cuenta los trucos de que tuvo que valerse para defender a su amado Don Gaspar, a quien vistió de mora, llevándole «a presencia del Rey» (LXIII). Pero no contaba con que la belleza, no masculina sino en su versión femenina, de Don Gaspar, despertó raros afectos en la morisma berebere.

Por su parte, la morisca se viste de varón y nada menos que de arráez, comandando la nave capturada más tarde frente a las costas de Barcelona, y así, ante las preguntas de sus capturadores: «Dime arráez, ¿eres turco de nación, o moro o renegado? contestará: Mujer cristiana» (LXIII).

«Claudia Jerónima, hija de Simón Forte, recurrirá al vestido del sexo opuesto por necesidad también de disimular el suyo propio» (LX).

«Los hijos de Diego de La Llana son capturados por la ronda que acompaña de noche a Sancho por la Insula, descubriendo una muy hermosa mujer en traje de varón y un hermano suyo en hábito de mujer» (LI), caso de travestismo infantil o juvenil, aparentemente por simple travesura.

El mayordomo de los Duques se disfraza de Condesa Trifaldi, lo que medio averiguado por Don Quijote, desconcierta a éste, que departiendo con su escudero, no puede por menos de decirle: «No es justo ni es creyente que el rostro de la Dolorida es el del mayordomo; pero no por eso el mayordomo es la Dolorida, que a serlo implicaría contradicción muy grande, y no es tiempo de hacer ahora estas averiguaciones, que sería entrarnos en intrincados laberintos» (XLN).

SADISMO Y MASOQUISMO

Manifestaciones de sadismo o algolagnia activa podrían considerarse frases como la que pronuncia Sancho: «Ese te quiere que te hace llorar» (XX). También son una manifestación sádica las frases y deseos del supuesto Merlín, cuando dice:

«Que para recobrar su estado primo,
La sin par Dulcinea del Toboso,
Es menester que Sancho tu escudero,
Se dé tres mil azotes y trescientos
En ambas sus valientes posaderas
Al aire descubiertas y de modo
Que le escuezan, le amarguen y le enfaden» (XXXV).

Cosa que a Sancho no sentará nada bien, y que le hará exclamar: «Válate el diablo por modo de desencantar. Yo no sé qué tienen que ver mis posas con los encantos» (XXXV).

Pero, viendo la furia de su amo que le increpará llamándole villano, harto de ajos, y que está dispuesto a «amarrarle a un árbol, desnudo como le parió su madre» y a darle él mismo los 3.300 azotes y si hace falta el doble (XXXV), Sancho cederá, disponiéndose a cumplir el sádico castigo o penitencia, pero con una condición y es «no estar obligado a sacarse sangre con la disciplina» (XXXV), promesa que cumple administrando los correazos en los alcornoques y a las encinas, tras de lo cual, sudoroso y agitado por el ejercicio, solicita a su amo le ponga encima su ferreruelo, que está sudando y no quiere resfriarse, que los nuevos disciplinantes corren este peligro» (LXXI.)

Sadomasoquistas son los «disciplinantes de luz vestidos de blanco con un hacha de cera, grande, encendida en la mano» (XXXV) que venían sobre un carro en una procesión preparada por el Duque para hacer creer que Dulcinea podría ser desencantada.

Como dice Cortejón, no hay que confundir estos disciplinantes con los flagelantes, secta de herejes que apareció en Italia en el siglo XIII y que se propagó por Alemania y resto de Europa en el siglo XIV, cuyo error consistía en preferir, como más eficaz para el perdón de los pecados, la penitencia de los azotes a la confesión sacramental.

Un verdadero caso de sadismo es el que refiere el Caballero del Bosque a Don Quijote al hablarle de Casildea de Vandalia, invento del Bachiller Sansón Carrasco.

La tal Casildea ocupaba a su amado en muchos y diversos peligros entreteniéndole así y gozándose con los sufrimientos y dificultades que por ella pasaba el caballero, que cuenta que «una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla, llamada la Giralda, que es tan valiente y fuerte como hecha de bronce» (XIV).

No contenta con aquella descomunal hazaña, otra vez le mandó «tomar en peso las antiguas piedras de las valientes toros de Guisando» (XIV), y como por si aún pareciera poco, terminó por mandarle «que se tirase de la Sierra de Cabra abajo» (XIV).

Extraña forma de demostrar un amor, que vemos es a todas luces patológico, o bien que lo que quería es que reventase el pobre enamorado.

FETICHISMO Y ANTROPOFAGIA

También se hace referencia en el Quijote a las crueldades de Azán Bajá, quien hacía padecer toda clase de penalidades a sus cautivos cristianos, así como les aplicaba torturas cometiendo toda clase de crueldades con ellos, tales como cortarles las orejas después de azotarles, o cortarles las manos con el pretexto de castigarlos por haber escondido a unos cristianos.

Las crueldades de Azán Bajá son típicas del sadismo.

Manifestaciones masoquistas en el Quijote las hallamos entre los disciplinantes «que se iban abriendo las carnes» (LII) y en el mismo Don Quijote, que está dispuesto a darse de calabazadas contra las rocas para demostrar a su Señora Dulcinea que es capaz de hacer barbaridades por ella, y así dirá a Sancho y «será necesario que me dejes algunas hilas para curarme, pues que la ventura quiso que nos faltase el bálsamo que perdimos» (XXV).

Hay una cita que se refiere a pederastia o paidofilia cuando la morisca menciona el que «entre aquellos bárbaros turcos en más se tiene y estima un muchacho o mancebo hermoso que una mujer, por bellísima que sea» (LXIII).

La joven Altisidora es un caso de presbiofilia. Su persecución de Don Quijote, sus denuestos en público al verse menospreciada por la castidad del Hidalgo, se expresan claramente en aquellos versos que dicen:

«Tú llevas (llevar impío)
En las garras de tus cerros
Las entrañas de una humilde
Como enamorada tierna.
Llévaste tres tocadores
Y unas ligas de unas piernas
Qué al mármol Paro se igualan
En lisas, blancas y netas» (LVII).

El haber introducido subrepticiamente en el equipaje de Don Quijote objetos personales e íntimos como unas ligas, revela, además de su presbiofilia, unos ciertos visos de fetichismo.

Aparece Altisidora, aunque sea en burla, como se pretende en la novela, como una ninfomaníaca presbiofílica. También hay otro caso de fetichismo que es el de Leandra, quien desde una ventana de su casa tenía su vista a la plaza (LI), y se enamoró del oropel del vistoso traje de Vicente de la Roca.

La vista de un reluciente uniforme fue suficiente para producir en ella la sensación amorosa, despertando sus impulsos el brillo exterior y no la persona misma.

En la historia del Curioso Impertinente, la proposición de Anselmo a su amigo Lotario de que trate de conquistar a su propia mujer, Camila, para probarla y ver si realmente es una esposa perfecta, es otro caso típico de desviación sexual, del tipo de las llamadas parafilias.

También es una parafilia la alusión que hace irónicamente a «la cola de la ventera» (XXXII y XXXV).

Se mencionan también en el Quijote casos de geofagia y necrofagía. Cuando se refiere al citado Anselmo, éste dice: «Has de considerar que yo padezco ahora la enfermedad que suelen tener algunas mujeres, que se les antoja comer tierra, yeso, carbón y otras cosas peores, aun asquerosas para mirarse, cuanto más para comerse» (XXXIII).

Se trata, evidentemente, de un caso de pica, enfermedad que va más allá de la geofagia. También hay, por último, una cita sobre un caso de antropofagia cuando Cervantes hace referencia al cruel hijo de Barba Roja que mandaba la nave «La Presa». Los remeros de esta nave pasáronle de banco en banco, de popa a proa y le dieron tantos bocados, que a poco más que pasó del árbol ya había pasado su ánima al infierno» (XXXIX).

Hay una mención a la autocastración en la escena en que el Barbero de la bacía huye dejando el instrumento en manos de Don Quijote. Dice que: «dejó la bacía en el suelo con la cual se contentó Don Quijote, y dijo que el pagano había andado discreto, y que había imitado al castor, el cual viéndose acosado de los cazadores, se taraza y corta con los dientes aquello por lo que él, por instinto natural, sabe que es perseguido» (XXI).



Tomado de http://www.gorgas.gob.pa/museoafc/quijote/08quijote.html